En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
Por cierto que te agradecíamos con la abundancia, reza, pues, a tú Señor y sacrifica por cierto que quién te aborrece es el estéril (Sagrado Corán, Sura 109) Los nombres de Fatimah en el Paraíso son: "Nuriah" (Luminosa) y "Haniah" (Ternura). Preguntaron cierta vez al Imam As-Sadiq (P): "¿Por qué han denominado Zahra’ a Fatimah?” Respondió: "Porque cuando Fatimah oraba en su mihrab (nicho), su luz brillaba para los habitantes de los cielos así como las estrellas brillan para los moradores de la tierra". Y preguntaron también al Imam: "¿A qué se debe el nombre Fatimah?" "La llamaron Fatimah porque los humanos son incapaces de conocer su esencia". En una ocasión el Profeta preguntó a Fatimah: "¿Sabes por qué te llamas Fatimah?" "¿Por qué?", preguntó Alí que se encontraba presente. Y explicó(BP): "Porque ella y quienes la sigan estarán a salvo del fuego infernal".
Su nombre: Fatimah
Sus apodos: Ummul Hasan, Ummul Husain, Ummul Muhsin, Ummul A'immah y Ummu Abiha Algunos de sus epítetos más conocidos: Zahra, Batul, Siddiqatul Kubra, Mubarakah, 'Adh:ra, Tahirah, Rad:iah, Mard:iah, Saiidatun Nisá, que significan, según el orden: Resplandeciente, Inmaculada, Gran Veraz, Bendita, Virgen, Purificada, Complaciente (a Dios), Complacida (de Dios), y Señora de las Mujeres.
Su padre: El Enviado de Dios, Muhammad Ibn Abdul.lah (BP) -Profeta del Islam-.
Su madre: Jadiyatul Kubra, esposa del Profeta y primera musulmana.
Lugar y fecha de nacimiento: La Meca, año 5 de la Bi'zah (Misión Profética).
Su martirio: Medina, año 11 de la Hiyrat (Hégira), dos meses y medio después del fallecimiento del Profeta.
Su sepulcro: Desconocido hasta la actualidad. Fue enterrada por el Imam Alí (P), a pedido expreso suyo y por razones políticas, ocultamente, a mediados de la noche.
Sus hijos: Imam Hasan Al-Muytaba(P), Imam Husain Saiied Ash-Shuhada(P), Zainab Al-Kubra(P), Ummu Kulzum y Muhsin, que no llegó a nacer.
LA RECIÉN NACIDA DE LA REVELACIÓN
El día viernes, 20 de Yamadiuz Zani, cinco años después de que el Profeta fuera designado como tal, bajo el cielo del Hiyaz, en los declives de las rocosas montañas de La Meca, frente al panorama de la Ka’bah, en la Casa de la Revelación, en el sitio que el Profeta iluminaba cuando recitaba versículos del Corán, en la casa que los ángeles conocían muy bien y frecuentaban, en la casa donde la voz celestial del Profeta, cuando oraba mañana y tarde, vinculaba su suelo al cielo, en la casa que fuera esperanza de los huérfanos, en el lugar al que se abocaban los desamparados, en el refugio de los desterrados, en la casa del Profeta y de Jadiyah, nació una bella niña... la hija de Muhammad. La manifestación de la pureza, la humanidad hecha mujer, la igual de Alí (P), “la Señora de las Mujeres del Universo”, Fatimah, llegó a este mundo. La casa del Enviado de Dios (BP) fue la institución de amor y cariño. En aquellos días, cuando el Profeta atravesaba las dificultades propias de su lucha por salvar a los hombres, como una brisa suave, acariciaba los agotados semblantes de sus padres y minimizaba el dolor de los días más penosos del Mensaje. ¡Qué hermoso que una niña fuera tan valorada! De la cual dijera el Enviado de Dios: "Es mi alma... Cuando anhelo oler el perfume del paraíso me acerco a Fatimah". Esto no es nada extraño tratándose de Fatimah, ya que ella conforma el grupo al cual Dios hace referencia y elogia en el Sagrado Corán, cuando dice: “Al.lah solo quiere alejar de vosotros la impureza, ¡Oh, Gente de la Casa (Profética)!, y purificaros de sobremanera”. (Sagrado Corán 33:33) Fatimah es la síntesis del Santo Profeta del Islam, su brillante vida es merecedora de toda alabanza celestial. Fue escogida por Dios entre todas las mujeres. Es quien con su firmeza afirmó el valor de la mujer. Sólo su existencia es el mejor testigo de que la mujer es capaz de volar a la cima espiritual que alcanzan los hombres.
