“Renuevo un llamamiento apremiante para la liberación de quienes aún están retenidos como rehenes. Suplico que cesen las operaciones militares, con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda”, declaró el domingo durante su tradicional mensaje navideño ‘Urbi et Orbi’ [a la ciudad y al mundo] en la plaza San Pedro del Vaticano, el líder de la Iglesia católica.
Al respecto, solicitó que no se siga la violación y el odio, sino que se busque una solución para la cuestión palestina, a través del diálogo entre las partes, manteniendo una fuerte voluntad política con el apoyo de la comunidad internacional, haciendo hincapié en “no a la guerra, sí a la paz”.
Al dirigirse al “continente americano”, Francisco pidió a los dirigentes “hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas, a luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones”.
Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre de la entidad sionista contra Gaza han dejado un saldo de cerca de 20 500 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños, mientras que más de 53 320 personas resultaron heridas.