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Fuentes : ABNA
martes

29 diciembre 2015

9:31:25
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Aniversario del Nacimiento del Profeta Muhammad (Bpd) y de Imam Yaafar as-Sadiq (P)

Saludamos a todos los musulmanes y leales seguidores de la Escuela de Ahlul Bait (P) por la auspiciosa ocasión del aniversario del nacimiento del Gran Profeta del Islam (Bpd) y de Imam Yaafar as-Sadiq (P). A continuación presentamos la biografía del sexto Imam shiíta.

BIOGRAFÍA DEL IMAM YA'FAR IBN MUHAMMAD AS SADIQ    
(la paz sea con él)


Nombre: Ya'far
Título: As-Sadiq
Nació: El 17 del mes de Rabiul Awal, del año 83 (d.H.)
Su padre: Muhammad Al-Baqir (P)
Su madre: Umm Farwah
Murió: 25 de Shauual del año 148 (d.H.)


Ya'far Ibn Muhammad As-Sadiq (P) que el sexto Imam de los musulmanes, tras la muerte de su padre Muhammad Al-Baqir (P). El título "As-Sadiq" significa el "veraz". Nació en Medina el 17 de Rabi’ al Auual (el día del nacimiento del Profeta) del año 83, y murió envenenado por ordenes del califa 'Abbásida Al-Mansur en el año 148, a la edad de 65 años.


Vivió doce años bajo las enseñanzas de su abuelo, ‘Alí Ibn Husain Zain al ‘Abidín (P), y diecinueve años bajo las enseñanzas de su padre, Muhammad al Baqir (P). Su imamato duró treinta y cuatro años: se inició en el año 114 y finalizó el 148 d.H. (732-765 d.C.). Su madre fue Umm Farwah, hija de Al Qasim Ibn Muhammad Ibn Abu Bakr.


El Imam As-Sadiq (P) tuvo en total diez hijos: siete varones y tres mujeres. El mayor de todos fue Ismail, a quien el Imam (P) demostraba un cariño muy particular. Tal era así, que muchos de los shiítas consideraron que él sería el próximo Imam. Sin embargo, no fue designado, y murió antes que su padre. A pesar de esto, tras la muerte del Imam As-Sadiq (P) un grupo de shiítas consideraron que el Imamato le correspondía al hijo de Ismail, y otros incluso sostuvieron que Ismail aún vivía y era el Imam. Ellos formaron un grupo separado del resto de la Shi'ah, llamado "Ismailitas", con una doctrina filosófica particular, por la cual podríamos afirmar que se han apartado del Islam. Ellos aún subsisten. De ellos se desprendieron algunas sectas, como los Batinis o Qaramitas, quienes llegaron a robar la piedra negra, los Nizaris en el norte de Africa, cuyo fundador se había declarado el Mahdi, y estableció el califato Fatimita en Egipto, etc. Estas sectas ya no existen. Los Ismailitas son los seguidores del Aga Khan.

LEER TAMBIÉN: Biografía de Su Santidad Profeta Muhammad (Bpd)


El segundo de los hijos del Imam As-Sadiq (P) fue 'Abdul.lah. El Imam (P) lo había mencionado en su testamento, junto a Musa Al-Kadzim (P), al Califa Al-Mansur y al gobernador de Medina, a fin de que el califa no supiera quien sería el Imam sucesor. Pues Al-Mansur le había ordenado al gobernador de Medina que ejecutase a quien fuese mencionado en el testamento de Ya'far As-Sadiq (P). Con esta maniobra, el Imam eludió el plan de Al-Mansur. Esto no implicaba la designación del Imamato para 'Abdul.lah ni nada parecido, pues la designación hacia Musa Al-Kadzim (P) ya había sido aclarada. Sin embargo, 'Abdul.lah se autoproclamó Imam después de su padre, alegando ser el mayor de los hijos que vivían. El tenía tendencias muryiitas en su pensamiento filosófico, y no fue seguido por los discípulos de Ya'far As-Sadiq (P), excepto por unos pocos quienes formaron una secta conocida con el nombre de "Fathiyyta".


Otro hijo del Imam llamado Muhammad Ibn Ya’far, terminó apoyando a los Zaiditas.


En cuanto a Musa Ibn Ya'far As-Sadiq (P) era el más distinguido de los hijos del Imam, el más noble, el más piadoso, el de mayor conocimiento y el que había sido designado para el Imamato. La mayoría de los shiítas lo reconocieron como Imam y aceptaron su liderazgo.


Otro de los hijos del Imam As-Sadiq (P) llamado ‘Alí, llegó a ser de los seguidores del Imam Al Yawad (P), el bisnieto del Imam As-Sadiq (P).


Los gobernantes de su época fueron: Hisham Ibn Abdul Malik, Walid Ibn Yazid Ibn Abdul Malik, Yazid Ibn Abdul Malik, Ibrahim Ibn Walid y Marwan Al-Himar, todos ellos de la dinastía de los Omeyas; y Abu Al-'Abbas as-Saffah y Abu Ya’far Al-Mansur Dauaniqi de la dinastía ‘Abbasí.
* * *


EL IMAM AS SADIQ Y LOS GOBIERNOS DE SU ÉPOCA
CAÍDA DE LOS OMEYAS


El clan de los Omeyas pertenecía a una tribu de La Meca que se había enfrentado al Profeta (BP) y había luchado contra el Islam hasta conquistar La Meca. Muchos de sus ancestros habían muerto en las batallas contra los musulmanes, como por ejemplo la batalla de Badr, principalmente a manos del Imam ‘Alí Ibn Abi Talib (P). De aquí el odio y rencor que ellos guardaban contra la familia del Profeta (BP).


Muchos de ellos llegaron al poder en primera instancia durante el califato de 'Uzmán, como Marwan Ibn Al Hakam. Pero tras la muerte del tercer califa y el acceso al poder por parte del Imam ‘Alí (P), fueron destituidos y los bienes que habían obtenido, fueron decomisados. El odio hacia el Imam ‘Alí (P) se incrementó, y ellos lo enfrentaron hasta lograr que Mu'awiyah Ibn Abu Sufián tomara el califato.


El gobierno Omeya se caracterizó por su tiranía, libertinaje y violación de todas las normas religiosas. Ellos atacaron a la familia del Profeta, masacraron al Imam Husain (P) y sus compañeros en Karbala y conspiraron para envenenar al Imam Hasan, Imam‘Alí Ibn Husain y al Imam Muhammad al Baqir (P), además mataron a cientos de shiítas y opositores de su régimen. Uno de sus generales llamado Hayyay fue responsable de la ejecución de cuarenta mil musulmanes, entre ellos muchos de los compañeros de ‘Alí (P) como por ejemplo Qanbar y Kumail.


También saquearon Medina y profanaron la tumba del Santo Profeta. Atacaron La Meca con catapultas, produciendo la rotura de la piedra negra, y violaron la santidad del santuario (Haram) ejecutando a sus opositores, como 'Abdul.lah Ibn Zubair que fue colgado en la Ka’ba. Sus atrocidades no tenían límite. Uno de ellos hizo construir sobre la Ka’ba una habitación para tener un lugar de goce y diversión durante la peregrinación anual. Otro, según se relata, usaba el Sagrado Corán como blanco de sus flechas. Tomaban vino en público y organizaban fiestas con bailarinas y demás.

Despilfarraban el dinero en frivolidades. En definitiva introdujeron toda la corrupción de las grandes cortes imperiales, sobre todo de Bizancio, al naciente gobierno islámico. Construyeron un gran imperio árabe donde el Islam sólo figuraba como título formal, y como todo imperio humano, su propia corrupción lo llevó a su decadencia y su fin.


El gobierno Omeya duró unos ochenta años. El descontento popular iniciado tras la masacre de Karbala, fue creciendo hasta formar una continua ola de levantamientos. La consigna que encabezaban los mismos era el derecho a gobernar de los Bani Hashim, el clan al que pertenecía el Profeta. Uno de estos levantamientos fue encabezado por Zaid Ibn ‘Alí, el tío del Imam As-Sadiq (P), a pesar de las recomendaciones del Imam. Zaid fue traicionado por la gente de Kufa y fue asesinado. Su cuerpo fue colgado durante tres días y luego quemado. Tiempo después se formaría un grupo conocido con el nombre de "Zaiditas" el cual consideraba a Zaid como uno de los Imames. Ellos aún existen.


Finalmente son derrotados en el año 128 (d.H.). El último califa Omeya, Al Himar, huyó con su familia hacia el desierto. Uno de los sobrevivientes, Abdu Arrahman, fundó cinco años después el califato independiente de Córdoba en España, el cual subsistiría durante trescientos años.


LA DINASTÍA 'ABBÁSIDA


Fueron los miembros de la familia de 'Abbas, el tío del Profeta (BP), quienes lograron acceder al poder argumentando el derecho de Bani Hashim al mismo. Ese derecho en realidad le pertenecía a los Imames, pero ellos no lo reclamaron e incluso lo rechazaron cuando alguien se lo ofreció. Ellos sabían que el gobierno sólo lo obtendría el Imam Mahdi (P) en los tiempos finales.


Como los 'Abbásidas siempre hablaban del derecho de la familia del Profeta (BP), por un tiempo respetaron a los Imames. Pero como sabían que ese derecho les correspondía, finalmente los persiguieron tanto o más que los Omeyas. Todos los Imames fueron envenenados por órdenes de los califas 'Abbásidas. Algunos fueron encarcelados o mantenidos en sus casas bajo vigilancia, restringiendo sus actividades.


