Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - “Desde el inicio de las operaciones militares en Yemen en marzo de 2015, los huzíes (el movimiento popular yemení Ansarolá) han atacado el reino árabe con 226 misiles balísticos”, admitió el lunes el portavoz de la llamada coalición de Arabia Saudí y sus aliados, Turki Al-Malki.
El funcionario militar además, acusó a Ansarolá de violar el acuerdo de Estocolmo para una tregua en la ciudad portuaria de Al-Hudayda, contradiciendo así un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que confirmó el compromiso del movimiento yemení al citado convenio.
Los diálogos de Suecia culminaron en un alto el fuego que entró en vigor el 18 de diciembre de 2018 en Al-Hudayda y su puerto, clave para la llegada al país de ayuda humanitaria e importaciones para unos 14 millones de personas afectadas por la violenta agresión saudí.
En otra parte de sus declaraciones, Al-Maliki aseguró que el ejército saudí está llevando operaciones específicas para reducir el poderío militar de Ansarolá, en particular sus aviones no tripulados (drones) —que últimamente las tropas yemeníes los han utilizado para realizar ataques de represalia contra las posiciones militares saudíes—.
La guerra en Yemen ha entrado en una nueva fase después de que últimamente la unidad aérea de Ansarolá intensificara sus bombardeos contra centros militares y aeropuertos saudíes, y advirtiera que se producirán “grandes sorpresas” en las próximas jornadas si la dinastía que reina en Arabia Saudí y sus aliados no cesan sus bombardeos y su bloqueo aéreo y naval a Yemen.
La campaña de bombardeos saudí ha causado más de 91.000 muertes. La ONU calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales llegará a 500.000 para finales del año 2020.
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