Tal y como ha informado el canal 12 de la televisión israelí, el tiroteo tuvo lugar contra un cuartel militar del régimen de Tel Aviv en los alrededores de la ciudad de Itmar, en Nablus (Ribera occidental), construido en los territorios palestinos ocupados.
El tiroteo no causó bajas en las filas del ejército israelí, agrega el medio, aseverando que las fuerzas israelíes cerraron el puesto de control de Beat Forik en el este de Nablus tras el incidente.
Es más, los combatientes de la Resistencia palestina dispararon también el domingo contra las fuerzas israelíes en el oeste de Yenín, en el norte de la ocupada Ribera occidental, dañando su vehículo militar.
En fechas recientes, Israel ha aumentad sus crímenes en Ribera occidental. Ante tal situación, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), y las facciones de la Resistencia en el campo de Yenín han anunciado la movilización de todos los combatientes para hacer frente al régimen de Tel Aviv.
De hecho, los grupos de la Resistencia ha amenazado Israel con “golpes dolorosos en la profundidad de los territorios ocupados”, dejando claro que el régimen sionista “no gozará de seguridad y protección a menos que abandone la tierra y lugares sagrados” de los palestinos.
Las autoridades palestinas han presentado en varias ocasiones demandas ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya (Países Bajos) contra el régimen de Tel Aviv, para que este sea juzgado por sus crímenes de guerra o contra la humanidad, así como por la expulsión de la población palestina en los territorios ocupados, la apropiación ilegal de sus tierras, la demolición de sus casas y las detenciones arbitrarias.
En medio del silencio de la comunidad internacional ante el apartheid israelí, grupos palestinos subrayan la necesidad de la “resistencia armada” ante Israel para ejercer la disuasión contra el régimen de ocupación en la región.