Finalmente a pesar de mantenerse al margen de los levantamientos de la época, el califa Omeya Hisham lo mandó a envenenar consiguiendo así su muerte, como ocurrió con todos los demás Imames. Falleció el día 7 del Dhul Hiyyah del año 114 (H.L.), y fue enterrado en Al Baqi en Medina.
Tuvo siete hijos, cinco varones y dos mujeres. La madre de su hijo mayor, Ya’far Ibn Muhammad As-Sadiq (P) , quien sería el sexto Imam , fue Umm Farwa, la hija del Qasim, quien era hijo de Muhammad Ibn Abu Bakr y de una de las dos princesas persas que fueron enviadas a Medina tras la conquista del Imperio persa durante el califato de Omar Ibn al Jattab, las cuales el Imam ‘Alí (P) liberó, casando a una de ellas con su hijo Hussain (P), y a la otra con Muhammad Ibn Abu Bakr. Es decir que el Imam Ya’far (P) conjugaría en su árbol genealógico al Profeta y a los “cuatro compañeros del manto”: ‘Alí, Fátimah, al Hassan y al Hussain (P), pues la madre del Imam Al-Baqir (P) era hija del Imam Hassan (P).
Relatos sobre sus características
1) Cuando Yabir Ibn Yazid Al Ju’fi informaba algo de Muhammad Ibn ‘Alí (P), solía expresar: “El albacea de los albaceas del Mensajero (BP) y el heredero del conocimiento de los Profetas me dijo...”
2) Un cristiano se acercó al Imam Muhammad Al-Baqir (P) y le dijo: “Tú eres una vaca”. El Imam sin impacientarse ni molestarse, le respondió simplemente: “No, no soy una vaca. Soy Al-Baqir”. El cristiano prosiguió: “Eres hijo de una cocinera”. El Imam le respondió: “Ese era su trabajo, y no es algo como para avergonzarse”. El cristiano continuó: “Tu madre era negra, tosca y mal hablada”. Al-Baqir (P) le dijo: “Si lo que dices de mi madre es verdad, Dios la bendecirá y perdonará. Si lo que dices es mentira, que Dios perdone tus calumnias”.
Al ver tanta paciencia en aquel hombre que estaba dispuesto a soportar tanto de un no musulmán, el cristiano se sintió atraído por esta nueva religión.
3) Yahia Ibn Abdul Hamid al Himmani (un shiíta que es aceptado por los no shiítas) dijo: “Muhammad Ibn ‘Alí (P) dice la verdad. Ellos ( La Gente de la Casa –P–) son la gente del Recuerdo o Amonestación (Ahlul al Dhikr) ¡Por mi vida! Abu Ya’far (P) es uno de los más grandes sabios (‘ulama’)”.
4) Dijo el Imam Al-Baqir (P): “Debes saber que nadie posee una verdad ni una realidad sin que la haya tomado de nosotros, la Gente de la Casa (P)...”.
5) Se narra en la tradición que tanto Muhammad Al-Baqir (P) como su padre ‘Alí Zain al ‘Abidin (P) eran los de mejor voz para recitar el Corán entre la gente de su época. Cuando se levantaban por la noche a leer el Corán y elevaban sus voces, los transeúntes que pasaban por la calle, los aguateros y demás, así como la gente desde su casa, se detenían a escucharlos.
6) Relató Muhammad Ibn Munkadir: “Sostenía que no existía nadie con el mérito de ‘Alí Ibn Husain (P) hasta que conocí a Muhammad Ibn ‘Alí (P). Yo quise aconsejarlo, pero él terminó aconsejándome...”
Nota: Existen varios relatos como este que marcan el reconocimiento de las virtudes de los Imames por parte de personas que no se contaban entre el número de sus seguidores.
8) Narró 'Abdul.lah Ibn ‘Ata al Makki: “Nunca vi entre los sabios a nadie tan joven como Abu Ya’far Muhammad Ibn ‘Alí Ibn Husain (P). He visto al Hakam Ibn ‘Utayba, a pesar de su eminencia entre la gente, conducirse ante él como un joven se comporta ante su maestro”.
9) Amr Ibn Kinar y ‘Abdul.lah Ibn Ubayd narraron: “Nosotros nunca nos reunimos con Abu Ya’far Muhammad Ibn ‘Alí (P) sin que nos obsequiara dinero y vestimenta. Acostumbraba decir: Esto es algo que fue preparado antes que vosotros vinierais”.
10) Le preguntaron acerca de las tradiciones que él citaba sin dar la cadena de transmisión. Entonces dijo: “Cuando no doy la cadena es porque el dicho proviene de mi padre, mi abuelo, su padre, su abuelo (el Profeta –BP–) de Gabriel y de Dios Mismo”.
11) Un hombre se presentó ante el Imam Al-Baqir (P) quejándose de la insensibilidad de los hermanos musulmanes ante su pobreza. El dijo : “Que la vergüenza sea sobre el hermano que te cuida cuando eres rico y se separa de ti cuando eres pobre”. Luego ordenó que le trajesen 700 dirhames y le dijo: “Cuando se te acaben, vuelve a avisarme”.
:::
245