Las autoridades sirias anunciaron el lunes que alrededor de 6.000 hombres armados y desertores fueron indultados tras unirse al proceso de reconciliación en las provincias de Damasco-campo y Raqqa.
Se estima en más de 2.500 el número de prófugos atendidos por las autoridades judiciales y militares en el centro del municipio de Kisweh al sur de la capital Damasco, reveló el secretario del partido Baath, Radwan Moustafa, al diario al-Watan.
Dijo que se estudia extender esta iniciativa a zonas liberadas del terrorismo como la región de Ghouta Oriental y las ciudades de Duma y Al-Tal al este y norte de Damasco.
Mientras tanto, se normalizó el estatus jurídico de 3.117 militares fugitivos que acudieron al centro de la localidad de Maskaneh en el este de la provincia de Alepo, en el norte del país.
En paralelo, las provincias de Raqa y Deir Ezzor presencian procesos similares desde hace casi tres meses y se estima en 26 mil el número de personas que se unieron a esta iniciativa y volvieron a las filas del ejército y a ejercer su vida con normalidad.
El Ejército sirio amplió sus políticas basadas en la reconciliación para recuperar la normalidad en determinadas provincias y regiones sin recurrir a operaciones militares que podrían provocar pérdidas materiales y de vidas humanas.
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