Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : ABNA24
viernes

1 marzo 2024

16:16:59
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Detrás de escena de la renuncia de Shtayyeh; ¿Cuál es la versión árabe-occidental para Gaza?

RAMALÁ. (ABNA) - La dimisión del gobierno de "Shtayyeh" representa un componente del paquete de reformas estadounidense, cuyo objetivo es captar la atención del gobierno de Netanyahu. Esto implica el supuesto establecimiento de un gobierno palestino independiente y al mismo tiempo marginar a Hamás del marco político de Gaza. Sin embargo, numerosas incertidumbres y obstáculos han puesto en duda la viabilidad de este plan.

Los debates y afirmaciones sobre el futuro de Gaza después de la guerra están actualmente en primer plano, dados los intensificados esfuerzos internacionales de actores influyentes para poner fin al conflicto, lo que ha llevado a que se articulen varios puntos de vista.

 

En medio de las angustiosas circunstancias que enfrenta el pueblo de Gaza, donde cientos de miles de personas necesitan urgentemente alimentos y ayuda médica, existe un llamado a la comunidad global para que dé prioridad a poner fin a la guerra en curso. Sin embargo, parece que las transformaciones políticas son una preocupación primordial para Estados Unidos y sus aliados árabes.

 

Un acontecimiento significativo que refleja las estrategias árabes occidentales para el futuro de la posguerra en Gaza es la reciente renuncia del Primer Ministro del gobierno de la Autoridad Palestina y su gabinete.

 

Mohammad Shtayyeh, el ex Primer Ministro de la Autoridad Palestina, declaró el lunes la renuncia de su administración, marcando la fase inicial del proceso de reforma enfatizado por Estados Unidos en sus últimos planes integrales para abordar el conflicto palestino.

 

Shtayyeh afirmó: "He presentado la dimisión del gobierno a Mahmud Abbas, el presidente del gobierno de la Autoridad Palestina. A pesar del bloqueo sin precedentes que se nos ha impuesto, nuestra dedicación sigue siendo inquebrantable hacia nuestros mártires, los detenidos, el pueblo de Gaza, la causa nacional palestina, Al-Quds, nuestros lugares sagrados y nuestros héroes. La Autoridad Palestina persistirá en su esfuerzo por establecer el Estado palestino".

 

Expresó: "Encontramos desafíos, ninguno de los cuales fue obra nuestra, y soportamos numerosas dificultades porque Palestina justificaba estos esfuerzos. Soy de la opinión de que la próxima fase y sus desafíos exigen nuevos acuerdos gubernamentales y políticos. La evolución de la situación en Gaza exige una expansión de la influencia de la Autoridad Palestina en todo el territorio palestino".

 

Inmediatamente, Mahmud Abbas aceptó la dimisión del gobierno de Shtayyeh y designó al ex Primer Ministro como líder interino hasta que se forme un nuevo gabinete. Se han propuesto varios nombres para el sucesor de Shtayyeh, entre ellos Nasser al-Qudwa, ex Ministro de Asuntos Exteriores palestino, y Salam Fayyad, ex Primer Ministro palestino. Sin embargo, los indicios apuntan a Mohammad Mustafa, director del Fondo Palestino de Inversiones, como el candidato más probable para asumir este papel.

 

A medida que se han producido cambios políticos dentro del marco de la autoridad bajo las presiones de Estados Unidos, la administración Biden lo ve de manera positiva. Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, comentó: "Acogemos con agrado la dimisión del gabinete del gobierno de la Autoridad Palestina y la consideramos un paso constructivo hacia su reforma y modernización".

 

Miller destacó: "Durante las negociaciones, Anthony Blinken, el Secretario de Estado de los EE.UU., alentó a Mahmud Abbas a tomar tales medidas. Estamos convencidos de que estas acciones son constructivas y representan un paso significativo hacia el restablecimiento de la unidad en Gaza y la Ribera occidental bajo el liderazgo de la Autoridad Palestina."

