Elsábado por la mañana, las fuerzas israelíes lanzaron un brutal ataque contra muchos cristianos, impidiéndoles llegar a la Iglesia del Santo Sepulcro y a la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén) para celebrar el Sábado Santo en vísperas de la Pascua ortodoxa.
El grupo Frente Popular para la liberación de Palestina (FPLP) asevera en un comunicado que la arremetida de la ocupación israelí se enmarca en “el ataque sistemático” a los lugares santos en Al-Quds, y una parte integral de la escalada en curso contra la ciudad.
“Las prácticas de la ocupación sionista se enmarcan en los esquemas de judaización de la ciudad de Al-Quds y sus lugares sagrados islámicos y cristianos”, remarca.
A su vez, el portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Abdul-Latif Al-Qanu, afirma que los ataques de la ocupación sionista contra los cristianos durante las celebraciones del Sábado Santo son un crimen que viola todas las religiones y reafirma el racismo de Israel y su rebelión contra todas las normas y leyes internacionales.
Según el portavoz de HAMAS, este ataque sionista contra los cristianos es parte de la continua agresión del régimen y su gabinete fascista contra el pueblo palestino y las santidades islámicas y cristianas.
Al-Qanu señala que Israel está practicando una guerra religiosa para imponer su voluntad y extender su control y exige enfrentar y presionar por todos los medios a Israel para que cese sus crímenes contra el pueblo y sus santidades religiosas y cristianas.
Asimismo, el portavoz del movimiento de la Yihad Islámica Palestina, Tariq Ezzedin, confirma que esta agresión es una continuación de los continuos crímenes del régimen israelí contra el pueblo palestino.
Estas prácticas sionistas son una violación de la santidad de las santidades islámicas y cristianas y un ataque a los derechos de los ciudadanos a practicar ritos religiosos, y una continuación de la campaña de hostigamiento y racismo contra los cristianos en los territorios ocupados, enfatiza.
Ezzedin hace un llamado a las masas del pueblo palestino para que enfrenten esta agresión y detengan las medidas represivas israelíes contra los ciudadanos al realizar y practicar sus ritos religiosos, además de instar a la comunidad internacional y a las personas libres del mundo a asumir sus responsabilidades para poner fin a las continuas violaciones israelíes al respecto.
La presencia cristiana en Al-Quds forma parte relevante de la historia de esta ciudad sagrada, pero desde la ocupación de los territorios palestinos por Israel en 1948, las medidas expansionistas de ese régimen han afectado a la convivencia de las religiones monoteístas en esta localidad, de manera que estas políticas han provocado el desplazamiento de cerca de 90 % de los cristianos.
La hostilidad hacia las comunidades cristianas coincide con los ataques e incursiones de las fuerzas israelíes contra los fieles musulmanes que buscan orar en la Mezquita Al-Aqsa durante el mes sagrado de Ramadán.