Solo un mensaje de origen divino puede generar este efecto, tanto en los seres humanos como en el mundo oculto de los yines (genios) y ángeles. A pesar del incesante esfuerzo de
mentes estrechas por desvirtuar la imagen del Santo Profeta del Islam (P) el mundo occidental sigue cada vez más inquieto y deseoso por conocer a este gran personaje, lo que
hace que aumente el número de conversiones al Islam, por una razón muy sencilla: quien estudie sin prejuicio la vida del Profeta Muhammad, se enamorará de él, en el sentido
literal de la palabra, pues su personalidad es el quid de la Palabra de Dios, es la luz de todos los Profetas concentrada en él, es la perfección humana a cabalidad.
Por medio de esta Ziarat (visita-saludo) al Profeta Muhammad (P) desde la distancia, anhelamos unirnos con su majestuoso espíritu, pues él vive; no estamos saludando a un ser muerto, y el Corán lo corrobora: “no crean que quienes han caído por la Causa de Dios están muertos, ellos viven y obtienen el sustento junto a su Señor”. En palabras del honorable Ayatolá Yawadi Amuli en su obra Adabe finaye Muqarraban:
“La Ziarat es la presencia mística del amante fervoroso en el recinto del Amado; es el encuentro apasionado del visitante en la morada del visitado, es la expresión de intenso amor y respeto por el amado; es cuando el enamorado sinceramente da su corazón en el callejón de su poseedor…”1
Así el Profeta Muhammad (P) posee nuestro corazón y nos transforma. Quiera Alá aceptar nuestro esfuerzo en la producción de esta Ziarat, que Él y ustedes, lectores, perdonen nuestros errores, y que la esencia de este mensaje llegue a nuestro corazón inshalá para identificarnos con los
sublimes objetivos del mensaje del Islam, personificados en el Profeta Muhammad (P), el Profeta de la Misericordia.
Sheij AbdulKarim Orobio
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