Durante esta época los shiítas eran muy perseguidos y asesinados de las formas más cruentas. Los 'Abbásidas terminaron siendo peores que los Omeyas con respecto a la Shi’ah.


Por otro lado durante el gobierno de los 'Abbásidas progresaron las ciencias en el Islam. Se constituyeron las cuatro escuelas sunnitas y aparecieron otras corrientes de pensamiento filosófico. Los califas propiciaban los debates entre religiosos y teólogos, donde solían participar los Imames. Esa época fue la "época dorada" del Islam por el auge de las ciencias, auge que tuvo sus raíces en la Escuela del Imam As-Sadiq (P).
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DURANTE SU IMAMATO


El Imam Ya'far As-Sadiq (P) asumió el Imamato tras la muerte de su padre, habiendo sido designado para él mismo por sus antecesores. En el tiempo de su Imamato presentó ciertas particularidades. En primer lugar, el cambio de gobierno, con el derrocamiento de los Omeyas y la asunción al poder de los 'Abbásidas. En segundo lugar, el enfrentamiento a corrientes de pensamientos filosóficos ajenos al Islam y la formación de grupos de estudio de teología, que más tarde darían lugar a las distintas escuelas del Islam, habiendo transcurrido cien años de la muerte del Profeta. Bajo estas condiciones, el Imam As-Sadiq (P) sentó las bases doctrinarias de la escuela shiíta, dando lugar a su pleno florecimiento, al punto que esta escuela también se la llama "Ya’farita".


Los seguidores del Imam Al-Baqir (P) cuentan que éste lo señaló muchas veces. En una ocasión dijo: "¿Ven a aquel hombre? (señalando a Ya’far-P-) El es uno de aquellos de quienes Dios Ha dicho: ‘Quisimos favorecer a quienes habían sido humillados en la tierra y hacerlos Imames y herederos’ (28:5)".
En otra ocasión se dijo sobre él: "He aquí la mejor de las criaturas".


Como ya señalamos, la época en la que transcurrió su Imamato fue muy especial. Se le concedieron ciertas libertades y el Imam pudo realizar una abierta difusión de las enseñanzas shiítas. Organizó la Escuela Imamita, teniendo a su cargo más de cuatro mil discípulos. El Imam les daba clases ordenándoles que dejaran todo asentado por escrito. A algunos de ellos les enseñaba en forma particular, especializándolos en diversas áreas. De este modo instruyó a sabios en las distintas ciencias de la religión y en otras ciencias, como por ejemplo química, medicina, matemáticas, física, astronomía, etc. Sus alumnos tradujeron al árabe las obras de los grandes pensadores griegos, latinos y persas, muchas de las cuales se han conservado hasta nuestros días.


También instruyó a muchos eruditos sunnitas, como Abu Hanifah (líder de la Escuela Hanifita), Malik Ibn Anas (líder de la Escuela Malikita), Sufián Azzuri, etc. En realidad las cuatro escuelas sunnitas tienen sus raíces en Ya’far As-Sadiq (P), al igual que toda la ciencia del mundo occidental.
Esta colosal tarea es la continuación de la línea de trabajo de sus ancestros, y no un mérito exclusivo del Imam Ya'far As-Sadiq (P). A él le tocó aprovechar la oportunidad, y así lo hizo. Sin embargo no gozó de plenas libertades durante su Imamato. El último califa omeya Hisham, lo había mandado a encarcelar y trasladar a Damasco.


Luego, el primero de los 'Abbásidas, Saffar, también lo mandó a prisión llevándolo a Iraq.


Después Al-Mansur Al-Dauaniqi, el segundo califa 'Abbásida, lo acusaba continuamente de conspiración, haciéndolo trasladar de Medina a Samarra para que declarase.


* * *
EL MARTIRIO DEL IMAM AS SADIQ (P)


El déspota califa 'Abbásida, Al-Mansur Al-Dauaniqi, que era uno de los despreciables califas de los Bani ‘Abbas y hombre terco y dictador, ordenó a sus subalternos que vigilaran muy de cerca a Al-Imam As-Sadiq (P); envió que lo espiaran y repetidas veces lo invitó para molestarlo e incluso para matarlo, pero ya que esto iba en contra de lo destinado por Dios, sus sucios planes fracasaban.


El Imam Al-Kadzim (P), el séptimo de los Inmaculados Imames dijo: "En una ocasión Al-Mansur invitó a mi padre a su palacio para matarlo; él había preparado una espada y otras armas, y ordenado a Rabi‘ –que era uno de sus servidores– que cuando Ya‘far Ibn Muhammad (P) entrase y Al-Mansur se encontrase hablando con él y éste aplaudiese (como señal), le cortase la cabeza.


El Imam entró. Cuando Al-Mansur vio al Imam, sin querer, se levantó, lo saludó y le dijo que lo había llamado para que pagase sus deudas… Entonces con una sonrisa en su rostro preguntó sobre la salud de su familia y allegados, y volteándose hacia Rabi‘ le ordenó: "Dentro de tres días lleva a Ya‘far Ibn Muhammad (P) de regreso con su familia…".


Pero finalmente Al-Mansur no pudo soportar más la presencia del Imam en su sociedad, la fama y liderazgo que había alcanzado éste Inmaculado en tierras lejanas, por ello el mes de Shauual del año 148 d.H. (765 d.C) envenenó a éste grandioso hombre. El Imam el día 25 de Shauual, a la edad de 65 años murió; y su purificado cuerpo fue enterrado junto al de su querido padre en el cementerio de Baqi‘ en Medina.


Sería bueno recordar unas cuantas líneas de los poemas escritos por el famoso poeta de la Shi‘ah, Abu Harirah ‘Ayali, y que lloremos por el Imam As-Sadiq (P) tal y como lo hicieron sus compañeros cuando se dirigían al cementerio, llevando sobre sus hombros el cuerpo de éste Impecable:
¿Acaso sabéis que grandioso hombre vais a enterrar?


¡Que lástima! Una alta montaña de gran jerarquía se derrumbó y se va bajo la tierra.


En la madrugada echarán tierra sobre su tumba; es más merecedor que ahora en su ausencia echemos tierra sobre nuestras cabezas.


Así es, con el martirio del Imam As-Sadiq (P) la historia del hombre y del Islam, perdió una valiosa joya que si no hubiesen existido los seis Imames descendientes de él, sin duda aseguraríamos, que el mundo hasta el día del Juicio Final, no contaría con alguien parecido a él.


Sean para él las bendiciones de Dios, de los ángeles, de los castos y de los creyentes.


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EL ÚLTIMO TESTAMENTO DEL IMAM MUHAMMAD AS SADIQ (P)


Abu Basir, uno de los grandes compañeros del Imam As-Sadiq (P) relata:
Después del martirio del Imam fui a su casa para dar el pésame a su esposa "Umm Hamidah". Los dos lloramos mucho por la muerte del Imam, entonces me dijo: "¡Oh, Abu Basir! Si hubieses estado presente cuando el Imam falleció, te hubieses asombrado ya que el Imam abrió sus ojos y pidió: "Traigan a todos mis familiares". Y cuando todos estuvieron reunidos, el Imam abrió sus ojos y dijo:
"La intercesión de nosotros los Imames, no es para aquellos que restan importancia al rezo".


* * *
SUS VIRTUDES


Los purificados Imames, cada uno en su época, fueron ejemplos de moral y digno comportamiento. (A sus seguidores continuamente les decían): "No invitéis a la gente a la religión y al Islam, a menos que sea con vuestras propias lenguas, actos y acciones".


Durante su existencia, fueron instruidos en el verdadero Islam y los métodos a seguir en todas las fases de la vida. Nadie más que ellos gozaban del perfecto conocimiento de los mandatos del Islam; nunca recomendaban benevolencia alguna a menos que ellos mismos hubiesen sido más indulgentes y más generosos hacia la gente que los demás; jamás aconsejaban la "abstención a lo ilícito" a menos que ellos mismos se abstuviesen de ello. Así fue cómo aquéllos que fueron educados en sus escuelas aprendían de cualquier movimiento de éstos Impecables la fe en sus creencias, actos y acciones, y al seguir sus instrucciones se convertían en verdaderos y fructíferos musulmanes, siendo cada uno de ellos ejemplos en su época y guías para los demás.


