“El Imam Ali (AS) dijo: ¡Oh, hijo de Adán! Cuando veas que, a pesar de los constantes favores de Dios, tu vida es un pecar permanente, ten presente la amonestación (Su cólera puede convertir las bendiciones en desgracias)”
Etimología
Adam (آدم): el padre de los seres humanos.al-tatābi´ (التتابع): lealtad, seguridad.
Traducciones de sabios:
“¡Oh hijo de Adán!, cuando veas que Allāh te envía Sus bendiciones sucesivamente, y lo desobedezcas, cuídate de Él”. (Anṣāriān).“¡Oh hijo de Adán!, cuando veas que Allāh te otorga bendiciones, témele mientras seas desobediente” (Dashtī)[Y él dijo:] “¡Oh hijo de Adán!, cuando veas que tu Señor te concede Sus favores y lo desobedeces, temedle”. (Shahīdī).Dijo: “¡Oh hijo de Adán!, si ves que Allāh te concede Sus bendiciones sucesivamente y lo desobedeces, entonces teme a Su castigo”. (Faīḍ al-islam).Imam (la paz sea con él) dijo: “¡Oh hijo de Adán! Cuando veas que tu Señor envía Sus bendiciones sobre ti en sucesión, mientras le desobedeces, temedle. (A. Makārem Shīrāzī).
Explicación:
El Imam, en este ḥikma, advierte a los arrogantes y a los culpables, diciendo: “¡Oh hijo de Adán! Cuando veas que tu Señor envía Sus bendiciones sobre ti en sucesión, mientras le desobedeces, temedle.”
Hay tres clases de pecadores: algunos tienen poco pecado y muchas buenas obras con un corazón puro. Hay otros que tienen pecados mayores y más castidad, pero Allāh les ha ordenado que se arrepientan, y si no se arrepienten, serán castigados en la otra vida. El tercer grupo es el que ha elevado el nivel de insolencia y rebelión hasta el punto de que Allāh los castigará en este mundo. El castigo de la degradación es que Él les retira Su misericordia y los despoja de Su éxito, les deja el campo abierto, pero Él les otorga más bendiciones cada día para que sus espaldas sean cargadas con una pesada carga de pecado. Y el castigo vendrá sobre ellos de repente y los destruirá, el cual ciertamente será más doloroso para ellos en sus placeres. Es como un hombre que trepa por las ramas de un árbol hora tras hora, y cuando llega al final del mismo, de repente pierde el equilibrio, se derrumba y se rompe todos los huesos.
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El Sagrado Corán menciona repetidamente el castigo de la degradación. Dice de las generaciones anteriores:
“(فَلَمّا نَسُوا ما ذُکِّرُوا بِهِ فَتَحْنا عَلَیْهِمْ أَبْوابَ کُلِّ شَىْء حَتّى إِذا فَرِحُوا بِما أُوتُوا أَخَذْناهُمْ بَغْتَةً فَإِذا هُمْ مُبْلِسُونَ)”
“Y cuando hubieron olvidado lo que se les había recordado, les abrimos las puertas de todo. Cuando hubieron disfrutado de lo que se les había concedido, Nos apoderamos de ellos de repente y fueron presa de la desesperación.” (1)
En la surat Al-Arāf (Los Lugares Elevados: 182-183) dice:
“(وَالَّذینَ کَذَّبُوا بِآیاتِنا سَنَسْتَدْرِجُهُمْ مِنْ حَیْثُ لا یَعْلَمُونَ * وَأُمْلى لَهُمْ إِنَّ کَیْدى مَتینٌ)”
“A quienes desmientan Nuestros signos les conduciremos paso a paso, sin que sepan cómo. Y les concedo una prórroga. Mi estratagema es segura.”
En el libro de al-Šarīf al-Kāfī se narra del Imam al-Ṣadiq (as) que:
إِنَّ اللَّهَ إِذَا أَرَادَ بِعَبْد خَیْراً فَأَذْنَبَ ذَنْباً أَتْبَعَهُ بِنَقِمَة وَیُذَکِّرُهُ الاِْسْتِغْفَارَ وَإِذَا أَرَادَ بِعَبْد شَرّاً فَأَذْنَبَ ذَنْباً أَتْبَعَهُ بِنِعْمَة لِیُنْسِیَهُ الاِْسْتِغْفَارَ وَیَتَمَادَى بِهَا
Cuando Dios quiere hacer el bien, le presta oídos cuando hace el mal para recordarle el arrepentimiento, y cuando hace el mal a un siervo, le concede Su favor para que se olvide de pedir perdón y continúe haciéndolo.
Cuando Dios quiere hacer el bien, cuando hace el mal le presta oído, para que recuerde el arrepentimiento, y cuando hace el mal a un esclavo, le concede su favor para que se olvide de pedir perdón y continúe haciéndolo. (2)
Surge la pregunta de que la obra de Dios es despertar y no distraer. En respuesta a esta pregunta, debe notarse que los éxitos divinos se deben a los méritos. Aquellos que son tan borrachos, arrogantes y rebeldes pierden todas las virtudes de su derecho y, de hecho, sus acciones los han alejado tanto de Allāh que no merecen ni siquiera advertencia, pero merecen un castigo severo. (3)
Notas:
1- Surat Al-Anām: 44.
2- Kāfī, vol. II, pág. 452, H. 1.
3- Hadiz de la Sabiduría: Este sabio dicho ha sido mencionado en el Corán al-Hakam con una diferencia que muestra que fue tomado de otra fuente y también de Ibn Jowzi en Tazkerat al-Khaws. (Referencias a Nahj al-Balagha, vol. 4, pág. 25).