Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Catalina Segovia Silva
miércoles

7 septiembre 2022

14:14:36
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Los orígenes árabe-africanos de la cueca chilena

SANTIAGO. ( ABNA) - Artículo de autoría de la historiadora chilena Catalina Segovia Silva.

Cueca

Al fin es septiembre, estación favorita de Golondrina, por sus aires primaverales que avecinan los calores del verano. Por sus aromos en flor y dedales de oro que acompañan las líneas ferroviarias de Peña Blanca….pero lo mejor! Son las Fiestas Patrias, que más allá de tus posturas políticas, para mí es una fecha en dónde tengas o no familia, todos te hacen parte de ella, en todos lados hay fiesta, hay ánimos de adornar la casa, sacar la mejor vajilla, y hacer los mejores platos de comida. ¡Se baila obligado o no! ¡Se juega y se ríe! 

Dentro de éste nuevo mes, sumado al álgido contexto de debate político, es que, quiero difundir que hay tradiciones que dentro de una época y contexto, pudieron ser parte de la identidad de un país, pero con la llegada de los derechos humanos, de mujeres, niños, derechos laborales, y hoy animales; honestamente, ya debiesen ser parte de la Historia del pasado…hoy vemos que aún persisten tradiciones en Chile que utilizan animales para diversión y maltrato…esperemos que eso cambie rápidamente. Además… ¿Qué tan chileno son éstas tradiciones? ¿Tienen una verdadera raigambre mestiza? Pues un su mayoría, especialmente, las que utilizan animales, son de raigambre española…

Es muy difícil, encontrar tradiciones chilenas que sean 100% mestizas…La gran mayoría tiene un origen de otros países o culturas, y con el paso de los años, se creó un sincretismo cultural único, o se chilenizaron, como lo fueron los organilleros. Lamentablemente, hemos asumido que hay tradiciones que son netamente de aquí y tienen que estar congeladas en el tiempo, porque así se ha hecho siempre. Pero los tiempos y contextos cambian, y  hay que adaptarse también…Hay que rescatar lo positivo y el aporte de una tradición a la sociedad, y no lo violento o abusivo…

Para ello, hay que informar sobre los orígenes, Historia y el porqué de esas expresiones culturales. Desde allí comprenderemos mejor nuestra identidad y que tanto me siento parte de ella…Sobretodo, nos daremos cuenta de la diversidad de visiones y culturas que hay en cada tradición…

Así es como te quiero contar de una de ellas: La Cueca.

La Cueca, querida por varios y odiada por otro…., representa el fruto de la diversidad y amalgama de pueblos que fueron influenciados en ella, a través de la mismísima Historia colonial chilena. Hoy gracias a los estudios de folklorólogos del siglo pasado y grades músicos del Folclore, como Margot Loyola, sabemos que la influencia negra esclava y de zambos es muy notorio en el baile nacional. Hoy gracias a la visibilización de los chilenos afrodescendientes, y sus estudios más recientes, vemos que la música y otros elementos culturales en Chile son gracias a éste pueblo, que por siglos fueron ignorados en la Historia de Chile.

Pero si ya es poco conocida la raíz negra en la cueca, créanme que la árabe es nula…sí! La cueca es de influencia árabe y esto fue traído por los colonos españoles andaluces, es decir, españoles que ya llevaban ocho siglos impregnados de la cultura árabe del sur de España, traída por el fugitivo y posteriormente primer Jalifa, Abdurrahmán I, en el año 711, no tan sólo Córdoba se convirtió en una esplendorosa capital de un Emirato español independiente, sino, que marca el inicio de la formación del “Al Ándalus”, es decir, la zona hispana arabizada. Por primera vez, la fusión de todas las etnias y credos quedan unidos bajos un solo soberano, el Jalifa, representante máximo de Allah en la tierra, creó una forma de gobierno nunca antes vista en Occidente.

Para el año 1492, no tan solo Colón pisaba América, sino también, la cristiandad española derroca a los árabes, poniendo fin al Reino de Granada. Comenzando a ejercer políticas de presión, expulsión y de limpieza de sangre en todo el sur de España, para borrar todo el legado morisco musulmán…Pero! Tal y como nos cuenta el historiador John Elliot: “Por más que los castellanos del siglo XV libraran guerras contra los musulmanes, sus propias vidas estaban impregnadas de influencias andalusíes. Sus casas, sus muebles, sus vestiduras y sus gustos culinarios estaban todos marcados por la huella de una vida transcurrida en la estrecha proximidad de una población musulmana que poseía una pericia técnica y artística deslumbrante”

En América 1/3 de los conquistadores españoles, eran andaluces. Ha esto hay que sumarle todos los esclavos moriscos, negro musulmanes e incluso hindúes musulmanes, que arribaron a éste hermoso continente. Chile no fue ajeno a éste proceso, al contrario, bastantes elementos de la cultura árabe tenemos en nuestra identidad. 