A continuación recordamos algunos ejemplos de la moral del sexto de los Inmaculados Imames:
1) Dijo Malik Ibn Anas (fundador de la escuela Malikita): "No han visto los ojos, ni han escuchado los oídos, ni ha pasado por los corazones de los hombres alguien mejor que Ya’far As-Sadiq (P) en sabiduría, devoción y piedad".
2) Relata Kashi: "Me encontré en la mezquita de Kufa con novecientos sheijes y todos confirmaron una narración de Ya’far Ibn Muhammad (P) que decía: Mi palabra es la palabra de mi padre, y ésta es la de mi abuelo, y ésta es la de su padre, ésta es la palabra de ‘Alí Ibn Abi Talib, y el dicho de ‘Alí es el del Enviado de Dios, y la palabra del Enviado de Dios es la palabra viva de Dios, Altísimo y Sublimado".
3) Dauud Ibn ‘Alí, descendiente de 'Abdul.lah Ibn 'Abbas, un gobernador 'Abbásida de Medina con tendencias ateas, mató al sirviente de Ya'far As-Sadiq (P) y le robó sus pertenencias. Ya'far As-Sadiq (P) se dirigió hacia él, y le dijo: "Has matado a mi sirviente y has robado sus propiedades. ¿Acaso no sabes que un hombre puede dormir cuando ha perdido a su hijo, pero no cuando está en guerra? Suplicaré a Dios contra ti.
El hombre le replicó irónico: "¿Nos amenazas con tu plegaria?" Abu 'Abdul.lah (P) regresó a su casa y pasó toda la noche rezando. Luego, en el alba, se le escuchó decir en su súplica: "¡Oh, Poseedor de la Fuerza Poderosa! ¡Oh, Poseedor de la Enemistad Feroz! ¡Oh, Poseedor del Poder ante el cual todas tus criaturas son humildes! Toma venganza sobre este tirano por mí".
No había pasado una hora de esto, cuando se anunció que Dauud Ibn ‘Alí había fallecido.
4.- Hisham Ibn Salim cuenta que el Imam As-Sadiq (P) procedía de la siguiente forma: "Por las noches llevaba sobre sus hombros un saco lleno de pan, carne y dinero, y lo repartía entre los necesitados de Medina, sin que ellos lo reconocieran. Cuando el Imam falleció y no hubo quién los ayudase, entonces entendieron que el desconocido era este grandioso hombre".
5) Informó Arrabi’ que cada vez que Ya’far Ibn Muhammad (P) iba a ver al califa Al-Mansur, movía sus labios y la ira de Al-Mansur se apaciguaba gradualmente, de manera tal que al llegar junto al califa, éste se hallaba complacido con el Imam.
Una vez Arrabi’ le preguntó: "Este hombre era el más furioso de los hombres cuando entraste, y cuando moviste tus labios, su furia se aquietó. ¿Cuales eran tus palabras?" El contestó: "Una súplica de mi bisabuelo Husain Ibn ‘Alí (P)". Arrabi’ dijo: "Por favor, ¿Cuál es esa súplica?" El le respondió: "¡Oh, quien me Provee en los tiempos duros! ¡Oh, quien me ayuda frente a la desgracia! Custódiame con Tu ojo el cual nunca duerme y rodéame con Tu impenetrable fortaleza".
Arrabi’ transmitió: "Aprendí esta súplica y nunca más tuve momentos difíciles sin que me aliviase al recitarla".
6.- Mu‘al.la Ibn Janis expone lo siguiente: Una noche lluviosa y oscura que el Imam As-Sadiq (P) se dirigía hacia Dzulh Bani Sa‘adah lo seguí. En el camino se le cayó algo de la carga que llevaba. Entonces exclamó: "¡Dios mío! Regrésame lo que he perdido".
Me acerqué y lo saludé. Preguntó: "¿Eres tú, Mu‘al.la?" Contesté: "¡Sí! ¡Ofrezco mi vida por ti!" Entonces me pidió que buscara con las manos algo que se le había caído. Encontré unos panes y se los di. Llevaba consigo un saco muy pesado lleno de panes. Le dije: "Permíteme que te ayude".
"¡No! —Continuó diciendo— Yo sé mejor lo que hago. Pero acompáñame".
Acompañé al Imam y llegamos a Dzulh Bani Sa‘adah. Un grupo de indigentes se encontraba dormido. El Imam colocó bajo la camisa de cada uno, uno o dos panes. No dejó a nadie sin porción. Cuando regresamos pregunté: "¿Pertenecen ellos a vuestros shiítas?"
"Si fuesen de mis shiítas, les ayudaría con más". Me respondió.
7) Abu Basir informó: "Visité Medina y en cierta ocasión iba hacia los baños (para realizar la purificación ritual) cuando me encontré con algunos colegas de la Shi'ah que iban a visitar a Ya’far As-Sadiq (P). Tuve miedo de perderme la visita, y fui con ellos a su casa. Cuando estuve frente a Abu 'Abdul.lah Ya'far As-Sadiq (P), me miró y me dijo: ¡Oh Abu Basir! ¿Acaso no sabes que las casas de los profetas y de los hijos de los profetas no son lugares indicados para entrar si uno se encuentra en estado de impureza? Me avergoncé y le dije: ‘¡Oh hijo del Mensajero de Dios! Me encontré con nuestros compañeros y tuve miedo de no poder visitarte. Nunca más volveré a hacerlo’. Y me marché.
8.- Qutaibah uno de los compañeros del Imam Ya‘far Ibn Muhammad As-Sadiq (P) declara: Un día fui a casa del Imam para visitar a su hijo que estaba enfermo. Encontré al Imam en la calle preocupado y pensativo. Le pregunté acerca de la salud de su hijo y me contestó:
"¡Juro por Dios que se nos va!"
El Imam entró a su casa y después de unos minutos salió de nuevo. Su aflicción se había calmado. En ese momento sentí alegría y esperanza; pensé que había pasado el peligro de la enfermedad. Nuevamente pregunté por el estado de salud del niño. Me respondió:
"Ha dejado este mundo".
Con admiración exclamé: "¡Ofrezco mi vida por ti! Mientras estaba con vida estabas triste y afligido, y ahora que ha muerto ¿no estás triste?"
Contestó: "Nosotros somos de una familia que demostramos nuestra aflicción antes de la tragedia, pero cuando acontece lo dispuesto por Dios nos resignamos y aceptamos la decisión del Creador".
9) Dijo el Imam As-Sadiq (P): "Nosotros poseemos el conocimiento de lo oculto, lo manifiesto, lo que está marcado en los corazones y lo que se desliza por los oídos. Nosotros tenemos la vasija roja, la vasija blanca, el rollo de Fátimah y el Yamiat en el cual está todo lo que la gente necesita".
Se le pidió que explicase estas palabras, y dijo: "El conocimiento de lo oculto es el conocimiento de lo que vendrá. El conocimiento de lo manifiesto, es lo que ha pasado. Lo que está marcado en los corazones es la inspiración Divina. Lo que se desliza en los oídos son las palabras de los ángeles. Nosotros oímos sus palabras, pero no vemos sus formas. En cuanto a la vasija roja, es lo que contienen las armas del Profeta; nunca nos dejarán hasta que quien está destinado entre los miembros de nuestra casa se levante (Al Qá’im). La vasija Blanca contiene la Torah de Moisés, los Salmos de David, los Evangelios de Jesús y los otros Libros de Dios. El rollo de Fátimah (P) contiene cada uno de los eventos que acontecerá, y los nombres de todos los gobernantes hasta que llegue la Hora Final. En cuanto al Yamiat es un documento de sesenta y cuatro metros de largo, dictado por boca del Mensajero de Dios (BP) y escrito por ‘Alí Ibn Abi Talib (P) con su propia mano. ¡Por Dios!, que en él está todo lo que la gente necesita hasta el fin de los tiempos, incluyendo el precio de sangre por las heridas, y si se requiere dar un latigazo completo o la mitad de él".
10- Musama‘ Ibn ‘Abdul Malik relata: En una ocasión nos encontrábamos con el Imam As-Sadiq (P), en la ciudad de Mina (cerca de La Meca), comiendo uvas, cuando se presentó un mendigo y pidió ayuda al Imam. El Imam le dio un racimo, no obstante lo rechazó y dijo: "Si fuese dinero, lo tomaría". Imam As-Sadiq (P) le respondió: "Que Dios te lo haga llegar".
El mendigo se fue y transcurrido un corto tiempo regresó pidiendo el racimo de uvas. El Imam expuso: "Que Dios te lo haga llegar". Y no le dio nada.
Entonces se acercó otro mendigo. El Imam tomó tres uvas en su mano y se las entregó. El mendigo exclamó: "¡Gracias a Dios, Creador del Universo, que me has dado mi porción de este día!"
El Imam llenó sus dos manos de uvas y se las dio; el mendigo las tomó y manifestó: "¡Gracias a Dios, Creador del Universo!"
El Imam exclamó: "¡Espera!" Entonces preguntó a su esclavo cuánto dinero llevaba consigo. Éste tenía veinte dirhams. El Imam se los dio al mendigo y éste dijo nuevamente:
"¡Gracias a Dios! ¡Dios mío, ésta es Tu Benevolencia, Tú eres Único y no tienes socio alguno!"
"¡Aguarda!" Le dijo el Imam, y le entregó su propia ropa para que se vistiese.
El mendigo se la puso y nuevamente agradeció a Dios diciendo: "¡Gracias a Dios que me vistió y me cubrió!"
Entonces volteando su rostro hacia el Imam continuó diciendo: "¡Dios te dé una buena recompensa!"
Musama‘ agrega: "Parecía que si no hubiese pedido por el Imam, y se hubiese limitado a agradecer únicamente a Dios, el Imam le hubiese seguido dando más y más cosas"
11) Dijo el Imam As-Sadiq (P): "Tengo las armas del Mensajero de Dios, pero nunca lucharé con ellas. Ellas se encuentran resguardadas, pues si cayeran en las manos del peor de las criaturas de Dios, éste se convertiría en el mejor de todos".
12) Le preguntaron a Abu 'Abdul.lah Ya'far As-Sadiq (P) acerca de lo que se decía sobre de Umm Salama (la esposa del Profeta) a quien se le había dado un rollo sellado. El dijo: "Cuando el Mensajero de Dios (BP) murió, ‘Alí (P) heredó su ciencia, sus armas y todo lo que él tenía. Luego, esto pasó a manos de Al-Hasan (P) y seguidamente a manos de Al-Husain (P)". Le preguntaron: "¿Esto pasó luego a ‘Alí Ibn Husain (P), a Muhammad Ibn ‘Alí (P) y ha llegado a ti?" Contestó: "Así es".
13.- Mu‘al.la Ibn Janis expone lo siguiente: Una noche lluviosa y oscura que el Imam As-Sadiq (P) se dirigía hacia Dzulh Bani Sa‘adah lo seguí. En el camino se le cayó algo de la carga que llevaba. Entonces exclamó: "¡Dios mío! Regrésame lo que he perdido".
Me acerqué y lo saludé. Preguntó: "¿Eres tú, Mu‘al.la?" Contesté: "¡Sí! ¡Ofrezco mi vida por ti!" Entonces me pidió que buscara con las manos algo que se le había caído. Encontré unos panes y se los di. Llevaba consigo un saco muy pesado lleno de panes. Le dije: "Permíteme que te ayude".
"¡No! —Continuó diciendo— Yo sé mejor lo que hago. Pero acompáñame".
Acompañé al Imam y llegamos a Dzulh Bani Sa‘adah. Un grupo de indigentes se encontraba dormido. El Imam colocó bajo la camisa de cada uno, uno o dos panes. No dejó a nadie sin porción. Cuando regresamos pregunté: "¿Pertenecen ellos a vuestros shiítas?"
"Si fuesen de mis shiítas, les ayudaría con más". Me respondió.
14.- Hisham Ibn Salim cuenta que el Imam As-Sadiq (P) procedía de la siguiente forma: "Por las noches llevaba sobre sus hombros un saco lleno de pan, carne y dinero, y lo repartía entre los necesitados de Medina, sin que ellos lo reconocieran. Cuando el Imam falleció y no hubo quién los ayudase, entonces entendieron que el desconocido era este grandioso hombre".
Nota: Ya hemos visto algo sobre las pertenencias de los Imames como signo y prueba de su autenticidad. Esto era conocido, porque sostenían que Zaid Ibn ‘Alí era el Imam, y declaraban que él tenía las armas del Profeta. Esto fue rechazado por el Imam As-Sadiq (P), quien dio algunas descripciones sobre las mismas. Aclaramos que Zaid (que Dios tenga misericordia de él) no sostenía esto, y su levantamiento contra la opresión no fue con la intención de reclamar un gobierno para sí mismo.
15) Dos zaiditas se acercaron a Abu 'Abdul.lah (P) y le preguntaron: "¿Existe entre vosotros un Imam cuya obediencia sea obligatoria?" El Imam les respondió: "No". Ellos insistieron: "Personas confiables nos han informado que tú declaras, confirmas y sostienes eso, y nosotros te los podemos nombrar: son fulano y fulano. Ellos son hombres piadosos y devotos, que no mienten".
Abu 'Abdul.lah (P) se enojó y dijo: "Yo nunca les ordené decir eso". Cuando ellos vieron la ira de su rostro, se marcharon. Entonces el Imam le preguntó a uno de sus discípulos: "¿Los conoces?" Este contestó: "Sí. Ellos son de nuestro mercado. Pertenecen a los zaiditas, y alegan que la espada del Mensajero de Dios está en posesión de 'Abdul.lah Ibn al Hasan". El Imam (P) dijo: "Ellos mienten. ¡Que Dios los maldiga! 'Abdul.lah Ibn al Hasan no la ha visto con sus ojos, ni supo de ella en forma indirecta, ni su padre la vio, a menos que haya estado en posesión de ‘Alí Ibn Al-Husain (P). Si ellos dicen la verdad, ¿cuál es la marca identificatoria de su empuñadura y qué trazos hay en el filo de su hoja? La espada del Mensajero de Dios así como su estandarte, su cota de malla, su armadura y su yelmo están sólo en mi posesión. Si ellos afirman la verdad, que digan cuál es la marca identificatoria de la cota de malla del Mensajero de Dios. En mi posesión está el estandarte del Enviado de Dios, el cual se lo conoce como ‘Al Mughallabah’ (el que realmente triunfa). En mi posesión están las tablas de Moisés y su báculo. En mi posesión está la vasija con la cual Moisés (P) acostumbraba a sacrificar animales. En mi posesión está la palabra que el Mensajero de Dios acostumbraba usar cuando luchaba contra los idólatras, y que a través de ella ninguna de sus flechas llegaba hasta los musulmanes. En mi posesión está lo que los ángeles trajeron. El ejemplo de la armadura del Santo Profeta entre nosotros es como el ejemplo del Arca de la Alianza entre Bani Israil: en la casa donde fuese depositada, es dada la Profecía. De este modo, a quien de nosotros le es dada la armadura, también le es otorgado el Imamato...."
* * *