 

En contraste con la perspectiva de los observadores estadounidenses que ven la renuncia del gobierno de Shtayyeh como importante para dar forma al futuro panorama político de Palestina, los grupos de resistencia mantienen una postura diferente. Sami Abu Zuhri, una figura destacada de Hamás, expresó en una declaración a Reuters: "La dimisión del gobierno de Shtayyeh no tiene importancia a menos que se alinee con el marco de consenso nacional para los acuerdos en la próxima fase".

 

Una fuente autorizada cercana a Hamás informó también a Al Arabiya, subrayando que no ha habido conversaciones oficiales con el movimiento Fatah sobre el futuro gobierno: "La prioridad actual es detener la guerra, retirar las fuerzas israelíes de Gaza y proporcionar ayuda al pueblo Posteriormente, pueden surgir discusiones sobre un gobierno de unidad nacional responsable de la reconstrucción y de supervisar los asuntos del pueblo durante el período de transición hasta que se celebren las elecciones".

 

Estas declaraciones de funcionarios de Hamás sugieren que la renuncia del gabinete del gobierno de la Autoridad Palestina es parte de una estrategia que apunta a involucrar o integrar a Hamás en el gabinete del gobierno de la Autoridad Palestina. Este plan ha aparecido recientemente en los medios bajo el término "gobierno tecnocrático".

 

La iniciativa del gobierno tecnocrático

 

Parte del esfuerzo árabe-occidental por la trayectoria política de Palestina implica establecer un gobierno tecnocrático, integrado por ministros especializados encargados de supervisar el período posterior a la guerra y asumir el gobierno hasta que se designe una fecha formal para nuevas elecciones.

 

Como informó Al-Alam, «Las discusiones no oficiales dentro de los medios de comunicación sobre el progreso en las negociaciones y la posible formación de un gobierno tecnocrático en Palestina sugieren que podría ser un paso hacia el logro de un alto el fuego. Sin embargo, hasta el momento, esta información sigue siendo especulativa, con No hay confirmación oficial, aunque ha circulado ampliamente."

 

Las posturas de ambas facciones indican que incluso entre Fatah y Hamás no hay consenso para establecer un gobierno unificado, con sus respectivos criterios desalineados. Fatah pretende asumir rápidamente el control político y de seguridad de Gaza, mostrando poca preocupación por la terrible situación allí, mientras que Hamás prioriza el cese de las hostilidades y la reconstrucción de Gaza, sin dar énfasis a un gobierno tecnocrático.

 

Aparte de los esfuerzos internacionales, se han llevado a cabo deliberaciones entre facciones palestinas tanto dentro como fuera de Palestina para forjar un acuerdo sobre el futuro gobierno. Con este fin, está previsto que las delegaciones palestinas que representan a Fatah y Hamas se reúnan en Moscú, la capital de Rusia, el 29 de febrero.

 

En los últimos meses, la administración Biden ha sugerido repetidamente transferir el gobierno de Gaza a la Autoridad Palestina. Sin embargo, el desacuerdo con las autoridades sionistas ha obstaculizado el progreso en este asunto, frustrando los intentos de encontrar puntos en común.

 

Yalal Bana, analista especializado en asuntos israelíes y palestinos, afirmó a la cadena Alhurra que la dimisión del Gobierno palestino está directamente ligada a los deseos de Estados Unidos, con el objetivo de indicar a Israel y a sus aliados que se ha producido un cambio de rumbo. liderazgo palestino, lo que podría allanar el camino para una asociación en el proceso de resolución.

 

Se han intensificado los llamados desde las esferas internacional y regional para el establecimiento de un Estado palestino dentro del marco de una solución de dos Estados, buscando resolver el conflicto de larga duración de 75 años, idealmente coincidiendo con el cese de las hostilidades en Gaza. Sin embargo, históricamente el régimen sionista se ha opuesto firmemente a la idea de un Estado palestino. En la reciente votación parlamentaria, una clara mayoría de miembros del Knesset rechazó el reconocimiento formal de un Estado palestino, y el propio Netanyahu ha expresado consistentemente su oposición a la formación de un gobierno palestino.

