Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – “El enemigo israelí-estadounidense debe evitar aventuras imprudentes que violan la soberanía de las aguas regionales, ya que la respuesta de Yemen va a ser dolorosa y decisiva”, alertó el miércoles Abdul Salam Yaber, el ministro de Información del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen.
Según el ministro yemení, los grandes logros del movimiento popular Ansarolá, en especial el desarrollo de las capacidades marítimas, no representan ninguna amenaza para los países que respetan la soberanía de Yemen.
Respecto a las recientes declaraciones del premier israelí, Benjamín Netanyahu, sobre la seguridad del mar Rojo y el golfo de Adén, Abdul Salam Yaber dijo que “actualmente Israel es más débil de lo que los medios sionistas pretenden presentar a sus lacayos árabes de la región”.
El enemigo israelí-estadounidense debe evitar aventuras imprudentes que violan la soberanía de las aguas regionales, ya que la respuesta de Yemen va a ser dolorosa y decisiva”, alertó Abdul Salam Yaber, el ministro de Información del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen.
Subrayó que desde hace meses “las tropas yemeníes se encuentran preparadas para librar una confrontación directa con el régimen de Israel en vez de enfrentar a sus lacayos árabes” en el mar Rojo.
Arabia Saudí y sus aliados árabes lanzaron el 13 de junio una ofensiva contra la ciudad de Al-Hudayda (ribereña del mar Rojo), provocando la ira y la condena de muchos países y organizaciones pro derechos humanos que alertan del riesgo que esta operación supone para la vida de millones de personas.
En respuesta a la agresión saudí, el Ejército yemení apoyado por los combatientes de Ansarolá realizó ataques de represalia contra los buques de petrolero y de guerras de los invasores en las aguas del mar Rojo, en especial en el estrecho de Bab el-Mandeb.
Yemen se encuentra junto al extremo sur del mar Rojo, una de las rutas comerciales más importantes del mundo para los buques petroleros. Los buques navegan cerca de las costas de Yemen en su ruta de Oriente Medio a Europa a través del canal de Suez.
El estrecho de Bab el-Mandeb, donde el mar Rojo se abre al golfo de Adén en el mar Arábigo, sólo tiene 20 kilómetros de ancho, lo que hace que los centenares de barcos que lo cruzan sean un blanco fácil.
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