Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - En esta guerra desigual, cientos de iraníes e iraquíes fueron víctimas de armas químicas y microbiológicas otorgados por algunos países occidentales a Saddam Hussein (ex dictador iraquí).
Durante varios años, las ciudades de Irán ante el silencio del Consejo de Seguridad de la ONU y el visto bueno de los Estados Unidos y sus aliados fueron atacados por diferentes misiles mortales y miles de inocentes y civiles fueron enterrados en sus hogares.
Estados Unidos amenazó repetidamente a Irán con desencadenar la guerra y el uso de la fuerza militar, pero nunca se atrevió a cometer tal agresión. Por lo tanto, el país norteño emprendió a utilizar a los elementos terroristas y belicistas para golpear a Irán.
Desde el año 1972 hasta la mitad de la guerra entre Irán e Iraq, Estados Unidos solo tenía una oficina de protección con 14 diplomáticos en Bagdad. Pero cuando el régimen de Saddam estaba al borde de la derrota, Estados Unidos en noviembre de 1983 a través de una declaración anunció que el gobierno de los Estados Unidos hace todo lo necesario para evitar la derrota de Iraq en la guerra con Irán.
Tras el anuncio de esta aparente posición en apoyo a un régimen agresivo, después de 17 años de la ruptura de relaciones diplomáticas con Bagdad, Estados Unidos anunció el restablecimiento de las relaciones políticas con el régimen iraquí.
Los partidarios occidentales, especialmente el gobierno de los Estados Unidos, cuando se enfrentaron a la resistencia y la voluntad firme del pueblo iraní en la guerra impuesta, decidieron proporcionar a Iraq armas de destrucción masiva en apoyo de Saddam Hussein.
Ahora está se ha esclarecido que los programas químicos y microbiológicos de Saddam en la década 80 eran imposible sin los apoyos de EE.UU.
Según uno de los entonces empleados del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, cuando Iraq violaba las reglas internacionales y utilizaba armas de destrucción masiva, recibía más que nunca las ayudas y los apoyos financieros y políticos de EE.UU.
La administración estadounidense con la continuación de sus políticas destructivas violó todos los compromisos internacionales.
Siamak Bagheri experto político y profesor de la universidad dice al respecto que al igual que los países occidentales han sido los primeros usuarios de armas mortales químicas, también son los primeros exportadores de armas químicas y durante la guerra impuesta, Iraq compró armas químicas a 150 compañías alemanas, estadounidenses y británicas.
La guerra química comenzó con la Primera Guerra Mundial a principios del siglo XX y llegó a su punto culminante con la guerra química de Iraq contra Irán a finales del siglo XX.
El ministro de asuntos exteriores de Irán Muhammad Yavad Zarif en un mensaje rindió homenaje a las víctimas del bombardeo químico contra la ciudad iraní de Sardasht, noroeste, y escribió que: Un incidente amargo que demostró una vez más la inocencia de la gran nación iraní durante los ocho años de la defensa sagrada.
Pero los crímenes contra la nación iraní no cesaron y en el último año de la guerra, Washington inició prácticamente una guerra contra Irán.
El 29 de junio coincide con los bombardeos químicos contra los ciudadanos de Sardasht efectuados por el ex régimen iraquí, día que ha sido nombrado como el día nacional de la lucha contra las armas químicas.
El 2 de julio de 1988, el crucero lanzamisiles USS Vincennes de la Armada de EE.UU., que se encontraba en el Golfo Pérsico, derribó el avión civil iraní (Airbus A-300) con 290 personas a bordo para después justificar que sus militares habían confundido la aeronave con un avión de combate Tomcat F-14.
Las autoridades estadounidenses no solo no lamentaron lo ocurrido, sino que poco después sellaron su enemistad con Irán concediendo una medalla de honor al capitán de la flota, William C. Rogers, intentaron luego justificar que el avión iraní era militar, una excusa que también fue desestimada con la divulgación de las fotos de los cadáveres de niños y mujeres que flotaban en el agua.
Estos crímenes y las intervenciones de EE.UU. no se limitan a la guerra impuesta. Este proceso se ha convertido en la parte inseparable de la política estadounidense. EE.UU. ha involucrado la región en una violencia brutal y las políticas más destructivas.
Millones de personas han sido desplazadas por las medidas belicistas de Estados Unidos en la región y su apoyo a los terroristas en Siria, Iraq y Afganistán, y cientos de miles de personas han perdido su vida.
El pueblo indefenso yemení es atacado por bombardeos devastadores y los palestinos oprimidos aún se encuentran atrapados por el régimen de apartheid israelí.
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