Tres atentados tuvieron lugar en Tel Aviv y otras dos localidades aledañas con un primer saldo de muertos, y esto en medio de un enorme apagón mediático. La triple operación tuvo lugar cuando el gabinete sionista autorizó la “marcha de las banderas” en el Jerusalén Este (Al Quds) ocupado el jueves.
Se escucharon disparos en un lugar en Tel Aviv donde fue abatido un colono sionista.
El segundo tiroteo tuvo lugar en Qana, donde otro colono israelí resultó gravemente herido.
La tercera operación tuvo lugar en un restaurante de Cesarea. Los perpetradores de las tres operaciones lograron huir y la policía israelí ya ha multiplicado los puestos de control para arrestarlos.
En la Ribera occidental, un grupo de militares israelíes atacó a ciudadanos palestinos, lo que provocó intensos enfrentamientos entre los dos bandos. Según testigos presenciales, los sionistas arrestaron a 13 palestinos.
Fuentes palestinas reiteran que más de 1.200 palestinos han sido detenidos por el ejército israelí en la Ribera occidental desde principios del año en curso. Entre estas personas, 350 palestinos están acusados por “Israel” de haber estado involucrados en operaciones de la Resistencia.
En el contexto de las tensiones en los territorios ocupados, el ala militar del movimiento Yihad Islámico Saraya al-Quds ha hecho hincapié en la necesidad de aumentar su poder de combate, especialmente después de la Batalla de la Espada de Al-Quds, y subrayó que la Resistencia palestina estaba lista para luchar contra el enemigo sionista en todas las áreas hasta la liberación de Palestina.
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