En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
Un vistazo a la vida del sexto imam de los musulmanes shiítas.
El Imam Ya'far As Sadiq (P), es el sexto guía de los musulmanes shiítas. Nació el siete de Rabial Auwal del año 83 de la Hégira lunar.
Su nombre era Ya'far, pero fue conocido como Sadiq, el Veraz. Le conocían también como Sabir (Paciente), Fazil (Sabio), Tahir (Puro) y Sadiq (Veraz o Confiable); todos nombres derivados de sus grandes características y atributos.
Su Madre fue Fátima, conocida como Um Farwa, quien fue la hija de Qasim bin Muhammad bin Abu Bakr. Qasim, el Padre de doña Fátima, fue uno de los más cercanos compañeros del cuarto imam de los musulmanes shiítas, Zainul Abidin (P). Por otro lado, también fue uno de los siete jurisprudentes de la santa ciudad del Islam, Makka en aquella época.
Um Farwa fue una respetada y gran dama. Demostraba gran piedad y generosidad, y fue por esto que el Imam Sadiq (P) fue llamado el "hijo de la gran Dama".
Ya'far Sadiq sucedió en el imamato (liderazgo) a su padre, el Imam Muhammad Baqir (P), al momento de su martirio en el año 114 de la Hégira, cuando tenía 13 años de edad.
SU PRESENCIA
Poseía un gran saber y superiores cualidades. Era un hombre de sabiduría, conocedor de la Shária y piadoso. Era sincero, justo; hombre de grandeza inquebrantable que le otorgaba generosidad y valor. Asimismo, estaba dotado de numerosas cualidades.
A este respecto, el gran Shaij Mufid, relata: “Los sabios religiosos adquirieron de él mucho más que ningún otro miembro de Ahlul Bait. En cuanto a la propagación de la religión entre los Ulama de la historia y del Hadiz, el Imam Sadiq fue el mejor”.
En realidad, el número de sabios religiosos (serios y pertenecientes a distintas escuelas islámicas), que adquirieron sus ciencias de él, alcanzaron los cuatro mil. Por ejemplo, Abu Hanifa (jefe de una de las escuelas sunnitas) e Imam Malik, estuvieron entre ellos.
Piadoso, se alimentaba de vinagre y aceite, y se vestía con ásperas ropas. A veces, sus prendas eran muy antiguas, pero mantenidas y limpias.
Tenía la costumbre de trabajar el mismo su jardín. A menudo perdía el conocimiento recordando a Dios.
En los días contemporáneos a su existencia, se produjeron constantes revueltas y alzamientos por los simpatizantes de la familia de imam 'Ali (P), y de sus partidarios, sumadas a las escaramuzas de la dinastía abasida, lo que condujo al derrumbe del régimen Bani Ummayid. Aquel régimen cayó durante el año132 de la Hégira lunar, por lo cual se beneficiaron ampliamente los abasides.
Entre la caída de uno y el surgimiento de otro régimen, se produjo un iterregnum o intervalo que sirvió como una oportunidad ideal para poner la soterrada labor de las enseñanzas y diseminación de las ciencias islámicas entre las personas.
En aquellos momentos penetraba la filosofía de Ionia (Grecia), los argumentos teológicos, además de las primeras ciencias racionalistas por todo el país, propició intensos debates en diferentes estratos sociales de los territorios islámicos.
Al igual que durante la vida de su padre, el imam Muhammad Baqir (P) permaneció enseñando y explicando los objetivos de las ciencias islámicas. Mediante su actuar eliminó los efectos de la distorsión que sufría la cultura islámica y la religión, fruto de los últimos cien años, y esto, por el papel desempeñado negativamente por los omeyas, quienes se separaron de las enseñanzas del Profeta del Islam Su Santidad Muhammad (PBED), olvidando aquel camino bendito. Con el empeoramiento de la situación, los abasíes obraron en concordancia a sus políticas hostiles y dañinos intereses.
El Imam Sadiq (P) quedó en la mejor posición posible. En la misma, prevaleció la coyuntura para atraer a cientos de estudiantes a él, lo cual fue un gran soporte, ya que tomó el rumbo con un gran impulso entre los maestros de alto prestigio.
Se produjo una variedad de ciencias islámicas, incluidas, entre leyes, temas morales, de conocimiento, jurisprudencia y códigos islámicos legales que fueron expuestos por el imam a sus estudiantes, quienes concurrían en masa desde lugares distantes a su escuela, movidos por la necesidad de estudio y saber.
En este tiempo se produjo un auge y surgimiento del Islam legado por el Profeta Muhammad (PBED) a su familia, y ésta, la transmitió también en ese tiempo, tomando el cause original.
El Imam Sadiq (P), además de ser un gran guía de las ciencias islámicas, también fue un gran médico, pues adquirió un gran prestigio como galeno y químico en su época, toda una revolución o milagro durante el periodo.
El famoso químico de esos tiempos, Yaber ibn Hayyan se orientó por los escritos de As Sadiq (P), adoptándolo como su mentor y orientador, así como su maestro y su señor. Como renombrado alumno suyo, Yaber ibn Hayyan se le conoce como el gran precursor de la química actual y del Islam.
El Imam As Sadiq (P) guió a varios otros eruditos como profesor de ciencias islámicas. Los grandes religiosos de esos días fueron antes sus estudiantes y su rol consistió en el perfeccionamiento de la prosperidad humana, además de cultivar a la civilización. Se puede decir, con justa razón, que fue un milagro su presencia en conjunto al papel del imamato que desempeñó, siendo una eminencia en el ámbito del conocimiento.