EL IMAM AS SADIQ Y ZAID IBN 'ALÍ (P)


Zaid, hijo del Imam Zainul ‘Abidin (P), es considerado —por la escuela Shi‘ah— uno de los grandes personajes del Islam, y uno de los verdaderos eruditos, virtuosos y magnificentes.
Cuando la tiranía del gobierno Omeya se encontraba en la cúspide, Zaid se rebeló con heroísmo, peleó con valentía y fue martirizado con crueldad. Su virtuosa vida, su levantamiento y martirio registrados en las páginas de la historia, son prueba de la perfecta educación que recibió este eminente por parte de la familia de los Imames, de su padre y hermano.
Los sabios del Islam concuerdan con que Zaid era un hombre eminente, virtuoso, sabio y abstinente. Nuestros Impecables Imames en repetidas ocasiones mencionaron las virtudes y magnanimidad de Zaid. Existen tantas narraciones a este respecto, que el Shaij As-Saduq (descanse en paz) en su obra ‘Uiun Ajbar ar Rida dejó un capítulo exclusivo para éstas.
El Shaij Al-Mufid registra: "Después del Imam Al-Baqir (P), entre los hijos del cuarto Imam, Zaid fue el más sobresaliente. Era abstinente, devoto, jurisconsulto, misericordioso y valiente; siempre recomendaba la abstención de lo ilícito y encomendaba la benevolencia".
Abu Yarud declara: En una ocasión que fui a Median y pregunté por Zaid, me informaron: "Está leyendo el Corán".
Hisham relata: Un día Jalid Ibn Safuan hablaba acerca de Zaid, le pregunté: "¿En donde lo viste?" "En uno de los pueblos de Kufa". Respondió.
"¿Cómo era?" Le pregunté intrigado.
"Lo que yo observé es que lloraba mucho por temor a Dios".
El Shaij Al-Mufid declara: "Un grupo de la Escuela Shi‘ah llamados zaiditas —que consideran a Zaid el sucesor del imamato después de su padre— sostienen que Zaid se rebeló con la espada e invitaba a la gente a que siguiese a la familia de Muhammad (BP), y por ello lo consideraban el Imam de la época. Pero estaban en un error y él sabía perfectamente que después de su padre, su hermano Al-Baqir (P) sería el Imam; y el Imam Al-Baqir (P) también antes de morir nombró como heredero —a su hijo— As-Sadiq (P)".
* * *


