Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA)- “Está claro que la nueva comisión de investigación independiente de Birmania sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en el estado de Rajiné (oeste) no será una investigación seria e imparcial”, indicó el viernes Richard Weir, el responsable de HRW en Asia.
Muy criticado a nivel internacional, Birmania estableció el pasado mes de julio una comisión, presuntamente para investigar los actos de violencia perpetrados por las fuerzas de seguridad del país contra la minoría musulmana rohinya.
“Les aseguro que no se culpará a nadie ni conseguiremos nada con ese procedimiento”, ha dicho Weir al cuestionar la credibilidad de la investigación del gobierno birmano.
Por ello, el activista ha instado a los gobiernos observadores a tratar a la citada comisión con gran escepticismo y asegurarse de que el gobierno de Birmania no la usa para protegerse del “escrutinio crítico que merece”.
Más de 900.000 rohinyas han huido a Bangladesh desde agosto de 2017, cuando el Ejército birmano intensificó sus ataques a esa población y quemó cientos de viviendas y aldeas enteras de musulmanes en Rajiné. Las Naciones Unidas consideran el trato que Birmania brinda a los rohinyas “limpieza étnica”.
A mediados del julio, la ONG Fortify Rights reveló que las violentas fuerzas birmanas tenían planeado un genocidio de rohinyas y efectuó “preparativos sistemáticos” para masacrar a civiles de esta minoría musulmana en el mencionado estado.
En Bangladesh, un grupo de abogados está presionando para llevar a las fuerzas de Birmania ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la violencia que ejerce contra los rohinyas.
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