Este destacado santo tuvo varios debates ideológicos con los intelectuales materialistas sobre el Islam y la filosofía; encuentros que fueron registrados en una famosa obra llamada “Tauhid Musaffil”, en honor a que Muzaffil, quien fue alumno del imam (P), compiló las intervenciones de su maestro en dicha obra maestra.
Las sesiones educacionales del imam Sadiq (P) hicieron florecer el Islam para cientos de personas de corazones sinceros, quienes buscaron participar en estas, aprovechando las respuestas a sus inquietudes para mejorar en áreas como teología, ética, exégesis del Corán, filosofía y otras.
En los registros de la historia islámica, el imam Sadiq (P) fue lejos el gran imam que sirvió para propagar la ideología islámica, y a su vez, para nutrir la civilización de los musulmanes en su inicio con sublimes valores. Durante sus últimos años, Mansur Dawaniqi, califa abasida, relegó al imam desde Madina (actual Arabia Saudí) hacia Kufa (Iraq de hoy).
Así, de manera devota, en aquella época, impartió el conocimiento islámico. A partir de ese lapso, logró impartir una visión de las leyes islámicas, explicadas con detalle, interpretadas y expuestas de acuerdo a los códigos legales y muchos otros asuntos, además de otorgarle al Islam de los partidarios de la santa familia del Profeta Muhammad (PBED), el nombre de Escuela Yafarita surgió para salvar al Islam del extravío.
Así, el Islam Shi'ah ocupó un lugar privilegiado con una inmediatez derivada de las enseñanzas inspiradas en el Imam (P).
La creencia de la Escuela islámica Shi'ah otorgó una posibilidad frente a la corrupción y le extirpó las dañinas influencias foráneas o intentos de permeabilidad, tales como falsas adherencias que lo hubiesen dispuesto a mermar su clara y prístina verdad.
El Imam Sadiq vivió durante un período muy crítico de fermentos religiosos, que dieron paso a algunos asuntos y cuestionamientos teológicos que abarcó con prudencia y coraje, gracias a lo cual se pudieron comprender sus enseñanzas.
Una noche, el califa abbasida Mansur Dawaniqi llamó al Imam por medio de un estafeta, el cual explicó: “Fui a la casa del imam y le encontré en su habitación privada. El imam tenía las mejillas cubiertas de polvo, y suplicaba a Dios en la mayor humildad, las manos elevadas hacia el cielo; las manos y la cara polvorienta”.
Se sabe que era un hombre caritativo y de amable disposición. Hablaba con ternura y se mostraba siempre cooperativo. Daba gusto trabajar con él.
Un día el imam llamó a su servidor y aprendiz Muzaffil, dándole mil dinares para prepararse en su viaje de negocios a Misr (Egipto), pues el número de los suyos había aumentado, así como el de su séquito, y era necesario tratar de buscar medios de subsistencia.
Muzaffil compró las mercancías y partió luego a Siria, con un grupo de comerciantes. Cuando se acercaron a Egipto, encontraron a un grupo de mercaderes que volvían a este país. Ellos les dijeron el tipo de mercancías que llevaban, queriendo saber si estarían disponibles en tierras egipcias. Sus interlocutores respondieron negativamente. Los mercaderes prometieron entonces no revender sus productos a menos del cien por cien de los beneficios. Fue lo que hicieron, y tras esto, volvieron a Madina.
Muzaffil entró en el hogar del imam con dos sacos, conteniendo cada uno mil dinares. Le explicó que uno de los sacos contenía el capital, y en el otro, los beneficios.
El Imam le hizo saber que los beneficios eran excesivos, y le preguntó qué había hecho con los artículos. Muzaffil le explicó lo sucedido y la promesa que había realizado, es decir, de no revender a menos del ciento por ciento. El imam exclamó que hubiera jurado no revender los artículos a los musulmanes por menos del cien por ciento de lo que se logró.
Luego, el Imam Ya’ far As Sadiq (P) tomó uno de los sacos y dijo: “Este contiene mi capital, y no tocamos los beneficios”. Posteriormente, añadió: ¡Oh Muzaffil!, es más fácil luchar con una espada, que ganarse la vida legalmente!.
PRUEBAS DIVINAS
Eran días de intensos debates religiosos cuando los argumentos en este ámbito fueron expuestos de forma paulatina respecto a asuntos ideológicos básicos. En este periodo, una buena cantidad de cuestionamientos en esa área fueron relacionados con una serie de temas políticos y devocionales.
En esa dinámica se tomó el caso del inquebrantable Corán, en el cual se ampararon dichos debates, respondiendo de esa manera a los teólogos si era un Libro de grandes atributos y relevancia. Gracias a los grandes aportes del imam, se orientó a los estudiosos, logrando otorgarles una clara guía práctica para todos los tiempos.
Preguntas precisas, tales como los cuestionamientos hechos por el hombre en torno a, si es una criatura presa del destino en todas sus dimensiones, o si el podrá ser libre y escoger su Fe, tuvieron su respuesta.
¿Cuál era la verdad concerniente a la Revelación misma?, ¿qué ocurre luego de la muerte?; preguntas que fueron respondidas fervientemente en ese tiempo.
El Imam tuvo la obligación de tomar altura de miras en cada uno de los asuntos e interrogantes, lo cual devino en su incumbencia para aclarar todas las dudas posibles, de tal forma, que jamás hubo posibilidad de error y desviación de la verdad gracias a la gestión del imam Sadiq (P). En todos estos detalles, el Imam adoptó la línea coránica a la cual acudió durante sus enseñanzas e instrucción.