 

Parece que Abbas, con la dimisión del gobierno de Shtayyeh, parece demostrar su voluntad de implementar cambios y asumir la responsabilidad de los asuntos en Gaza y la Ribera occidental. Sin embargo, según palestinos y expertos, el liderazgo de Abbas ha sido su principal obstáculo. Desde 2004, ha mantenido la presidencia sin tomar medidas sustanciales para defender los derechos de los palestinos.

 

A pesar de los intentos de Washington de revitalizar la organización, ésta se ha debilitado significativamente a lo largo de los años y su futuro parece incierto. Las encuestas indican una notable caída en la popularidad de Abbas entre los palestinos. Sin embargo, la Casa Blanca y ciertas naciones árabes están intentando instalarlo como un gobierno sustituto en Gaza. Los líderes palestinos afirman que la capacidad de la organización se ha visto gravemente comprometida debido a su dependencia financiera del régimen sionista, hasta el punto de que tiene dificultades para cubrir la nómina de sus empleados.

 

Por lo tanto, la renuncia del gobierno de Shtayyeh, aparentemente destinada a implementar reformas, no logrará ningún cambio significativo en Palestina. El próximo gobierno también operará bajo la influencia de Estados Unidos y el régimen sionista. Si bien algunas piezas pueden cambiar, la dinámica general del panorama político permanecerá sin cambios.

 

La verdadera transformación en Palestina depende de que el gobierno palestino dé prioridad a los objetivos de los movimientos de liberación. A pesar de los cambios de varias administraciones en la Ribera occidental durante las últimas dos décadas, ninguna ha logrado avances tangibles en la garantía de los derechos de los palestinos como se describe en el acuerdo de "Oslo". En cambio, los asentamientos sionistas se han expandido y estos gobiernos han enfrentado críticas de los palestinos por corrupción, cooperación en materia de seguridad con los sionistas y la represión de las fuerzas de resistencia.

 

Tecnocrático: una frase secreta que significa la eliminación de Hamás

 

A pesar de la oposición del régimen sionista, Estados Unidos pretende unificar la Ribera occidental y Gaza bajo una autoridad nueva y reformada una vez que el conflicto disminuya. Estados Unidos busca afirmar el control sobre el pueblo de Gaza mediante la instalación de la Autoridad Palestina. Sin embargo, en las elecciones locales de 2007, el pueblo de Gaza votó por Hamás, lo que provocó la expulsión de la organización de Gaza. Actualmente se oponen a su regreso.

 

Evaluaciones recientes de Estados Unidos y el régimen sionista indican que mientras los grupos de resistencia sigan activos en Gaza y persigan la liberación de los territorios ocupados mediante la lucha armada, garantizar la seguridad de los colonos seguirá siendo difícil de alcanzar. Por lo tanto, están iniciando estrategias políticas y abogando por la formación de un gobierno independiente e inclusivo para revertir la dinámica militar, de seguridad y política de los territorios ocupados, a favor de los sionistas. Estas dinámicas han cambiado significativamente a favor de la resistencia y en contra de Israel, particularmente después del reciente conflicto de la Tormenta de Al-Aqsa.

 

Esencialmente, el objetivo principal de Estados Unidos y otros proponentes de este plan es marginar a Hamás de la arena política de Gaza y delegar la gobernanza a la Autoridad Palestina, que se ha alineado con los intereses sionistas y estadounidenses durante las últimas dos décadas. Su objetivo es desarmar la resistencia, garantizar la seguridad israelí y relegar a la oscuridad perpetua el sueño de liberar Al Quds bajo la autoridad de un gobierno palestino.

 

Washington aboga por que el futuro gobierno palestino surja dentro del marco existente de la Autoridad Palestina, alineándose estrechamente con las políticas de Tel Aviv y Washington.