LA REVUELTA DE ZAID


Zaid viajó a Al-Sham para quejarse del gobernador de Medina Jalid Ibn ‘Abdul Malik. El solicitó entrevistarse con Hisham Ibn ‘Abdul Malik Umaiiah pero éste en forma de desprecio se rehusó a recibirlo. Entonces le envió una carta a Hisham exponiendo su demanda y protesta, la cual Hisham hizo retornar al remitente diciéndole que regresara a su ciudad. Zaid dijo: "¡Juro por Dios que no regresaré…!" Quedándose en Al-Sham hasta que Hisham lo recibió. Hisham había ordenado que cuando Zaid entrara, un grupo de sus hombres lo rodeara y así evitar que se le acercara.
Zaid entró a la reunión y de inmediato inició su discurso. Dirigiéndose a Hisham dijo: "Entre los servidores de Dios Todopoderoso no existe alguien más eminente que aquél que recomienda la abstinencia, ni nadie más bajo que aquél que no lo haga. Yo te aconsejo que te abstengas de lo prohibido y temas a Dios".
Hisham en tono áspero respondió: "Tú te crees merecedor del califato y no pierdes las esperanzas de obtenerlo; pero no eres más que el hijo de una esclava".
"No existe posición más alta que la del Profeta. —Dijo Zaid— Algunos de los profetas, tales como Ismael hijo de Abraham, eran hijos de esclavas; y si ser hijo de una esclava fuese una falta, Ismael nunca hubiese sido nombrado Profeta. ¿Que es más valioso, la Misión Profética o el califato? Además, alguien que sus antepasados fueron el Mensajero del Islam y ‘Ali Ibn Abi Talib ¿qué importancia tiene que su madre haya sido una esclava?"
Hisham al escuchar estas palabras se levantó y enfurecido ordenó que sacaran a Zaid de la reunión. En ese momento Zaid manifestó: "Son bajos y ruines aquellos que abominan y temen al ardor de la espada".
Luego informaron a Hisham de las palabras de Zaid y él comprendió que Zaid se rebelaría contra los Omeyas. Fue entonces cuando dijo a sus cortesanos: "Vosotros creíais que habíamos terminado con esta dinastía (refiriéndose a la dinastía de ‘Ali Ibn Abi Talib), juro por mi vida que una dinastía que cuenta con alguien como Zaid ¡no puede haberse extinguido!"
Zaid se dirigió de Al-Sham a Kufa. Los seguidores de la Shi‘ah hicieron el juramento de lealtad con él, únicamente de la ciudad de Kufa fueron quince mil los que le dieron la mano jurándole fidelidad. Otros muchos en Madain, Basora, Uasit, Jurasán, Ray, Al-Mawsil y muchas otras ciudades, se adhirieron a su movimiento, y Zaid se rebeló.
Inició la guerra. Los seguidores de Zaid se encontraban faltos de espíritu y valor. Muchos de ellos rompieron su juramento dando la espalda a Zaid de la forma más cobarde. Zaid combatió con valentía a pesar de que iba acompañado de muy pocos guerreros. Finalmente recibió un flechazo en la frente y después de unos días falleció. Las bendiciones de Dios y de los ángeles sean para él. Zaid fue martirizado el mes de Safar del año 120 ó 121 de la Hégira.
Algunos de sus compañeros enterraron por la noche el cuerpo de Zaid en un canal, y después abrieron el agua para que de esta forma quedase oculta su tumba, pero finalmente sus enemigos la encontraron, y sacaron el cuerpo de Zaid de ésta, separaron su cabeza del cuerpo y la enviaron a Hisham. Por orden de Hisham colgaron el cuerpo desnudo de Zaid en las afueras de Kufa, y durante años estuvo colgado como bandera de los mártires, hasta que Hisham nuevamente dio la orden que lo bajaran y quemaran sus restos, y esparcieran sus cenizas en el viento. Así fue: los opresores temían hasta del cuerpo sin vida de Zaid.
La noticia del martirio de Zaid entristeció fuertemente al Imam As-Sadiq (P) al grado que la tristeza y dolor se reflejaron en su rostro. El Imam entregó mil dinares a Abu Jalid Uasati para que los repartiera entre las familias de aquellos que habían ofrecido su vida junto a la de Zaid.
"Fudail Risan" relata que después del martirio de Zaid fue a visitar al Imam, durante la plática hablaron de Zaid, entonces el Imam expresó: "¡Dios perdone sus pecados! Fue creyente y sapiente (tenía fe en nuestro imamato), docto y veraz. Si hubiese triunfado, hubiese sido fiel y hubiese sabido entregar el califato a quienes les pertenece". Esta frase aclara que Zaid peleaba por el califato e imamato del Imam As-Sadiq (P) y si su movimiento hubiese triunfado, hubiese hecho público quién era el Imam y a quién pertenecía en verdad el califato.
De las palabras dichas por el Imam, se deduce claramente que la revolución de Zaid tuvo como objetivo quitar el gobierno a los Omeyas y entregarlo al Imam, y que Zaid admitía tanto el imamato del Imam Al-Baqir (P) como el del Imam As-Sadiq (P).
Así también, el Imam Ar-Rida (P) dijo a Al-Ma‘mun: "Zaid fue uno de los eruditos de la familia del Profeta, entristeció por Dios y peleó contra los enemigos de Él hasta que fue martirizado; mi padre Musa Ibn Ya'far As-Sadiq (P) me platicó que su padre Ya‘far Ibn Muhammad (P) y decía:
"Dios perdone los pecados de mi tío Zaid que invitaba a la gente al imamato de la familia de Muhammad (BP); y si hubiese triunfado hubiese sido leal de aquello a lo que invitaba (o sea, entregaría el califato al Imam)". Dije a Zaid antes de la revuelta: "¡Oh, querido tío! Si estás dispuesto a que te maten y después te cuelguen, entonces rebélate".
"¿Acaso el no se jactaba de ser Imam?". Preguntó Ma‘mun.
"¡No! Él invitaba a la gente a que siguiese a la familia de Muhammad (BP)". Respondió el Imam.
El Shaij As-Saduq sostiene que Zaid Ibn ‘Ali declaró: "En cada época existirá un representante de la familia de Muhammad (BP), que será líder y prueba de Dios Todopoderoso sobre la tierra, y Ya‘far Ibn Muhammad, hijo de mi hermano, es el Imam de esta época. Aquél que lo imite, no se extraviará y aquél que se aleje de él, no será guiado".
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UNA MUESTRA DE SU FORMA DE POLEMIZAR
El Imam As-Sadiq (P) al final del gobierno Omeya y principios del gobierno 'Abbásida, aprovechando el desacuerdo que existía entre estas dos dinastías, se dedicó a expandir su ciencia y religión, y declaró a la ciudad de Medina el centro de aprendizaje. Fue ahí donde educó a miles de investigadores en diferentes ramas de la ciencia. La sabiduría del Imam se hizo tan famosa, que inclusive desde los países islámicos más lejanos venían a Medina y a otras de sus escuelas para adquirir estas ciencias y aprovechar de esa gran sabiduría. Incluso muchos sabios de otras religiones lo visitaban para argumentar científicamente, y las contestaciones que dio y debates que sostuvo con los diferentes sabios de diversas religiones, forman parte de las más interesantes páginas de la historia del Islam.
Al parecer, las respuestas del Imam se basaban tomando en cuenta la época y situación reinante, así también en la forma de reflexionar e interpretar del interrogador; por ello podemos observar que algunas de sus contestaciones demostraban lo falso e insignificante de la forma de pensar del demandante, y otras también estimulaban el pensamiento y reflexión del inquiridor; y claro está, en otras ocasiones, vemos que sus respuestas son completamente científicas y filosóficas.
La compilación de las respuestas y los debates que dio y sostuvo el Imam As-Sadiq (P), están registradas en un libro por separado. Nosotros aquí, nos limitamos únicamente a mencionar algunas de éstas, que se encuentran al nivel de comprensión de nuestros jóvenes:


1) En cierta ocasión se presentó un sirio ante el Imam Ya'far As-Sadiq (P) diciendo: "Soy sabio en teología, jurisprudencia y en leyes de herencia. He venido a polemizar con tus seguidores".
El Imam le preguntó: "¿Tu teología proviene del Mensajero de Dios (BP) o de ti mismo?" El sirio contestó: "En parte es del Profeta en parte es mía". El Imam replicó: "¿Entonces estás asociando al Mensajero de Dios?" "No", le respondió.
Inquirió Abu 'Abdul.lah (P): "¿Has tenido alguna revelación directa de Dios?" "No", contestó. "¿Se requiere que se te obedezca al igual que al Mensajero?" "No", contestó.
El Imam Ya'far As-Sadiq (P) se dirigió a sus discípulos y les dijo: "Este hombre se está contradiciendo a sí mismo antes de comenzar el debate".
Luego el Imam hizo que debatiera con alguno de sus discípulos. Finalmente lo hizo polemizar con Hisham, el más joven de los presentes. El sirio le dijo: "¡Oh, muchacho! Pregúntame sobre el Imamato de este hombre (el Imam As-Sadiq -P-)".
Hisham se molestó por su descortesía, pero con tranquilidad comenzó a preguntar: "¿Quien es más amable para con los siervos: Dios o ellos mismos?" "El Creador", respondió el sirio.
Hisham continuó: "¿Qué ha hecho el Creador por sus siervos?" "El Ha dispuesto una clara guía y una prueba para protegerles de las discrepancias y la desunión, estableciendo la amistad y la unidad entre ellos y aclarándoles sus deberes religiosos".
"¿Y quién es esa guía?" "El Profeta", respondió.
"¿Y tras la muerte del Profeta?" "El Libro de Dios y la sunnat del Profeta".
Hisham le preguntó: "¿Pueden el Libro de Dios y la sunnat del Profeta librarnos de la discordia actual?" "Por supuesto".
"¿Entonces, por qué estamos discutiendo, si ambos somos musulmanes? ¿Por qué has venido a polemizar con nosotros desde Siria?" El hombre se calló. El Imam le dijo: "¿Por qué no respondes?" Le contestó: "¿Y qué puedo decir? Si afirmo que no tenemos diferencias, miento. De lo contrario, estaría admitiendo que el Libro de Dios y la sunna del Profeta no son lo suficientemente claros y definidos como para disipar nuestras discrepancias. Pero podría utilizar el mismo argumento en su contra". El Imam consintió, y el sirio le preguntó a Hisham: "¿Quién es más amable con los siervos: Dios o ellos mismos?" "Dios", contestó. El sirio continuó: "¿El Ha enviado a alguien para proteger la unidad de los musulmanes, para dirigirlos y hacerles distinguir entre lo verdadero y lo falso?"
Hisham dijo: "¿Te refieres a la época del Profeta o a la actualidad?" El sirio replicó: "En los tiempos del Profeta era él. Háblame de nuestros tiempos".
"En el día de hoy, es ese hombre que está sentado ahí (señalando al Imam As-Sadiq -P-), al cual vienen a verlo personas de los lugares más lejanos. El tiene las noticias del cielo y la tierra, y este conocimiento le fue delegado por su padre y así sucesivamente hasta llegar al Profeta". El sirio inquirió: "¿Y cómo puedo corroborar eso por mí mismo?"
"Ve a él y pregúntale lo que quieras", dijo Hisham. El sirio se dirigió al Imam, pero antes que le preguntara algo él comenzó a hablarle de los detalles de su viaje y una serie de datos que sólo el sirio podía conocer.
Entonces al hombre no le quedaron dudas sobre la autenticidad del Imam. Luego Ya’far As-Sadiq (P) felicitó a Hisham por su manera de polemizar.
Nota: La lógica usada en los debates tanto por el Profeta Muhammad (BP) como por los Imames, es clara e irrebatible. Ellos siempre polemizaron brindando lo mejor, llevando las mentes a la comprensión y evidenciando los errores. En los casos en que sus contrincantes eran sinceros, siempre terminaban afirmando su fe en ellos. En otros casos no era así, como el que veremos a continuación, donde el contrincante sólo polemizaba para divertirse.
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2- "Abu Al-Mansur" relata: Uno de mis amigos me platicó que se encontraba sentado en la Mezquita de Al-Haram, en La Meca, junto a Ibn Abi Al-‘Afya’ y ‘Abdul.lah Ibn Muqafa‘—dos ateos de esa época—. Ibn Muqafa‘, señalando hacia donde estaban los peregrinos haciendo la circunvalación, exclamó: "¿Ven a esa gente? Ninguno de ellos merece ser llamado ser humano, a excepción de aquél que se encuentra sentado (refiriéndose al Imam As-Sadiq –P–); ¡todos los demás son bajos y animales!"
"¿Por qué entre todos estos únicamente consideras a ese hombre un ser humano?" Exclamó Ibn Abi Al-‘Afya’.
Abu Al-Mansur respondió: "Porque en él observé sabiduría, conocimiento y grandeza, que en ningún otro he observado".
Sugirió: "Esto que dices tengo que verlo y experimentarlo yo mismo".
"No lo hagas —le propuso—. Estoy seguro que si hablas con él cambiará tus ideas (o sea, que tú no crees en Dios ni en la religión y él te hará reflexionar en cuanto a esto)".
"Tú realmente no piensas así, sino que no quieres que me entreviste con él y me dé cuenta de que lo que argumentas es mentira".
"Ahora que opinas así, ve a visitarlo pero ten cuidado y no dudes, pues te rendirás ante él y medita antes de hablar, no digas algo que pueda utilizar en tu contra y después no puedas contestarle".
Ibn Abi Al-‘Afya’ fue a ver al Imam y yo me quedé solo con Ibn Muqafa‘. Cuando regresó exclamó: "¡Oh, Ibn Muqafa‘! ¡Pobre de ti! ¡Me dijiste que él es un ser humano, pero yo digo que él no es de este mundo! ¡Es único en este mundo! Cuando quiere se presenta como un espíritu puro y otras veces en el cuerpo de un ser humano. ¡Es único!"
Ibn Muqafa‘ preguntó: "¿Qué es lo que ha sucedido?"
"Fui para entrevistarme con él —respondió—, me senté y cuando todos se retiraron y me quedé solo con él, dijo: "Si la cuestión —fe y religión— fuese como ellos dicen (señalando a los peregrinos que realizaban la circunvalación) y ciertamente que así es (o sea, que existe Dios, religión y resurrección), entonces ellos han cruzado el camino de la verdad y vosotros os habéis alejado de la felicidad y estáis en la perdición. Y si la cuestión fuese como vosotros decís (refiriéndose a que no existe Dios ni el día de la resurrección) que indudablemente no es así, entonces vosotros y los musulmanes se encuentran en la misma situación (o sea, que los musulmanes que creen en la religión no cayeron en la perdición); ya que supongamos que no existiese Dios ni el día de la resurrección y fuese como vosotros decís, que cuando uno muere termina todo y no hay que dar cuenta de los actos, entonces los musulmanes no perdieron nada y se encontrarán en las mismas condiciones que vosotros".
"¡Dios perdone tus pecados! —Le dije— ¿Qué diferencia hay entre mis palabras y las de ellos? Entre sus creencias y las nuestras, no hay discrepancia alguna".
"¿Cómo puedes asegurar que decís lo mismo? —Argumentó el Imam— Cuando ellos tienen fe en el Día del Juicio, la recompensa y el castigo; creen en Dios, creador de los Cielos y el Universo, y en que todo lo que existente en estos fue creado por Él. ¡Mientras que vosotros creéis que no hay existencia en el Universo!"
Aproveché el momento en que el Imam hablaba de Dios para expresar mis ideas y dije: "Si es así como ellos aseguran, pues ¿por qué su Dios no se aparece ante ellos y los invita a que Lo adoren para que así no se creen confusiones? ¿Por qué se esconde de ellos y envía a sus Profetas? ¡Si viniese, para la gente sería más fácil creer en Él!"
"¡Oh, que desdichado! —Exclamó el Imam— ¿Cómo es posible que no puedas ver la fuerza que puso en ti al crearte? Te dio vida a pesar de que no existías. Te hizo crecer después de haberte creado pequeño. Te dio fuerza y poder después de haberte hecho endeble, y después de darte salud te dio enfermedad, y después de la enfermedad te otorgó salud; felicidad después de una desgracia, y desgracia después de una felicidad; te sosegó después de una preocupación, y te dio preocupación después de sosegarte; amistad después de enemistad, y enemistad después de amistad; constancia después de la volubilidad y debilidad, y éstas después del firme propósito y la perseverancia; agrado después de un enfado, y enfado después de un agrado; ambición y apetencia después de la indiferencia y apatía, y abnegación y desinterés después del deseo y aspiración; esperanza después de la desesperación, y pesimismo después del optimismo; conocimiento después de la equivocación y te hizo olvidar aquello que tenías en mente…"
Y cuando habló de la muestra del poder y obra de Dios que existen en mí mismo, no pude negarlo; mientras que el Imam continuaba numerando cada una de estas, yo sentí en ese momento que Dios estaba presente".
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3) Un grupo de "Zadiqs" (materialistas o ateos) se hallaban en la Ka’ba durante los rituales de la Peregrinación. Abu 'Abdul.lah (P) se encontraba entre la gente dando decisiones legales, explicando el Corán y respondiendo a sus preguntas. Entonces algunos de ellos le plantearon a Ibn ‘Alí al Awja si podía hacer que el Imam fuese puesto en ridículo, preguntándole algo que no pudiese responder. Este se acercó al Imam As-Sadiq (P) y le pidió permiso para preguntarle algo.
El Imam Ya'far As-Sadiq (P) se lo concedió, y él le preguntó: "¿Por cuánto tiempo vosotros habéis transitado este piso desgastado y habéis dado vueltas alrededor de esta piedra? ¿Por cuánto tiempo vosotros habéis adorado esta Casa hecha de ladrillos y barro, deambulando a su alrededor como un camello asustado? Cualquiera que meditase esto, advertiría que se trata de la acción de un hombre sin inteligencia ni intelecto. Así que explícalo, tú que eres el principal exponente de esto, siendo tu padre (el Profeta) su fundador y su base".