Husham bin Al Hakam, Hisham bin Salim y Mu'min Al Taq fueron algunos de sus estudiantes más aventajados, quienes fueron importantes autoridades y expertos sobre varios temas durante su época. Estos estudiantes, en su oportunidad, tomaron las enseñanzas del verdadero pensamiento islámico.
Gradualmente, un grupo de estudiantes emergió llegando a ser una fuerza en la defensa de la religión respecto de los ataques de los enemigos externos e internos.
Un panorama de lúcido pensamiento, dentro de una atmósfera que animó las discusiones especulativas y de racionamiento, prevaleció en este tiempo, lo que proveyó al imam de una oportunidad ideal para despejar lo profano e incertidumbres respecto a lo religioso para tomar ventaja y desarrollar el pensamiento islámico, en pos de liberar la cultura de cualquier error y mantenerla inmaculada, borrando las incoherencias foráneas.
IMPLICANCIAS SOCIALES
Junto con la preocupación por expandir el conocimiento, el imam no descuidó sus responsabilidades sociales.
Las revueltas y alzamientos contra los Bani Abbasidas fueron frecuentes en la época, y su carácter no lo hizo abstraerse de sí mismo, por lo que abiertamente no pudo guardar una total indiferencia de cómo se desarrollaba su rol de guía. Así, de uno u otro modo, concretó su misión.
De las reyertas, una de las más emblemáticas fue la de Zaid, nieto del Imam Hussain (P), quien encabezó una sangrienta y particular escaramuza.
Todos estos movimientos fueron dirigidos contra los tiranos de la época, los cuales fueron directamente combatidos, según las normas para liberarse de las malas influencias.
Surge así en este relato la pregunta: ¿fueron los jóvenes Sadaat fruto del legado del Profeta Muhammad? Preparados para defenderse y ser martirizados, ellos fueron insuflados e imbuidos en su sangre, hasta sus médulas, con el espíritu liberador.
El Imam Sadiq (P), conmemoró el coraje en la celebración del 10 de Muharram, fecha conocida como la tragedia de Ashura, que fue la penosa jornada donde se martirizó a su bisabuelo el imam Hussain (P) junto a sus compañeros en la misión de Karbalá. Para el imam Sadiq (P) esta ceremonia significó el renacimiento y revitalización del proyecto del imam Hussain (P), que fue salvar y mantener puro al Islam a través de la entrega desinteresada de su propia vida en servicio a los musulmanes de ayer, hoy y mañana.
En aquella ocasión, poetas, oradores e intelectuales fueron convocados de urgencia, quienes revivieron con pasión los tristes episodios para tomar real conciencia de los esfuerzos del imam Hussain, el Señor de los Mártires (P). Todo esto sirvió para crear una responsabilidad contra los tiranos y su explotación, con un espíritu de lucha que recorre la sociedad actual.
JURISPRUDENCIA
Los califas, Bani Ummeya y Bani Abasida, hicieron grandes esfuerzos para poner en marcha y construir alrededor de ellos un grupo de jurisconsultos que les fueran obedientes y leales hacia ellos con damasiada parcialidad. Su otro objetivo era captar la aprobación de la comunidad de musulmanes, así como promover cualquier propuesta a favor de los monarcas, en pos de brindarles a sus acciones anuencia, lo que se constituyó en sus planes para así perpetuarse en el poder.
En breve tiempo estos jurisprudentes estuvieron ansiosos y expectantes por la vuelta de la religiosidad, tema que despertó en ellos sus aprensiones por llegar a perder el califato y su régimen totalitario y tiránico, dado por el carácter laicicista.
Esta tendencia le indicó al imam Ya'far As Sadiq (P) que había sólo una vía para contrarrestar esto: activar la devoción, actuar con firmeza y tener sinceridad en la jurisprudencia. Esto último, gracias a que fue un buen servidor de las leyes islámicas, quedando en pie firme frente a los tiranos contrarios al Islam.
Su misión se reflejó en la actitud adoptada para comenzar a cambiar el mundo hacia lo religioso. Presto a realizarlo, el imam escogió a hombres de bien, a quienes brindó la mejor de las enseñanzas.
Como resultado, un grupo de los más talentosos jurisprudentes emergió de los Escuela del Imam, hecho que causó gran interés en aprender de la religión, más allá de las principales urbes, llevando a educarles en sus asuntos cotidianos gracias a los mejores códigos islámicos.
La presencia de estos piadosos maestros, entre los más aptos, lideraron el inicio de la erradicación de la ignorancia directamente, atrayendo a las personas hacia el Islam, mostrando ser verdaderos musulmanes.
El conocimiento de las leyes islámicas, difundidas por este grupo de estudiantes, entrenados por el Imam Sadiq (P), fue muy eficaz. Muchos asuntos y debates con sabios sunnitas fueron inspirados por este fenómeno, tomando un rumbo correcto.
Los decretos (fatwas) sobre los asuntos del imam circularon entre los profesores que estudiaron sus implicancias básicas. Entre los interesados en las materias islámicas, surgieron encabezando la rectificación sobre el conocimiento de la creencia islámica, y particularmente, el aprendizaje.
En el ámbito de las leyes islámicas (jurisprudencia), el Imam Sadiq (P) durante su tiempo fue la única autoridad. Su estatura en el conocimiento fue prominente, y tuvo un nivel tan alto, que fue reverenciado por uno de los cuatro imames de la Escuela Sunnita, Abu Hanifa, siendo éste uno de los alumnos del Imam Ya' far As Sadiq (P).
