Según la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) - El portavoz del Ejército yemení, el general de brigada Yahya Sari, ha ofrecido este martes detalles de la segunda fase —lanzada el 3 de septiembre— de la operación “Victoria de Dios” en la región de Nayran, en el suroeste de Arabia Saudí, cuya primera fase había sido llevada a cabo en agosto.
“En la segunda fase de la operación, nuestros combatientes se hicieron con el control de tres bases del enemigo que albergaban varios almacenes de armas y equipamiento militar”, ha dado a conocer el general Sari en una rueda de prensa.
De acuerdo con la información proporcionada por el funcionario castrense yemení, durante la segunda fase de la operación, “que acabó con la vida de unos 200 efectivos enemigos”, se incautaron de más de 120 vehículos blindados saudíes y aseguraron más de 150 kilómetros cuadrados.
Sari también ha dicho que la unidad de misiles del Ejército yemení lanzó seis ofensivas en septiembre, entre la que destaca la llevada a cabo, con misiles balísticos, contra un aeropuerto en la provincia saudí de Nayran.
En otro momento de sus declaraciones, ha informado de que el Ejército yemení ha obtenido pruebas de que los grupos terroristas del Daesh y Al-Qaeda luchan entre las filas de las fuerzas lideradas por los saudíes.
El vocero yemení ha hecho hincapié, del mismo modo, en que las operaciones militares del Ejército continuarán si Riad y sus aliados no ponen fin a la campaña de agresiones que mantiene contra Yemen desde marzo de 2015.
Al respecto, ha aseverado que las Fuerzas Armadas yemeníes están preparadas para continuar implementando más fases de la operación “Victoria de Dios”.
“Nuestro valiente Ejército tiene armas de disuasión capaces de lanzar ataques de repulsa, y aquellos que quieran atacar a nuestro pueblo y privarle del derecho a vivir con dignidad, serán despojados de sus vidas”, ha concluido.
El Ejército yemení y el movimiento popular Ansarolá han aumentado en los últimos meses sus ataques de represalia contra infraestructuras vitales de Arabia Saudí para obligar al reino árabe a cesar su agresión. Entre sus ofensivas sobresalen sus ataques con aeronaves no tripuladas (drones) a instalaciones importantes de la compañía petrolera saudí Aramco.
Los constantes ataques de represalia yemeníes, efectuados con drones y misiles de fabricación propia, han puesto en jaque al régimen de los Al Saud, pese a que este destina millones de dólares a la compra de armas y equipos militares que le proporcionan países occidentales como Estados Unidos, el Reino Unido y Francia.
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