JUNTO A SU PADRE
Fatimah contaba con dos años de edad cuando, junto a su padre, sufrió el bloqueo económico de Quraish. Soportó las más difíciles condiciones de vida, pasó hambre durante tres años en el valle de Abu Talib, junto a todos los musulmanes. Al décimo año de la Bi'zah (proclamación de Muhammad como Profeta), poco después de abandonar el valle, perdió a su querida madre, a la que diez años de lucha y aflicción habían debilitado. Aunque para aquella pequeña niña aquel acontecimiento fue muy doloroso, la compañía de su padre hacía menos trágico su infortunio. Cuando tenía ocho años, poco después de la emigración del Profeta a Medina, partió hacia allí junto a Alí (P) y un grupo de mujeres. Una vez más se reunió con su padre. En los difíciles momentos vividos por el Profeta en Medina, Fatimah siempre lo acompañaba. En la batalla de Uhud, cuando los musulmanes asumieron el fracaso, con prisa Fatimah fue hacia el campamento y junto con Alí se encargó de curar las heridas de Muhammad(BP). Fatimah creció con el Islam, vivió con el Corán, respiró el aire del Mensaje de la Profecía, su vida no estaba desvinculada de la de su padre. Inclusive luego de su casamiento su casa era vecina a la suya. El Profeta (BP) frecuentaba su casa más que cualquier otro sitio. Cada mañana antes de dirigirse a la mezquita, visitaba a Fatimah. Cuando emprendía un viaje, la última persona en despedir era Fatimah. A su regreso, ella era a la primera que visitaba. Esto significaba que él no deseaba separarse de Fatimah ... y en sus últimas horas de vida Fatimah estuvo llorando junto a su lecho. El Profeta la consoló anunciándole que sería la primera en seguir sus pasos.
LA MADRE DE FATIMAH (P)
Fatimah vivió junto a su sacrificada madre sólo durante cinco años. Jadiyah fue la primera dama del Islam. El Profeta hablaba así de ella: "Jadiyah es una de las mejores mujeres de esta Ummah -Comunidad-". Era tan amada por el Profeta que luego de su muerte solía recordarla. Dijo 'Aisha: "El Profeta recordaba tanto a Jadiyah, que un día le dije: "¡Oh, Enviado de Dios!: Jadiyah no era más que una anciana, Dios te ha agraciado con alguien mejor". A lo que el Profeta me respondió: "Juro por Dios que El no me ha dado nada mejor. Creyó en mí cuando todos permanecían sumergidos en la incredulidad, me corroboró cuando otros me desmentían, puso a mi disposición sus bienes cuando otros me privaban de ellos, y Dios, el Altísimo, me ha otorgado mi descendencia gracias a ella".
EL AMOR DEL PROFETA (BP) HACIA FATIMAH (P)
De entre las maravillas que exaltan de manera más relevante la vida de Fatimah, se encuentra el extraordinario amor de su padre hacia ella. Sabiendo que el Profeta del Islam es la mejor criatura y el más próximo a Dios, y que sus dichos, su proceder y tradición son el criterio de la verdad y la justicia en todos los aspectos, se nos esclarece mucho más la elevada jerarquía de Fatimah, sobre todo teniendo en cuenta que, según lo expresado por el Corán, el Profeta no decía palabra alguna en forma vana y caprichosa, sino que todo lo que expresaba se originaba de la inspiración divina. “…No habla por capricho, sino que es inspiración que le es revelada” (Sagrado Corán 53: 3y 4) El Profeta tenía otras hijas y aunque con todas ellas, e inclusive con otros parientes era muy amable y cariñoso, su particular amor hacia Fatimah era muy evidente. Es interesante saber que en numerosas oportunidades expresaba ante la gente su amor hacia ella y les recomendaba el buen trato para con ella. Esto por sí solo constituye un documento que verifica que la vida de Fatimah y sus hijos están enlazados con el destino del Islam y deja en claro que la relación entre el Profeta y Fatimah no fue sólo un vínculo de padre e hija sino que está estrechamente unido a los asuntos vitales de una sociedad, el futuro de una comunidad y órdenes divinas respecto a la comandancia de la Ummah (comunidad) Islámica.
He aquí algunas expresiones y actitudes de amor y cariño del Profeta respecto a Fatimah (P):
1- Siempre que se iba de viaje, la última persona de la que se despedía era Fatimah, y cuando regresaba era la primera a la que iba a ver. 2- El Imam Al-Baqir y el Imam As-Sadiq (con ambos sea la paz), dijeron que el Profeta (BP), siempre antes de dormir, iba a ver a Fatimah, le daba un beso, la apoyaba en su regazo, y suplicaba por ella. 3- El Profeta (BP) dijo: “Fatimah es parte de mí. Quienquiera que la alegre me alegra, y quienquiera que la enfade me enfada. Fatimah es la persona más preciada para mí”. 4- También dijo (BP): “Fatimah es parte de mí. Es el corazón y el espíritu que están dentro de mí. Quien la molesta me molesta, y quien me molesta está molestando a Dios”. 5- Dijo (BP): “Ciertamente que la primera persona en entrar al Paraíso será Fatimah; su ejemplo en esta comunidad es como el ejemplo de María, hija de Imran, entre los hijos de Israel”. 6- También expresó (BP): “...
Mi hija Fatimah es la Señora de las mujeres del universo, desde las primeras hasta las últimas. Ella es parte de mí; es la luz de mis ojos; es el fruto de mí ser, es el espíritu que hay en mí; es una hurí de la especie humana que ha surgido de mí. Cuando ella se constituye en oración en su lugar de rezo ante la presencia de su Señor, su luz brilla para los ángeles que están en el cielo, así como las estrellas brillan para los moradores de la tierra; entonces Dios, Poderoso e Imponente, dice a Sus ángeles: "¡Ángeles míos!: Vean a Mi sierva Fatimah, la Señora de todas mis siervas que está en mi presencia, cómo vibra por piedad y temor a Mí, cómo su corazón está colmado de adoración por Mí. Sed testigos que Yo pondré a sus seguidores a salvo del fuego infernal"“.
:::::
112