El Imam Sadiq (P) fue un excelente jurista de aquellos tiempos y se negó a servir en la corte de los califas en presencia de sus alumnos y seguidores, siendo esta escena un aliento de aire fresco y un bastión que ejemplifica la manera de obstaculizar a los monarcas.
PRÁCTICAS MOLARES
Otra tendencia fue la negligencia surgida del mundo materialista, lo que producía una indiferencia por el resto de los asuntos. Sumado a esto, el abandono por parte de los grupos en el poder, prácticamente terminaron con la piedad, aunque ellos se atribuían esa virtud.
Los grupos aliados a los califas fueron creados en secreto, los cuales estaban motivados por lo político para hacer frente los musulmanes, y mostrar al pueblo que ellos realmente dominaban, en consideración a una aparente piedad. Mas sólo fue una estratagema; una farsa que demostró su hipocresía en el transcurso del tiempo.
Estos personajes inventados estaban arropados de misticismo por fuera y pregonaban ser los herederos de los leales compañeros del Profeta Muhammad B.P.E.D, conocidos otrora como Siffah.
Estos autodenominados “místicos” olvidaron el hecho que realmente los Siffah eran muy devotos por las noches, pero grandes luchadores en el día. Tanto en las batallas como formalmente en los asuntos sociales. Ellos, los auténticos y originales, tomaron parte, varias veces, defendiendo el Islam.
Los Siffah, o compañeros, estuvieron siempre atentos y listos para cualquier tarea, incluso si llegaban a tener que participar en batallas, y por otro lado, en esforzarse para los intereses del Islam o de la sociedad islámica, cualquiera que fuesen.
Fue por esta razón que dieron poca atención a los asuntos materiales o desviaron su atención de los deberes como musulmanes, para así poner atención a sus propios temas esenciales, los cuales pudieran verse afectados por su negligencia. De hecho, hicieron grandes sacrificios en pos del bien social.
Así, los deseos de estos asuntos, fueron muy considerados por el imam en atención del cuidado relativo del Tawasuf, misticismo, los cuales pudieran ser mal comprendidos.
Es por esto que el imam tomó parte activa en este panorama, exponiendo lo que a su juicio era una necesidad prioritaria de aquel momento: la pureza en su ser, la moralidad y el requerimiento de propagar la religión. Esto se entendió como una mirada a la prolongación de las enseñanzas islámicas, sin que éstas se tergiversaran, así como la devoción que, es un pilar de la sociedad, la cual puede ser manipulada o llegar a ser instrumentalizada para engañar o defraudar al pueblo.
La campaña adoptada por el imam Sadiq (P) no fue fácil en este frente, asumiendo entonces la complejidad de la contingencia con un profundo espíritu de compromiso a través de su prudencia.
En este plano, el imam dijo que ello tiene que ser altamente considerado por la gente, para poder tener ventajas en vías de encarar las perversiones, siendo gracias a esta posición elevada que se podría tomar distancia de las posibilidades a corromperse.
El Imam Ya'far As Sadiq (P), es el sexto guía de los musulmanes shiítas. Nació el siete de Rabial Auwal del año 83 de la Hégira lunar.
Su nombre era Ya'far, pero fue conocido como Sadiq, el Veraz. Le conocían también como Sabir (Paciente), Fazil (Sabio), Tahir (Puro) y Sadiq (Veraz o Confiable); todos nombres derivados de sus grandes características y atributos.
Su Madre fue Fátima, conocida como Um Farwa, quien fue la hija de Qasim bin Muhammad bin Abu Bakr. Qasim, el Padre de doña Fátima, fue uno de los más cercanos compañeros del cuarto imam de los musulmanes shiítas, Zainul Abidin (P). Por otro lado, también fue uno de los siete jurisprudentes de la santa ciudad del Islam, Makka en aquella época.
Um Farwa fue una respetada y gran dama. Demostraba gran piedad y generosidad, y fue por esto que el Imam Sadiq (P) fue llamado el "hijo de la gran Dama".
Ya'far Sadiq sucedió en el imamato (liderazgo) a su padre, el Imam Muhammad Baqir (P), al momento de su martirio en el año 114 de la Hégira, cuando tenía 13 años de edad.
SU PRESENCIA
Poseía un gran saber y superiores cualidades. Era un hombre de sabiduría, conocedor de la Shária y piadoso. Era sincero, justo; hombre de grandeza inquebrantable que le otorgaba generosidad y valor. Asimismo, estaba dotado de numerosas cualidades.
A este respecto, el gran Shaij Mufid, relata: “Los sabios religiosos adquirieron de él mucho más que ningún otro miembro de Ahlul Bait. En cuanto a la propagación de la religión entre los Ulama de la historia y del Hadiz, el Imam Sadiq fue el mejor”.
En realidad, el número de sabios religiosos (serios y pertenecientes a distintas escuelas islámicas), que adquirieron sus ciencias de él, alcanzaron los cuatro mil. Por ejemplo, Abu Hanifa (jefe de una de las escuelas sunnitas) e Imam Malik, estuvieron entre ellos.
Piadoso, se alimentaba de vinagre y aceite, y se vestía con ásperas ropas. A veces, sus prendas eran muy antiguas, pero mantenidas y limpias.
Tenía la costumbre de trabajar el mismo su jardín. A menudo perdía el conocimiento recordando a Dios.
En los días contemporáneos a su existencia, se produjeron constantes revueltas y alzamientos por los simpatizantes de la familia de imam 'Ali (P), y de sus partidarios, sumadas a las escaramuzas de la dinastía abasida, lo que condujo al derrumbe del régimen Bani Ummayid. Aquel régimen cayó durante el año132 de la Hégira lunar, por lo cual se beneficiaron ampliamente los abasides.
