Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) -El portavoz del ejército yemení, el general de brigada Yahya Sari, ha comunicado este sábado que la Fuerza Aérea estuvo a cargo de la operación a gran escala, realizada la misma jornada con aviones no tripulados (drones) modelo Qasef-K2, de fabricación nacional, contra el aeródromo de la provincia de Yizán, situada en el sureste de Arabia Saudí.
De acuerdo con el vocero yemení, los drones han alcanzado sus objetivos con alta precisión, puesto que han logrado destruir los hangares saudíes y causado la interrupción del tráfico aéreo durante varias horas. Además de Yizán, los drones han atacado el aeropuerto internacional de Abha, también ubicado en el sureste del reino árabe.
Sari también ha reiterado que las operaciones de los aviones no tripulados yemeníes están en línea con la legítima defensa del país ante la continua agresión militar y el bloqueo naval y aéreo que ha impuesto Riad contra el país más pobre del mundo.
“Los ataques continuarán y serán más dolorosas en los próximos días, si el régimen saudí continúa intensificando sus crímenes contra nuestra población”, ha advertido.
Por su parte, la oficina del movimiento popular yemení Ansarolá ha informado que sus miembros han lanzado esta misma jornada un ataque con drones contra una reunión de mercenarios saudíes en el área de Qaniyeh, en la provincia central de Al-Bayda, dejando varios muertos y heridos en las filas de los elementos contratados por Riad.
Las fuerzas yemeníes lanzan casi a diario ataques de represalia contra los centros militares y aeropuertos saudíes, y han avisado de “grandes sorpresas”, si los gobernantes saudíes y sus aliados no cesan de una vez por todas los bombardeos contra la población civil.
El pasado martes, el ejército yemení anunció que, en los meses de mayo y junio, su unidad aérea llevó a cabo 36 operaciones con drones contra los aeropuertos e infraestructuras ubicados dentro del territorio saudí.
Esto mientras que la agresión saudí, iniciada en marzo 2015, ha causado más de 91.000 muertes en Yemen. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, si la guerra no se detiene, la cifra de víctimas mortales podría llegar a situarse en 500.000 para finales del año 2020.
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