 En Chile, se pueden detectar dos elementos de la cultura árabe (Magreb): La cueca y las fiestas populares.  Así, el historiador Maximiliano Salinas nos cuenta: “El mundo religioso que pasó realmente a Chile, fue de modo incuestionable, una mezcla de elementos cristianos y musulmanes. Las fiestas religiosas, aun cuando oficialmente cristianas, el pueblo español la celebra “a lo moro”

Además las chinganas, espacios de desarrollo de la cultura popular chilena colonial, homologaban sin saberlo las reuniones de música popular árabe andaluza, en donde los conceptos de trovador (tarab en árabe) y fonda (fundaq en árabe) viene hacer los protagonistas en estos espacios. La cantora femenina, tuvo una relevancia importantísima en las cortes de Sevilla y en los palacios de ciertos Califa. Al igual que lo fue en las chinganas y fondas chilenas del siglo XVII y lo sigue siendo en la actualidad. Estos espacios de la sociedad popular chilena vienen a remitir y homologar las tradiciones arábigos andaluzas. En las mismas palabras del profesor Salinas: “Instrumentos e instrumentistas de raíz árabe o arábigoandaluza acompañaron los espacios de la convivialidad festiva y popular chilena a los largo de persistentes siglos (con su característico “alboroto”, “alagazara”, para decirlo con palabras de dicha raíz cultural”

Entrado de lleno a la “Cueca” que está netamente ligado a una de las tantas formas poético musicales andaluza. La “nuba”, significa en árabe “turno”, alude al contexto en que los cantores de los palacios, esperaban la orden del Califa para cantar ante éste. El músico y académico Eduardo Valenzuela, escribe: “La Nuba de los músicos, es decir, su turno para interpretar la pieza, fue paulatinamente dejando de apelar al contexto de producción para apuntar a la pieza construida en dicho contexto, dejando de constituir un “turno” o “jornada” en relación a la dinámica de rotación de los músicos en las cortes andalucíes”

Además la “nuba” se componía por cinco movimientos distintos, que partían con una especie de llamado o preludio vocal denominado da`ira. Estos rasgos de la “nuba” son los mismos que destacan a la forma poético musical de la “cueca”. Los investigadores y académicos Carmen Peña y Samuel Claro nos describen ésta unión: al iniciar la cueca chilena los cantores tradicionales entonan un preludio vocal que denominan daira, al que sigue un preludio instrumental preparatorio a la danza misma. Cada uno de los cuatro cantores de la cueca entra según un turno establecido y, en rueda de cantores, también hay un turno para cada grupo, lo que sin duda representa una interesante conexión con esta forma. Por último, el acompañamiento de las palmas, gritos, zapateos, compases e instrumentos,  en el baile tradicional chileno, la “cueca”; fue lo que también le daba vida a la música árabe andaluza. 

“Yo soy abolengo moro

tengo un nombre que es postizo 

y mi color es moreno

como el de cualquier mestizo.


Y el solazo de Arabia

la ardiente arena 

son el padre y la madre

 de la “chilena”


de la “chilena”, sí

dile  y redile

que nació en el desierto

la flor de Chile

 

Y es la “tabla” divina

la de Medina.”

Bibliografía: 

Claro Valdés, Samuel; Peña Fuenzalida, Carmen. “Chilena o Cueca Tradicional. De acuerdo con las enseñanzas de Don Fernando Gonzalez Maraboli”. Ediciones Universidad de Chile, Santiago, 1994

Elliot, John, “Imperios del mundo Atlántico. España y Gran Bretaña en América (1492 – 1830”). Editorial Taurus, 2006. 

Elliot, John, “España, Europa y el mundo de Ultramar, 1500 – 1800”. Editorial Taurus, Madrid, 2010.

Melo, Diego y Vidal, Francisco (ed.). “A 1300 años de la Conquista de Al – Andalus (711 – 2011)”. Centro Mohammed VI Para el Dialogo de las Civilizaciones, Coquimbo, 2012.

Martínez, Luz, “Negros en América”. Mapfre, Madrid, 1992.

Sagredo, Rafael y Gazmuri, Cristián (ed), “Historia de la vida privada en Chile”, Tomo 1: El Chile tradicional: de la conquista a 1840. Aguilar Chilena, Santiago, 2005. 

Sánchez, Nicolás. Historia Mínima de la población de América Latina. Desde los tiempos precolombinos al año 2025, Turner, Madrid, 2014.

Salinas Campos, Maximiliano. “¡Toquen Flautas y tambores!: una historia social de la música desde las culturas populares en Chile, siglos XVI-XX”. Rev. Music.chil. (Online). http://www.revistas.uchile.cl/index.php/RMCH/article/viewFile/12678/12965