Entre la caída de uno y el surgimiento de otro régimen, se produjo un iterregnum o intervalo que sirvió como una oportunidad ideal para poner la soterrada labor de las enseñanzas y diseminación de las ciencias islámicas entre las personas.
En aquellos momentos penetraba la filosofía de Ionia (Grecia), los argumentos teológicos, además de las primeras ciencias racionalistas por todo el país, propició intensos debates en diferentes estratos sociales de los territorios islámicos.
Al igual que durante la vida de su padre, el imam Muhammad Baqir (P) permaneció enseñando y explicando los objetivos de las ciencias islámicas. Mediante su actuar eliminó los efectos de la distorsión que sufría la cultura islámica y la religión, fruto de los últimos cien años, y esto, por el papel desempeñado negativamente por los omeyas, quienes se separaron de las enseñanzas del Profeta del Islam Su Santidad Muhammad (PBED), olvidando aquel camino bendito. Con el empeoramiento de la situación, los abasíes obraron en concordancia a sus políticas hostiles y dañinos intereses.
El Imam Sadiq (P) quedó en la mejor posición posible. En la misma, prevaleció la coyuntura para atraer a cientos de estudiantes a él, lo cual fue un gran soporte, ya que tomó el rumbo con un gran impulso entre los maestros de alto prestigio.
Se produjo una variedad de ciencias islámicas, incluidas, entre leyes, temas morales, de conocimiento, jurisprudencia y códigos islámicos legales que fueron expuestos por el imam a sus estudiantes, quienes concurrían en masa desde lugares distantes a su escuela, movidos por la necesidad de estudio y saber.
En este tiempo se produjo un auge y surgimiento del Islam legado por el Profeta Muhammad (PBED) a su familia, y ésta, la transmitió también en ese tiempo, tomando el cause original.
El Imam Sadiq (P), además de ser un gran guía de las ciencias islámicas, también fue un gran médico, pues adquirió un gran prestigio como galeno y químico en su época, toda una revolución o milagro durante el periodo.
El famoso químico de esos tiempos, Yaber ibn Hayyan se orientó por los escritos de As Sadiq (P), adoptándolo como su mentor y orientador, así como su maestro y su señor. Como renombrado alumno suyo, Yaber ibn Hayyan se le conoce como el gran precursor de la química actual y del Islam.
El Imam As Sadiq (P) guió a varios otros eruditos como profesor de ciencias islámicas. Los grandes religiosos de esos días fueron antes sus estudiantes y su rol consistió en el perfeccionamiento de la prosperidad humana, además de cultivar a la civilización. Se puede decir, con justa razón, que fue un milagro su presencia en conjunto al papel del imamato que desempeñó, siendo una eminencia en el ámbito del conocimiento.
Este destacado santo tuvo varios debates ideológicos con los intelectuales materialistas sobre el Islam y la filosofía; encuentros que fueron registrados en una famosa obra llamada “Tauhid Musaffil”, en honor a que Muzaffil, quien fue alumno del imam (P), compiló las intervenciones de su maestro en dicha obra maestra.
Las sesiones educacionales del imam Sadiq (P) hicieron florecer el Islam para cientos de personas de corazones sinceros, quienes buscaron participar en estas, aprovechando las respuestas a sus inquietudes para mejorar en áreas como teología, ética, exégesis del Corán, filosofía y otras.
En los registros de la historia islámica, el imam Sadiq (P) fue lejos el gran imam que sirvió para propagar la ideología islámica, y a su vez, para nutrir la civilización de los musulmanes en su inicio con sublimes valores. Durante sus últimos años, Mansur Dawaniqi, califa abasida, relegó al imam desde Madina (actual Arabia Saudí) hacia Kufa (Iraq de hoy).
Así, de manera devota, en aquella época, impartió el conocimiento islámico. A partir de ese lapso, logró impartir una visión de las leyes islámicas, explicadas con detalle, interpretadas y expuestas de acuerdo a los códigos legales y muchos otros asuntos, además de otorgarle al Islam de los partidarios de la santa familia del Profeta Muhammad (PBED), el nombre de Escuela Yafarita surgió para salvar al Islam del extravío.
Así, el Islam Shi'ah ocupó un lugar privilegiado con una inmediatez derivada de las enseñanzas inspiradas en el Imam (P).
La creencia de la Escuela islámica Shi'ah otorgó una posibilidad frente a la corrupción y le extirpó las dañinas influencias foráneas o intentos de permeabilidad, tales como falsas adherencias que lo hubiesen dispuesto a mermar su clara y prístina verdad.
El Imam Sadiq vivió durante un período muy crítico de fermentos religiosos, que dieron paso a algunos asuntos y cuestionamientos teológicos que abarcó con prudencia y coraje, gracias a lo cual se pudieron comprender sus enseñanzas.
Una noche, el califa abbasida Mansur Dawaniqi llamó al Imam por medio de un estafeta, el cual explicó: “Fui a la casa del imam y le encontré en su habitación privada. El imam tenía las mejillas cubiertas de polvo, y suplicaba a Dios en la mayor humildad, las manos elevadas hacia el cielo; las manos y la cara polvorienta”.
Se sabe que era un hombre caritativo y de amable disposición. Hablaba con ternura y se mostraba siempre cooperativo. Daba gusto trabajar con él.
Un día el imam llamó a su servidor y aprendiz Muzaffil, dándole mil dinares para prepararse en su viaje de negocios a Misr (Egipto), pues el número de los suyos había aumentado, así como el de su séquito, y era necesario tratar de buscar medios de subsistencia.
