Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - En un comunicado publicado este miércoles, WikiLeaks ha filtrado las evaluaciones manipuladas de un informante de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) sobre el supuesto uso de armas químicas por parte del Ejército sirio en la localidad de Duma, ocurrido el 7 de abril de 2018, algo que desencadenó una ofensiva de EE.UU. contra posiciones gubernamentales sirias.
“Basándonos en la extensa presentación del informante, que incluye correos electrónicos internos, mensajes y borradores de informes, expresamos unánimemente nuestra preocupación por las prácticas inaceptables en la investigación del presunto ataque químico en Duma, cerca de la capital siria de Damasco”, reza el comunicado.
De acuerdo con este informe, los datos presentados por el citado informante fueron rebajados por una comisión especial, convocada por la fundación Courage, que estaba integrada por siete expertos en los campos del desarme, el derecho internacional, el periodismo, las operaciones militares, la medicina y la inteligencia, incluido José Bustani, diplomático brasileño que se desempeñaba como presidente de la OPAQ hasta abril de 2002.
Las filtraciones de WikiLeaks, no obstante, muestran que el testimonio del mencionado informador convenció a los miembros de la comisión de que la información clave sobre análisis químicos, consultas de toxicología, estudios de balística y declaraciones de testigos fue ocultada, supuestamente, para favorecer una conclusión predeterminada de la investigación.
“A la Comisión se le presentaron pruebas que ponen en duda la franqueza de la OPAQ", ha denunciado el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, quien participó en la comisión. Además, WikiLeaks publicó un documento con una evaluación de ingeniería de un experto, filtrado anteriormente.
A primeros del mes de marzo de 2018, la OPAQ publicó un informe sobre los resultados de su investigación del incidente químico de Duma, en que confirmó el uso de gas “cloro” contra la población civil.
Bajo el pretexto del referido ataque químico, EE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron el pasado 14 de abril de 2018 una ofensiva militar a gran escala contra Siria, sin contar con la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y antes de que terminaran las investigaciones de OPAQ sobre el incidente.
El Gobierno sirio niega en reiteradas ocasiones haber lanzado ataques químicos contra su pueblo, y acusa a los países occidentales, bajo la tutela de Washington, de escenificar estos ataques para tensar la situación y justificar sus intervenciones militares en Siria.
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