Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - El Centro de Información Palestino, citando un informe del Club de Prisioneros Palestinos (PPC) y la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo al Prisionero Addameer, dijo el domingo que las madres palestinas encarceladas están cumpliendo varias penas de prisión, mientras que una de ellas está detenida sin cargos o prueba.
El informe agrega que dos madres palestinas están detenidas debido a una notoria política israelí de "detención administrativa".
Se dice que las madres encarceladas no pueden ver a sus hijos debido a la falta de visitas abiertas.
Las prisioneras solo pueden ver a un miembro adulto de su familia desde el inicio del brote de coronavirus y la suspensión de las visitas familiares de las prisioneras palestinas.
El informe destaca el hecho de que las presas son sometidas a todo tipo de abusos y torturas desde el día de su detención.
El 3 de marzo, las fuerzas israelíes arrestaron a una madre de un niño y a una mujer embarazada en su tercer mes de la ciudad de Ramalá en la ocupada Ribera occidental.
La detenida, identificada como Anhar Al-Hayyah, fue llevada a la sección de reclusas de la cárcel de Hasharon y mantenida en condiciones difíciles.
El informe señaló que desde 2015, el número de mujeres palestinas que han sido arrestadas ha llegado a más de 900, entre ellas madres de prisioneras, mártires y niñas menores de edad.
Más de 7.000 prisioneros palestinos se encuentran actualmente recluidos en unas 17 cárceles israelíes, y decenas de ellos cumplen múltiples cadenas perpetuas.
Más de 500 detenidos, entre ellos mujeres y menores, se encuentran recluidos bajo la denominada detención administrativa en varias cárceles israelíes, algunos de los cuales llevan hasta 11 años recluidos en esa condición sin que se les haya presentado ningún cargo.
La detención tiene lugar por orden de un comandante militar y sobre la base de lo que el régimen israelí describe como pruebas "secretas".
Los palestinos y los grupos de derechos humanos dicen que la detención administrativa viola el derecho al debido proceso, ya que se retiene la evidencia de los presos mientras permanecen detenidos durante largos períodos sin ser acusados, juzgados o condenados.
Los palestinos detenidos han recurrido continuamente a huelgas de hambre indefinidas en un intento de expresar su indignación por las detenciones.
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