Muzaffil compró las mercancías y partió luego a Siria, con un grupo de comerciantes. Cuando se acercaron a Egipto, encontraron a un grupo de mercaderes que volvían a este país. Ellos les dijeron el tipo de mercancías que llevaban, queriendo saber si estarían disponibles en tierras egipcias. Sus interlocutores respondieron negativamente. Los mercaderes prometieron entonces no revender sus productos a menos del cien por cien de los beneficios. Fue lo que hicieron, y tras esto, volvieron a Madina.
Muzaffil entró en el hogar del imam con dos sacos, conteniendo cada uno mil dinares. Le explicó que uno de los sacos contenía el capital, y en el otro, los beneficios.
El Imam le hizo saber que los beneficios eran excesivos, y le preguntó qué había hecho con los artículos. Muzaffil le explicó lo sucedido y la promesa que había realizado, es decir, de no revender a menos del ciento por ciento. El imam exclamó que hubiera jurado no revender los artículos a los musulmanes por menos del cien por ciento de lo que se logró.
Luego, el Imam Ya’ far As Sadiq (P) tomó uno de los sacos y dijo: “Este contiene mi capital, y no tocamos los beneficios”. Posteriormente, añadió: ¡Oh Muzaffil!, es más fácil luchar con una espada, que ganarse la vida legalmente!.
PRUEBAS DIVINAS
Eran días de intensos debates religiosos cuando los argumentos en este ámbito fueron expuestos de forma paulatina respecto a asuntos ideológicos básicos. En este periodo, una buena cantidad de cuestionamientos en esa área fueron relacionados con una serie de temas políticos y devocionales.
En esa dinámica se tomó el caso del inquebrantable Corán, en el cual se ampararon dichos debates, respondiendo de esa manera a los teólogos si era un Libro de grandes atributos y relevancia. Gracias a los grandes aportes del imam, se orientó a los estudiosos, logrando otorgarles una clara guía práctica para todos los tiempos.
Preguntas precisas, tales como los cuestionamientos hechos por el hombre en torno a, si es una criatura presa del destino en todas sus dimensiones, o si el podrá ser libre y escoger su Fe, tuvieron su respuesta.
¿Cuál era la verdad concerniente a la Revelación misma?, ¿qué ocurre luego de la muerte?; preguntas que fueron respondidas fervientemente en ese tiempo.
El Imam tuvo la obligación de tomar altura de miras en cada uno de los asuntos e interrogantes, lo cual devino en su incumbencia para aclarar todas las dudas posibles, de tal forma, que jamás hubo posibilidad de error y desviación de la verdad gracias a la gestión del imam Sadiq (P). En todos estos detalles, el Imam adoptó la línea coránica a la cual acudió durante sus enseñanzas e instrucción.
Husham bin Al Hakam, Hisham bin Salim y Mu'min Al Taq fueron algunos de sus estudiantes más aventajados, quienes fueron importantes autoridades y expertos sobre varios temas durante su época. Estos estudiantes, en su oportunidad, tomaron las enseñanzas del verdadero pensamiento islámico.
Gradualmente, un grupo de estudiantes emergió llegando a ser una fuerza en la defensa de la religión respecto de los ataques de los enemigos externos e internos.
Un panorama de lúcido pensamiento, dentro de una atmósfera que animó las discusiones especulativas y de racionamiento, prevaleció en este tiempo, lo que proveyó al imam de una oportunidad ideal para despejar lo profano e incertidumbres respecto a lo religioso para tomar ventaja y desarrollar el pensamiento islámico, en pos de liberar la cultura de cualquier error y mantenerla inmaculada, borrando las incoherencias foráneas.
IMPLICANCIAS SOCIALES
Junto con la preocupación por expandir el conocimiento, el imam no descuidó sus responsabilidades sociales.
Las revueltas y alzamientos contra los Bani Abbasidas fueron frecuentes en la época, y su carácter no lo hizo abstraerse de sí mismo, por lo que abiertamente no pudo guardar una total indiferencia de cómo se desarrollaba su rol de guía. Así, de uno u otro modo, concretó su misión.
De las reyertas, una de las más emblemáticas fue la de Zaid, nieto del Imam Hussain (P), quien encabezó una sangrienta y particular escaramuza.
Todos estos movimientos fueron dirigidos contra los tiranos de la época, los cuales fueron directamente combatidos, según las normas para liberarse de las malas influencias.
Surge así en este relato la pregunta: ¿fueron los jóvenes Sadaat fruto del legado del Profeta Muhammad? Preparados para defenderse y ser martirizados, ellos fueron insuflados e imbuidos en su sangre, hasta sus médulas, con el espíritu liberador.
El Imam Sadiq (P), conmemoró el coraje en la celebración del 10 de Muharram, fecha conocida como la tragedia de Ashura, que fue la penosa jornada donde se martirizó a su bisabuelo el imam Hussain (P) junto a sus compañeros en la misión de Karbalá. Para el imam Sadiq (P) esta ceremonia significó el renacimiento y revitalización del proyecto del imam Hussain (P), que fue salvar y mantener puro al Islam a través de la entrega desinteresada de su propia vida en servicio a los musulmanes de ayer, hoy y mañana.
En aquella ocasión, poetas, oradores e intelectuales fueron convocados de urgencia, quienes revivieron con pasión los tristes episodios para tomar real conciencia de los esfuerzos del imam Hussain, el Señor de los Mártires (P). Todo esto sirvió para crear una responsabilidad contra los tiranos y su explotación, con un espíritu de lucha que recorre la sociedad actual.
