Los presos han hecho sacrificios en el camino de la libertad y por eso ahora están en la cárcel, afirmó.
El clérigo agregó que los nobles reclusos que han sido encarcelados por sus esfuerzos para restituir los derechos y reivindicaciones políticas del pueblo oprimido, deben recuperar sus derechos inalienables, incluido el derecho a la libertad.
Continuó diciendo que todas las restricciones impuestas a los presos políticos en Bahrein deben eliminarse ya que violan sus derechos religiosos, humanos y legales.
Los comentarios se producen cuando cientos de presos políticos de Bahréin participan en una huelga de hambre para protestar por los malos tratos y las duras condiciones en la notoria prisión Jau del país.
Cinco pabellones penitenciarios de Jau iniciaron la semana pasada la huelga de hambre.
En un comunicado publicado por el principal grupo de oposición de Bahréin, la Sociedad Islámica Nacional al-Wefaq, los presos dijeron que comenzaron la huelga de hambre porque los funcionarios de la prisión impedían que los reclusos adoraran y los encierran las 23 horas todos los días.
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La declaración también dijo que los funcionarios penitenciarios pusieron a los reclusos en aislamiento arbitrariamente, interfirieron con las visitas familiares y brindaron atención médica inadecuada a los reclusos. Los reclusos también tienen prohibido el acceso a la educación.
“Nuestras demandas no son insignificantes, sino muy necesarias y requeridas para la vida humana, incluso en los niveles más bajos conocidos en la historia humana”, decía la declaración de los prisioneros.
La huelga de hambre encarna la insistencia de los presos en los derechos fundamentales y la dignidad, y es un recordatorio de que los derechos no se pueden descuidar, dice el comunicado.
Los presos cifraron en centenares el número de los que participaron en la huelga.
Las organizaciones de derechos humanos han advertido contra las "condiciones inhumanas" en la prisión de Jau, diciendo que varias formas de tortura física y mental, así como malos tratos, se encuentran entre los tormentos que los presos soportan en el centro de detención.
Bahréin, sede de la 5.ª Flota de la Marina de los EE.UU. con sede en Oriente Medio, se encuentra en medio de una campaña de represión de una década contra toda disidencia después del levantamiento popular de 2011.
Desde que Bahréin reprimió las protestas a favor de la democracia con la ayuda de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, ha encarcelado a activistas, deportado a otros, despojado a cientos de su ciudadanía y cerrado su principal periódico independiente.
Traducido por ABNA24 redacción española