“Cumplo con mi deber como ser humano de defender a los palestinos, y en especial a los pastores, quienes están sujetos al peor trato por parte de los soldados y los colonos”, afirmó Jay Hirschfield, de 53 años, en declaraciones a la agencia oficial de noticias Wafa.
“Fui atacado varias veces por terroristas judíos y arrestado decenas de veces por los uniformados, de hecho tengo que acudir mañana ante un juez por insultar a un policía”, destacó.
Pese a las amenazas, aseguró que continuará con sus protestas hasta alcanzar un acuerdo de paz justo, que incluya la creación de un Estado palestino, donde ellos puedan vivir “con respeto y sin acoso”.
En similar sentido se pronunció Ronit Shaked, de 56 años, una diseñadora gráfica que participa sistemáticamente en manifestaciones contra la ocupación.
Documentamos los crímenes cometidos contra los palestinos y los mostramos a la población israelí, relató.
Shaked alertó sobre un incremento de los ataques contra palestinos y activistas solidarios por parte de la policía y del Ejército.
“El terror de los colonos y los militares no nos disuadirá de continuar con nuestras actividades porque estamos obligados a continuar con la lucha para poner fin a la ocupación y a la violencia individual e institucional”, afirmó.
Cuando me uní a los grupos que defienden los derechos del pueblo palestino hace ocho años “comencé a entender y comprender el alcance y la magnitud de la injusticia que sufren” ellos, manifestó, por su parte, la psiquiatra Uday Ronen.
Nuestro trabajo tiene como objetivo aumentar el nivel de conciencia entre los israelíes sobre lo que está sucediendo en Cisjordania, apuntó.
Rones señaló que los colonos y los sectores de la ultraderecha la tildan de traidora y enemiga por su rechazo a esos crímenes.
::::
245