JURISPRUDENCIA
Los califas, Bani Ummeya y Bani Abasida, hicieron grandes esfuerzos para poner en marcha y construir alrededor de ellos un grupo de jurisconsultos que les fueran obedientes y leales hacia ellos con damasiada parcialidad. Su otro objetivo era captar la aprobación de la comunidad de musulmanes, así como promover cualquier propuesta a favor de los monarcas, en pos de brindarles a sus acciones anuencia, lo que se constituyó en sus planes para así perpetuarse en el poder.
En breve tiempo estos jurisprudentes estuvieron ansiosos y expectantes por la vuelta de la religiosidad, tema que despertó en ellos sus aprensiones por llegar a perder el califato y su régimen totalitario y tiránico, dado por el carácter laicicista.
Esta tendencia le indicó al imam Ya'far As Sadiq (P) que había sólo una vía para contrarrestar esto: activar la devoción, actuar con firmeza y tener sinceridad en la jurisprudencia. Esto último, gracias a que fue un buen servidor de las leyes islámicas, quedando en pie firme frente a los tiranos contrarios al Islam.
Su misión se reflejó en la actitud adoptada para comenzar a cambiar el mundo hacia lo religioso. Presto a realizarlo, el imam escogió a hombres de bien, a quienes brindó la mejor de las enseñanzas.
Como resultado, un grupo de los más talentosos jurisprudentes emergió de los Escuela del Imam, hecho que causó gran interés en aprender de la religión, más allá de las principales urbes, llevando a educarles en sus asuntos cotidianos gracias a los mejores códigos islámicos.
La presencia de estos piadosos maestros, entre los más aptos, lideraron el inicio de la erradicación de la ignorancia directamente, atrayendo a las personas hacia el Islam, mostrando ser verdaderos musulmanes.
El conocimiento de las leyes islámicas, difundidas por este grupo de estudiantes, entrenados por el Imam Sadiq (P), fue muy eficaz. Muchos asuntos y debates con sabios sunnitas fueron inspirados por este fenómeno, tomando un rumbo correcto.
Los decretos (fatwas) sobre los asuntos del imam circularon entre los profesores que estudiaron sus implicancias básicas. Entre los interesados en las materias islámicas, surgieron encabezando la rectificación sobre el conocimiento de la creencia islámica, y particularmente, el aprendizaje.
En el ámbito de las leyes islámicas (jurisprudencia), el Imam Sadiq (P) durante su tiempo fue la única autoridad. Su estatura en el conocimiento fue prominente, y tuvo un nivel tan alto, que fue reverenciado por uno de los cuatro imames de la Escuela Sunnita, Abu Hanifa, siendo éste uno de los alumnos del Imam Ya' far As Sadiq (P).
El Imam Sadiq (P) fue un excelente jurista de aquellos tiempos y se negó a servir en la corte de los califas en presencia de sus alumnos y seguidores, siendo esta escena un aliento de aire fresco y un bastión que ejemplifica la manera de obstaculizar a los monarcas.
PRÁCTICAS MOLARES
Otra tendencia fue la negligencia surgida del mundo materialista, lo que producía una indiferencia por el resto de los asuntos. Sumado a esto, el abandono por parte de los grupos en el poder, prácticamente terminaron con la piedad, aunque ellos se atribuían esa virtud.
Los grupos aliados a los califas fueron creados en secreto, los cuales estaban motivados por lo político para hacer frente los musulmanes, y mostrar al pueblo que ellos realmente dominaban, en consideración a una aparente piedad. Mas sólo fue una estratagema; una farsa que demostró su hipocresía en el transcurso del tiempo.
Estos personajes inventados estaban arropados de misticismo por fuera y pregonaban ser los herederos de los leales compañeros del Profeta Muhammad B.P.E.D, conocidos otrora como Siffah.
Estos autodenominados “místicos” olvidaron el hecho que realmente los Siffah eran muy devotos por las noches, pero grandes luchadores en el día. Tanto en las batallas como formalmente en los asuntos sociales. Ellos, los auténticos y originales, tomaron parte, varias veces, defendiendo el Islam.
Los Siffah, o compañeros, estuvieron siempre atentos y listos para cualquier tarea, incluso si llegaban a tener que participar en batallas, y por otro lado, en esforzarse para los intereses del Islam o de la sociedad islámica, cualquiera que fuesen.
Fue por esta razón que dieron poca atención a los asuntos materiales o desviaron su atención de los deberes como musulmanes, para así poner atención a sus propios temas esenciales, los cuales pudieran verse afectados por su negligencia. De hecho, hicieron grandes sacrificios en pos del bien social.
Así, los deseos de estos asuntos, fueron muy considerados por el imam en atención del cuidado relativo del Tawasuf, misticismo, los cuales pudieran ser mal comprendidos.
Es por esto que el imam tomó parte activa en este panorama, exponiendo lo que a su juicio era una necesidad prioritaria de aquel momento: la pureza en su ser, la moralidad y el requerimiento de propagar la religión. Esto se entendió como una mirada a la prolongación de las enseñanzas islámicas, sin que éstas se tergiversaran, así como la devoción que, es un pilar de la sociedad, la cual puede ser manipulada o llegar a ser instrumentalizada para engañar o defraudar al pueblo.
La campaña adoptada por el imam Sadiq (P) no fue fácil en este frente, asumiendo entonces la complejidad de la contingencia con un profundo espíritu de compromiso a través de su prudencia.
