Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA):
El Consejo Nacional de Imanes de Australia (ANIC) denuncia un aumento del 300% en crímenes de odio contra musulmanes, con casos de grafitis ofensivos, profanación de tumbas con restos de cerdo y amenazas a mujeres con hiyab.
Nueve mezquitas y centros islámicos han sufrido vandalismo o incidentes graves que requirieron intervención policial, generando un clima de miedo constante entre la comunidad.
El ANIC critica la vinculación injusta de los musulmanes con el ataque antisemita de Bondi Beach —que mató al menos a 15 personas durante la festividad de Jánuca—, pese a que no tienen ninguna relación con los autores.
En redes sociales se difundieron rápidamente acusaciones infundadas contra el islam y la migración musulmana, incluyendo desinformación absurda como videos falsos de celebraciones.
Sin embargo, un musulmán, el vendedor de frutas Ahmed Al Ahmed, confrontó valientemente a uno de los atacantes y salvó vidas, un acto heroico que ha recibido mucha menos atención que las narrativas islamófobas.
Esta diferencia revela una “política selectiva de la violencia”: cuando el agresor es percibido como musulmán, se generaliza la amenaza; en caso contrario, se individualiza como problema de salud mental.
El enviado especial contra la islamofobia, Aftab Malik, confirmó que los incidentes antimusulmanes se han disparado desde el inicio de la guerra Israel-Hamás, con un aumento del 150% presencial y 250% en línea desde octubre de 2023.
Su informe incluye 54 recomendaciones, entre ellas revisar leyes antiterroristas y investigar discriminaciones gubernamentales.
El primer ministro Anthony Albanese prometió considerar las propuestas y afirmó que atacar a alguien por su fe es un ataque a los valores australianos, comprometiéndose a erradicar el odio y los prejuicios.
Australia debe elegir entre responder con evidencia y solidaridad o permitir que el miedo y la explotación política profundicen las divisiones sociales.
Su comentario