El Imam respondió: "Aquellos a los que Dios extravía y aquellos cuyos corazones son enceguecidos por El, encuentran que la verdad es dañina, y nunca prueban su dulzura, el demonio es el amigo y señor de tales hombres. El los conduce a las fuentes de la destrucción y nunca les permite regresar de ellas. Esta es una casa donde las criaturas de Dios buscan adorarlo y manifestar en forma evidente su obediencia al llamado. Por eso El las Ha urgido (refiriéndose a sus criaturas) a magnificarla y visitarla, la Ha establecido como el lugar de Sus profetas y la dirección de la plegaria de quienes Le rezan. Ella es una parte del Paraíso y un camino que conduce a Su Perdón. Fue establecida como cima de la perfección y punto de reunión de la Majestad y la Gloria. Dios la creó dos mil años antes que la tierra fuese establecida. Y el más Digno de ser obedecido en lo que ordena y veda es Dios, el Creador de todas las almas y todas las formas".
El ateo replicó: "¡Oh, Abu 'Abdul.lah! Tú sólo has hablado y te has referido a alguien que no está presente".
El Imam As-Sadiq (P) le contestó: "¡Avergüénzate! ¿Cómo puede Aquel que está más cerca de sus criaturas que sus propias venas yugulares, que escucha sus palabras y conoce sus secretos, ser alguien que no está presente?"
El ateo preguntó: "¿Acaso el está en todo lugar o no? Si Él está en el cielo, ¿cómo puede estar en la tierra? Si Él está en la tierra, ¿cómo puede estar en el cielo?"
El Imam dijo: "Tu descripción se refiere a algo que está creado, que cuando se mueve hacia un lugar, ocupándolo, el primer sitio queda vacío, y luego de llegar a un sitio desconoce lo que ocurre en el lugar que abandonó. Pero para Dios, el Poderoso, el Dignificado, el Soberano, el Juez, no es así. No hay lugar sin Él, ni lugar ocupado por Él. Él no está más cerca de un lugar que de otro. De esta forma, las señales de Sí Mismo que Él da son testigos Suyos, y Sus acciones Lo evidencian. Aquel a quien Él Ha enviado con signos precisos y pruebas claras, Muhammad (BP), nos ha traído esta forma de adoración. Si tú tienes alguna duda sobre alguna de sus descripciones, pregunta y te explicaré."
Ibn ‘Alí Awaj no supo qué decir, y se marchó de su lado. Sus compañeros le recriminaron por haberse dejado humillar, y él les dijo: "El sólo es el hijo de un hombre que rapó la cabeza de estos que ven reunidos aquí".
* * *
4- "Hisham" argumentó: Una de las preguntas que Zandiqi realizó al Imam As-Sadiq (P) fue: "¿Qué es Dios?"
El Imam le respondió: "Él es algo diferente a cualquier otra creación. Utilizo esta palabra sólo para dejar clara esta pregunta; y cuando digo algo quiero decir que es algo y existe, pero no tiene cuerpo ni figura; no es visible ni palpable, ni se puede sentir con ninguno de los cinco sentidos; uno no puede imaginar como es; Él no tiene fin ni se extinguirá ni tampoco el tiempo puede cambiarlo".
"¿Puede ver y oír?" Cuestionó Zandiqi.
"¡Sí! Él puede ver y puede oír a pesar de no tener órgano para ello; puede ver sin contar con el medio para hacerlo. Su esencia misma es la que oye y ve; cuando digo: su esencia misma es la que oye y su esencia misma es la que ve, no me refiero a que Él sea una cosa y su esencia otra, sino que utilizo esta expresión para que me entiendas, por lo tanto digo que Él con toda su existencia oye y cuando digo toda no quiero decir que está hecho de partes, sino quiero que tú comprendas mi intención que es sólo hacerte entender que Él oye, Él ve, Él es Consiente y Sabedor, y entre su Esencia y Poder no existe discrepancia".
"¿Pues que es él?"
"Él es ‘El Señor’ y ‘El Todopoderoso’, ‘El Reverenciado’, Él es ‘Al.lah’; nuevamente te repito que mi intención no es pronunciar cada una de sus letras, sino que describir Su virtuosidad y esencia, que han creado todas las cosas y Él es su creador. Lo mismo es cuando lo llamo ‘El Compasivo’, ‘El Misericordioso’, ‘El Poderoso’ y otros muchos nombres, y Él es Dios Todopoderoso, El Honrado, El Glorioso".
"¡Pero no podemos imaginar una cosa a menos que haya sido creada!" Agregó Zandiqi.
"Si fuese así, desaparecería nuestra obligación moral hacia el monoteísmo, ya que hacia algo que no puede uno imaginarse no tiene uno ningún deber; pero nosotros decimos que cualquier cosa que entre por medio de los sentidos a nuestra mente, y se limite a nuestros sentidos, y tenga una imagen en nuestra mente que podamos relacionarlo con esto, a esto le llamamos creado; por lo tanto cuando queremos probar al Creador de las cosas, debemos no acreditarle a Dios dos razones, una "la negación" que rehusarlo es invalidarlo y denegarlo, y la otra "la afinidad" ya que si tiene parecido a algo será del grupo de los creados que se manifiestan y están compuestos de partes combinadas; después de probar al Creador y Dios Todopoderoso es inevitable que los que fueron creados por Él, necesitan de Él, y todo fue creado por Él y el Creador de todo es diferente a ellos mismos y no tiene parecido alguno a ninguno de ellos, ya que si fuese como ellos, sería igual que ellos; o sea, estaría hecho de partes combinadas y compuestas y se simularía a ellos ya que antes no existía y ahora es, y pasó de ser pequeño a grande, y de la oscuridad a la luz, y de la fuerza a la debilidad, y no es necesario que te explique más la situación de otras de sus creaciones existentes".
"Cuando quieres evidenciar a Dios, en realidad lo estás limitando". Agregó Zandiqi.
"¡No! –Respondió el Imam– De ninguna manera, no lo limito, simplemente quiero demostrar Su existencia y entre negarlo y probarlo no existe relación alguna".
"¿Acaso él existe?"
"¡Sí!, cualquier cosa prueba su existencia cuando es".
"¿Acaso cuenta también con calidad y forma?"
"¡No! Ya que la calidad y forma son parte de las cualidades; y por medio del conocimiento completo de algo, podemos expresar sus atributos y propiedades. Pero cuando queremos demostrar la existencia de Dios Todopoderoso, debemos abstenernos de "negarlo" y "asociarlo"; ya que aquél que Lo niegue, Lo está denegando e invalida Su providencia; y aquél que Lo asocie con algo o alguien, en realidad Lo está relacionando con las cualidades de lo creado que no son dignas del Todopoderoso. Y debemos decir que Sus cualidades son exclusivas de Él, y sólo existen en Él, y únicamente Él tiene completo conocimiento de éstas, y nadie a excepción de Él sabe como son".
"¿Es que Él mismo supervisa las cosas y lleva a cabo algún trabajo?"
"Él es superior a eso; ya que eso es una cualidad de los creados que tienen contacto con las cosas y las supervisan (llevándolo a cabo con su cuerpo y las partes de éste); y el deseo y determinación de Dios Todopoderoso, son buenos y todo lo que Él quiere se lleva a cabo por medio de Su decisión".
* * *
5- "‘Abdul.lah Disani" que era uno de los incrédulos, fue a ver al Imam As-Sadiq (P), y después de pedir permiso, entró, se sentó y manifestó: "¡Oh, Muhammad Ibn Ya‘far! Preséntame a tu Dios".
"¿Cómo te llamas?" Le preguntó el Imam.
Disani guardó silencio, se levantó y salió de la habitación. Cuando sus amigos se enteraron de lo sucedido, preguntaron asombrados: "¿Por qué no dijiste tu nombre?"
"Si hubiese dicho me llamo ‘Abdul.lah –manifestó Disani– hubiese cuestionado inmediatamente ¿quién es ese del cuál eres hijo y servidor?"
"Regresa y dile que sin preguntar tu nombre te guíe hacia su Dios" –Propusieron sus amigos.
Disani regresó a donde se encontraba el Imam y le dijo: "¡Prueba para mí que existe Dios, sin preguntar mi nombre!"
Imam le dijo: "¡Siéntate!"
El hijo más pequeño del Imam se encontraba presente, jugando con un huevo. El Imam tomó el huevo en sus manos y dijo: "¡Oh, Disani! Ésta es una fortaleza completamente cerrada, compuesta por una cáscara dura, después de esta cáscara le sigue otra pero suave. Su parte dorada es soluble y su parte plateada es líquida, pero nunca se mezclan la una con la otra. No sale de ella su provecho ni hay nada que nos indique que goza de buena salud; nada que le perjudique puede entrar a ella ni nos puede decir que está en buen estado o no; no existe señal alguna de que lo que se encuentra dentro de esta fortaleza sea femenino o masculino. Luego se rompe su cáscara y sale de ella un polluelo con plumaje de diferentes colores. ¿Acaso para poseer tantas maravillas no necesita de un diseñador y creador?"
Disani guardó unos minutos de silencio mientras pensaba, entonces levantó la cabeza y dijo:
"¡Soy testigo de que no hay divinidad más que Dios Único y no tiene socio alguno! ¡Atestiguo que Muhammad es Su enviado y servidor, y atestiguo que vos sois el merecedor del califato! ¡Estoy arrepentido por haber pensado así e imploro a Dios que me perdone!".
* * *
LOS COMPAÑEROS Y DISCÍPULOS DEL IMAM AS SADIQ (P)
Tal y como mencionamos con anterioridad los gobernantes Omeyas y luego los Abbasíes, vigilaban con sumo cuidado a nuestros Imames e inclusive en algunas ocasiones, evitaban que la gente tuviese contacto con ellos. En ese estado, al final del gobierno Omeya e inicio del 'Abbásida, como consecuencia de la debilitación de estas dos dinastías, y como resultado de las contiendas que sostenían y ocupaciones que tenían, los amigos de los Imames aprovecharon la presencia del Imam Al-Baqir (P) e Imam As-Sadiq (P) para adquirir de la sabiduría de éstos.
El anhelo que mostraban los discípulos y devotos por obtener la ciencia de los Imames, era tal que no únicamente cuando el ambiente se encontraba calmado, sino que en las situaciones más angustiosas, utilizando cualquier medio que estuviese a su alcance se acercaban al Imam, consultaban sus dudas y se retiraban llevando consigo un poco de la erudición de éste generoso.
En la madrasa del Imam As-Sadiq (P) fueron instruidos numerosos discípulos, los cuales aprendieron las ciencias y educación islámica y la transmitieron a los demás; Shaij Tusi en su obra "Riyal" registra aproximadamente cuatro mil nombres de personas que fueron instruidas en la madrasa del Imam Ya ‘far As-Sadiq (P) o que aprovecharon de sus narraciones. Nosotros, para agradecer el alto grado que ocupan estos grandes personajes, así como los esfuerzos que realizaron para transmitir a las siguientes generaciones la ciencia y educación islámica, a continuación presentamos en forma condensada a tres de estos grandes personajes:


1. Hamran Ibn A‘ian Shibani:
La familia de A‘ian fue, por lo general, una familia muy cercana y simpatizante de los descendientes del Profeta; Hamran y su hermano Zararah los dos fueron eruditos y jurisconsultos exitosos y de los seguidores más destacados entre la Shi‘ah. Fueron considerados como grandes compañeros del Imam Al-Baqir (P) y el Imam As-Sadiq (P).
El Imam As-Sadiq (P) manifestó: "Hamran Ibn A‘ian es un hombre que tiene fe. ¡Juro por Dios que nunca dará la espalda a su religión!" Y también dijo: "Hamran es merecedor del Paraíso".
Zararah cuenta: "Viajé a Medina cuando era aun muy joven, y en la época de la peregrinación estuve presente en Mina, entonces me dirigí a la casa de campaña del Imam Al-Baqir (P), saludé y entré a ésta. El Imam respondió a mi saludo, me senté frente a él y dijo: "¿Eres hijo de los A‘ian?"
"¡Sí! –Contesté afirmativamente– Yo soy Zararah hijo de A‘ian".
"Te reconocí por tu gran parecido a éste. –Indicó el Imam y a continuación preguntó– ¿Acaso tu hermano Hamran vino a La Meca?"
"¡No! Pero envió saludos para vos". Le dije.
"Él es un creyente verdadero que jamás dará la espalda a su religión. —Aseguró el Imam y continuó diciendo— En cuanto lo veas, salúdalo de mi parte".
Hamran relata: Pregunté al Imam Al-Baqir (P): "¿Acaso soy yo uno de vuestros verdaderos shiítas?"
Contestó: "¡Sí! Juro por Dios que tú eres uno de nuestros verdaderos shiítas, tanto en este mundo como en el otro".
Asbat Ibn Salim declara que el Imam Musa Ibn Ya'far As-Sadiq (P) aseguró:
"El día del Juicio Final llaman en voz alta, ¿donde están los compañeros cercanos al Enviado de Dios, Muhammad Ibn ‘Abdul.lah (BP) que no rompieron su promesa con éste, y en ese estado se fueron del mundo?
Entonces Salman, Abu Dhar y Miqdad se levantan. Después llaman a uno por uno de los seguidores cercanos y especiales de cada uno de los Imames, y se levantan algunos escogidos, hasta que llaman a los seguidores particulares del quinto y sexto Imam entonces se levantan ‘Abdul.lah Ibn Sharik ‘Amiri, Zararah Ibn A‘ian, Barid Ibn Ma‘awiiah, Muhammad Ibn Muslim, Abu Basir Muradi, ‘Abdul.lah Ibn Abi Ya‘fur, ‘Amir Ibn ‘Abdul.lah, Huyr Ibn Zaidah y Hamran Ibn A‘ian".
Safuan dice: "Hamran se sentaba con sus discípulos y siempre relataba narraciones acerca de los Imames, y si alguno de ellos mencionaba alguno que no fuese la palabra de los Imames, Hamran lo rechazaba. Cuando se repetía esto tres veces y los presentes no daban importancia a ello, se levantaba y salía de la reunión".
Yunus Ibn Ya‘qub relata: "Hamran dominaba la ciencia de kalam (teología islámica). Y Hisham Ibn Salim asegura: Me encontraba ante el Imam As-Sadiq (P) acompañado de un grupo de sus seguidores, cuando entró un hombre de la ciudad de Al-Sham, el Imam le preguntó qué era lo que deseaba, a lo cual el hombre respondió: "Escuché que contestas todo aquello que se te pregunta, por ello he venido, para debatir contigo".
"¿Respecto a qué tema?" Cuestionó el Imam.
"Respecto al Corán". Le dijo.
El Imam As-Sadiq (P) le sugirió que debatiera con Hamran, a lo cual el hombre respondió: "¡Yo vine para debatir contigo, no con Hamran!"
"Si puedes dominar a Hamran, es como si me hubieses vencido a mí". Le indicó el Imam.
El hombre de Al-Sham se volteó hacia Hamran, y recibió respuesta de todo aquello que preguntó hasta que se agotó. El Imam inquirió: "¿Cómo encontraste a Hamran?"
"Es un maestro experimentado. Me respondió todo aquello que le pregunté". Respondió el hombre.
2-‘Abdul.lah Ibn Abi Ya‘fur:
‘Abdul.lah Ibn Abi Ya‘fur fue uno de los compañeros especiales del Imam As-Sadiq (P). El había progresado tanto en el área de las enseñanzas y conocimiento de la jerarquía del imamato que únicamente se veía en él obediencia y sumisión ante el Imam. En una ocasión dijo al Imam As-Sadiq (P): "Si partieseis una granada en dos partes iguales, y aseguraseis que una mitad es prohibida y la otra permisible, yo atestiguaría que una mitad es prohibida y la otra no lo es".
El Imam en dos ocasiones le dijo: "Dios perdone todas tus faltas".
‘Abdul.lah enfermó de un padecimiento especial, y como consecuencia a veces se veía más indispuesto que otras. Para tranquilizarlo le recetaron que bebiera vino.
Fue a ver al Imam, le platicó de su enfermedad y de lo que le habían prescrito; le explicó que en caso de que bebiese vino, se tranquilizaría de inmediato.
El Imam le dijo: "El vino es prohibido, nunca lo bebas. Es el demonio el que quiere –con en nombre de tranquilizante– hacerte beberlo. Si lo evitas, él se desanimará y te dejará en paz".
‘Abdul.lah Ibn Abi Ya‘fur regresó a Kufa, su enfermedad empeoró. Sus familiares le llevaron vino, entonces dijo: "¡Juro por Dios que no tomaré ni una gota!" Después de unos días de quedarse en la cama y soportar el dolor, Dios Todopoderoso lo alivió para siempre.
‘Abdul.lah Ibn Abi Ya‘fur, falleció en la época del Imam As-Sadiq (P). El Imam en una carta que envió a Mufaddal Ibn ‘Umar escribió:
"¡Oh, Mufaddal! Te exhorto a aquello que exhorté a Ibn Abi Ya‘fur (en paz descanse). Él se fue de este mundo mientras que cumplió con aquello que pacto con su Dios, su Profeta y el Imam de su época; él dejó este mundo, las bendiciones de Dios sean para su alma, mientras que gozaba del perdón y disfrutaba de las bendiciones de Dios Todopoderoso. En nuestra época no ha habido nadie más sumiso ante Dios, el Profeta y su Imam, que él. Siempre fue así hasta que Dios con su amabilidad le quitó la vida y lo envió al Paraíso…".
3- Mufaddal Ibn ‘Umar Ya‘fi.
Mufaddal, fue uno de los más doctos y más queridos de los compañeros del Imam As-Sadiq (P), y uno de sus eruditos confidentes. Él era considerado uno de los cercanos al Imam y era el encargado de algunos asuntos de éste.
Un grupo de los Shi‘ah, llegó a Medina y solicitó al Imam As-Sadiq (P) que le presentara a uno de sus discípulos, para que en caso de que fuese necesario los guiara en las cuestiones religiosas y las leyes prácticas del Islam. El Imam dijo: "Aquél que tenga alguna duda, venga, me pregunte y se retire".
Ellos insistieron en que les presentase a alguno de sus discípulos, entonces dijo: "He escogido para vosotros a Mufaddal; acepten lo que él dice, ya que él únicamente dice la verdad…".
El Imam As-Sadiq (P), enseñó a Mufaddal en forma especial y durante varias sesiones, el tema del monoteísmo, lo cuál lo recopiló y registró en su reconocida obra Tauhid Al-Mufaddal, que con anterioridad mencionamos, e inclusive extrajimos algunos párrafos de ésta. Estas sesiones son testigo del afecto especial que el Imam sentía hacia Mufaddal, su sabiduría y el rango que ocupaba éste ante el Imam.
Mufaddal era tan querido por el Imam As-Sadiq (P) que inclusive en una ocasión el Imam le dijo: "¡Juro por Dios que te amo, y amo a aquél que te ame!"
El Imam Al-Kadzim (P) respecto a Mufaddal en diferentes ocasiones aseguró: "Mufaddal es mi amigo y causa mi comodidad".
Y cuando Mufaddal falleció, el Imam manifestó: "Dios lo perdone, él fue como mi padre después de que mi padre falleció, y en estos momentos se encuentra descansando y tranquilo".
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ALGUNAS DE LAS SABIAS PALABRAS DEL IMAM AS SADIQ (P)
A continuación, transcribimos algunas frases pronunciadas por el Imam As-Sadiq (P), con la esperanza de que estas palabras queden grabadas en nuestra memoria, otorguen luminosidad a nuestros corazones, enriquezcan nuestra fe y sean la guía de nuestras acciones:
"El musulmán que ayude a su hermano musulmán cuándo éste se lo pida, es como si hubiese hecho yihad por Dios".
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"Dios, Glorificado sea, dijo: La es gente como una familia, aquél que sea más benévolo hacia ésta y la ayude a satisfacer sus necesidades, es el más querido para Mí".
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"Todas las ciencias e informaciones –esenciales– que el hombre necesita, las encontrará en cuatro cosas:
 En que conozcas a tu Creador.
 Estés consciente en lo que Dios hizo de ti y que favores te otorgó.
 Entiendas, qué es lo que Dios quiere y cuáles son tus obligaciones.
  Comprendas, que es lo que te aleja de tu religión".
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"Cuatro cualidades del carácter de los Profetas son: Hacer el bien, ser generoso, tener paciencia y resistencia ante las dificultades, respetar los derechos del creyente".
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"El creyente se encuentra en medio de dos temores: El pecado del pasado, que no sabe Dios que hará con él respecto a este pecado, y el resto de su vida, que no sabe que pecados realizará y en que peligros caerá; por ello pasa la noche temiendo, y pasa el día temiendo, y es únicamente este temor (a Dios) lo que lo corrige".
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"Ningún servidor llegará a obtener la verdadera fe a menos que posea estas tres cualidades: entendimiento y perspicacia en la religión; medida adecuada en su alimentación; tolerancia en las tragedias y aflicciones".
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"Tres personas son conocidas en tres lugares: el indulgente ante el enojo; el valiente frente a la guerra; el hermano delante de las necesidades".
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"Los habitantes de cada pueblo, necesitan de tres tipos de personas como refugio para ésta y la otra vida: un erudito sabio devoto; un gobernador benévolo que sea obedecido por su gente; un doctor experto y de confianza".
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"Las raíces de cada bondad e indulgencia somos nosotros mismos, y todas las benevolencias se derivan como ramas y hojas de nosotros, tales como: adorar a Dios Único, ayunar, sofocar el enojo, perdonar a alguien que hizo el mal, auxiliar al necesitado, ayudar al vecino y admitir abiertamente las virtudes de los virtuosos. Todas estas son consideradas bondades.
Y nuestros enemigos son la raíz de cualquier maldad y vileza, y todas las desgracias se derivan al igual que las ramas y hojas de ellos, tales como: mentir, envidiar, intrigar, romper los lazos amistosos, usurar, quitar los bienes al huérfano, sobrepasar las fronteras puestas por Dios, asesinar ya sea en secreto o públicamente, fornicar, robar y cualquier cosa parecida a éstas.
Miente aquél que cree que es de los nuestros y de nuestros Shi‘ah, mientras que se ha agarrado y se encuentra colgado de las ramas de nuestros enemigos".

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