En este plano, el imam dijo que ello tiene que ser altamente considerado por la gente, para poder tener ventajas en vías de encarar las perversiones, siendo gracias a esta posición elevada que se podría tomar distancia de las posibilidades a corromperse.
Como resultado de esta importante convocatoria a la piedad, los místicos empezaron a entender la verdadera dimensión de la guía del imam, aunque sólo en la cuestión de transferir órdenes a sus estudiantes, y a través de dicha táctica, formar vínculos cercanos, lo que se tradujo en contactos recíprocos.
SALUBRIDAD
El sexto imam de los musulmanes shiítas, Ya’far As Sadiq (P), puso especial atención hacia la medicina. Al respecto, el Islam ostenta algunas consideraciones que el imam puso de manifiesto, convocando a la gente a adoptarlas como parte de sus actividades cotidianas, tales como, las prácticas físicas dadas en la arquería y la equitación, disciplinas en auge para ese tiempo.
Por ejemplo, el imam Ya’far (P) entregó el testimonio de cómo el Profeta Muhammad (PBED) practicaba la equitación junto a Usamah bin Zaid (Wasail Shi’ah, volumen tres; páginas 327 a 288). Así, el Enviado de Dios (PBED), expresó: “Los ángeles bajan a la tierra para observar el espectáculo de cómo corren los caballos”. Acorde a Ibn Abi Omair, el mismo imam participó en las prácticas de arquería y equitación (Wasail Shi’ah, volumen 13; páginas 327 a 328).
La vida del Imam Ya’far Sadiq (P) fue una constante e insistente lucha contra los ignorantes, gracias a esto, pudo dar la protección suficiente al Islam y a la cultura islámica respecto de las influencias externas, las cuales habían traspasado los límites de la línea roja. Por esto, se considera la existencia del imam Sadiq (P) como llena de pruebas, hasta cumplidos 65 años de su santa existencia.
Sufrió grandes pesares por parte del califa Dawaniqi, quien en varias ocasiones lo hizo trasladar a grandes distancias, esperando que su influencia pudiera desvanecerse. Otras veces, lo mantenía lejos de cualquier comodidad, para hacerle la vida imposible.
Finalmente, le asesinaron. Fue cruelmente envenenado por orden del déspota Mansur Dawaniqi, el 25 de Shawal en el año 148 de la Hégira Lunar.
Fue sepultado en el cementerio del Baqi, situado al sureste de Madinatul Rasul, cerca de las tumbas del imam Hassan, del Imam Zainul Abidin y del Imam Muhammad Baqir, con todos ellos sea la paz.
Con el paso de los años, poetas, escritores y estudiantes destacaron su gran importancia literaria y científica, demostrada a integridad por el propio Imam Ya´far As Sadiq (P).
Concluimos este relato con la mención de un elogio hecho por uno de los nueve famosos literatos musulmanes e historiadores, como Ibn Jaldún: “Los milagros narrados sobre el Imam Ya’far Sadiq, si las fuentes son confiables, no están más allá de lo posible y son aceptables. No son cuestionables, si fueron presentados por el imam mismo, o por otras personas”.
Se narra del Imam Sadiq (P) que predijo correctamente los hechos del futuro, y aquellos cercanos a él expresaron que los eventos revelados se han realizado tal como los anticipó.
“Si aceptamos similares situaciones inexplicables que se les atribuyen a otros que son extraños en el pleno sentido de la palabra, ¿por qué no vamos a aceptarlo de él, que pertenece al grupo que fue depositario de la Profecía?”
Las enseñanzas de esta venerada luminaria bendita fueron efectivas, a tal grado, que se expandieron bajo el nombre de “Escuela Yafarita”, gracias a la cual renació el Islam, volviendo así a surgir el sagrado Corán y la tradición de la Casa Profética (P).
Algunos dichos del Imam Ya’ far As Sadiq, el sexto guía de los musulmanes shiítas
Sobre el conocimiento de la Grandeza de Dios:
“El Corazón es el recinto sagrado de Dios, así pues, no alojes en el recinto sagrado de Dios a otro fuera de Él”.
“Nuestros seguidores son aquellos que, cuando se quedan a solas recuerdan a Dios abundantemente”.
Sobre la Oración (Salat):
“Si ante la puerta de uno de vosotros hubiera un río y se bañara en el mismo todos los días cinco veces, ¿acaso quedaría algo de suciedad en su cuerpo? Ciertamente que el ejemplo de la oración es como el del río que purifica, de manera que cada vez que reza una oración ello conforma una expiación de sus pecados, salvo aquel pecado que le hace salir de la fe y que residen en él”.
“Por cierto que nuestra intercesión no alcanzará a quien desatienda la oración”.
“Cuando Dios, Imponente y Majestuoso, se dirigió a Moisés el hijo de ‘Imrán (P), le dijo: “¡Oh hijo de ‘Imran! Miente aquel que pretende amarme y cuando lo cubre la noche se duerme olvidándome”.
“No dejes de lado la acción de levantarte a la noche, ya que en verdad que es burlado quien se ha privado de levantarse a la noche”.
Se narró de Abu Abdul-lah (el Imam Sadiq -P-) que dijo: “Dijo el Mensajero de Dios (PBED) a Gabriel (P): ¡Sermonéame! Éste dijo: ¡Oh Muhammad Vive lo que quieras que en verdad que ya estás muerto, desea loque quieras que en verdad que terminarás separándote de ello, haz lo que quieras que en verdad que te encontrarás con ello mismo. La nobleza del creyente está en su rezo por la noche, y su grandeza en abstenerse de los bienes de la gente”.
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