En el Nombre de Dios, El Compasivo, El Misericordioso
Que la paz y las bendiciones sea con Su Santidad, el venerado y bendito profeta Muhammad, así como con su purificada familia, Ahlul Bayt, y con todos los enviados y profetas de Dios en la Tierra.
El anteceder al día de mañana, 01 de julio, evidencia preocupantes signos que se apartan de la lógica por el respeto de la vida humana, esto, porque el régimen israelí ha anunciado la anexión parcial de los territorios palestinos de Cisjordania, según el plan del ultra derechista primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para concretar la anexión del 30 % de dicha zona ocupada tras la guerra de los Seis Días en 1967, lo que constituye una nueva agresión y declaración de guerra, pese a las actuales circunstancias, donde la comunidad internacional busca derrotar una pandemia que se ha cobrado miles de víctimas y no avizora una pronta solución, por lo que se necesita afianzar la paz, y no el belicismo que busca el régimen de Tel Aviv.
Basado en un supuesto plan de paz de Estados Unidos, y que ha autodenominado ‘acuerdo del siglo’, el régimen sionista busca en esta nueva fase de su robo ignorar absolutamente los derechos de los palestinos, incluido el de formar un Estado con Al-Quds, como capital. De concretarse, esta ciudad pasaría a ser la capital de Israel, y ese régimen obtendría, además, la soberanía sobre el valle del Jordán y los ilegales asentamientos en la Cisjordania ocupada, a expensas de las vidas de los palestinos.
La comunidad internacional no puede ser cómplice de este hecho, que podría desatar una guerra con desastrosas consecuencias, y debe, por el contrario, exigir la restitución de las tierras a Palestina, invadida por el régimen israelí en 1948, año en que inicia el genocidio y limpieza étnica a manos de invasores nacidos en terceros países, cuya principal bandera transnacional es un disfraz religioso, para así chantajear al mundo y validar sus propósitos de robo territorial, lo que no se relaciona con la búsqueda de la paz, sino un afán geopolítico, decorado con artificio e imaginería religiosa, con lo que Israel ha venido embaucando para concretar la usurpación de tierras palestinas.
Como musulmanes rechazamos y condenamos esta medida que busca dejar sin sus tierras y hogares a los palestinos, en una clara violación al derecho internacional, como la 4ta Convención de Ginebra y el Estatuto de Roma, hecho que despojará a los palestinos de sus recursos naturales, entre ellos, las tierras más fértiles de la zona, y se podría afianzar, de paso, la política racista antisemita de apartheid que viene practicando el régimen sionista de Israel.
Más de 6 millones de palestinos han sufrido durante 76 años la represión y expolio a manos de genocidas que han destinado a la muerte a generaciones enteras, todo esto, en medio de una comunidad internacional que ha actuado con egoísmo y desidia ante este genocidio en cámara lenta de un pueblo que solo tiene el derecho a su propio territorio y a vivir en paz, no en esta nueva etapa de una guerra impuesta que ha desatado el régimen de Tel Aviv, que asesina a quien piense diferente.
Queremos reiterar que nos oponemos a la ocupación y anexión de Palestina, así como hacemos un ferviente llamado a las personas y a las comunidades sociales a estar en todo momento con la causa de la liberación palestina, ya que es su derecho a la defensa frente los usurpadores, pues Palestina es, y será de los palestinos, así como una causa noble de la humanidad.
Unión de Comunidades Islámicas de América Latina
Adhieren al comunicado:
Organización Islámica Argentina
Comunidad Islámica de Chile – Musulmanes de La Araucanía
Semanario electrónico islámico en español, El Muecín Austral
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Fuente: El Muecín Austral