 

Las iniciativas árabe-occidentales relativas al futuro político de Palestina pasan por alto el papel fundamental del pueblo de Gaza y los grupos de resistencia como actores principales en la lucha contra el adversario sionista. A pesar del alto precio que el pueblo de Gaza y los grupos de resistencia han pagado en los últimos cinco meses para defender sus tierras, sus voces y contribuciones a menudo son ignoradas. Si se deben tomar decisiones sobre el futuro de la región, éstas deberían estar determinadas por el destino del pueblo de Gaza, quien, a través de una resistencia valiente, ha infligido el golpe histórico más significativo contra la potencia ocupante.

 

Desafíos que obstaculizan el establecimiento de una administración tecnocrática

 

Si bien el establecimiento de un gobierno palestino marca un hito importante, existen obstáculos formidables que obstaculizan la realización de este esfuerzo. El más importante de estos desafíos es la creciente influencia de Hamás entre los palestinos, una tendencia que Estados Unidos, con la ayuda de ciertas naciones árabes, pretende incorporar y eliminar gradualmente del marco político palestino. Hamás no sólo es reconocido como una fuerza fundamental entre los habitantes de Gaza, sino que también resuena entre quienes residen en la Ribera occidental y ejerce influencia en el escenario internacional. En consecuencia, marginarlo resultará una tarea de enormes proporciones.

 

Contrariamente a los resultados previstos por las naciones occidentales y árabes, la perspectiva de desarmar a Hamás e integrarlo en el marco establecido por la Autoridad Palestina no debilitará al movimiento sino que también reforzará su legitimidad entre los residentes de la Ribera occidental. En los últimos dos años, las agresiones intensificadas por parte de gabinetes sionistas de línea dura en la Ribera occidental han llevado a cientos de miembros del personal de seguridad de la Autoridad Palestina a retirarse y unirse a las filas de los grupos de resistencia. Perciben a Abbas y a las organizaciones conciliadoras como colaboradores carentes de compromiso con la santidad de Al Quds y la liberación de los territorios ocupados.

 

La resonancia de Hamas entre los residentes de la Ribera occidental, particularmente dentro de las facciones de resistencia recién formadas, sirve como testimonio de la formidable influencia del movimiento, que ha ganado popularidad entre los palestinos a través de su enfoque de combate estratégico. En consecuencia, Mahmud Abbas, temeroso del potencial triunfo de Hamás, acordó la cancelación de las elecciones parlamentarias y presidenciales en la Ribera occidental en abril de 2021, cediendo a las presiones de Tel Aviv.

 

Por otro lado, el principal obstáculo a cualquier esfuerzo político encaminado a resolver la crisis de Gaza y el dilema palestino es la grotesca visión promovida por los extremistas de derecha de Israel, que buscan la anexión permanente de territorios palestinos. El régimen sionista es firme en su determinación de desmantelar a Hamás y sostiene, por motivos de seguridad, que ni siquiera puede tolerar el organismo de la Autoridad Palestina en Gaza. Los funcionarios sionistas de línea dura insisten en que Hamas y su narrativa deben ser eliminados permanentemente, y se oponen con vehemencia a la presencia de líderes de la resistencia en cualquier futuro gobierno palestino. Temen que Hamás pueda imponer su ideología y sus principios a las corrientes políticas palestinas, complicando significativamente la situación de seguridad de los ocupantes.

 

El establecimiento de un gobierno tecnocrático, apoyado por Estados Unidos y los Estados árabes, sigue siendo una perspectiva lejana. La composición de dicho gobierno y el nivel de responsabilidad atribuido a Hamás en Gaza siguen siendo inciertos, lo que ensombrece las perspectivas de lo que parece ser un gobierno inclusivo.

 

Propuestas similares han surgido anteriormente en el Líbano, donde Francia y Estados Unidos intentaron, tras las elecciones de 2018 que favorecieron a la resistencia, recalibrar sus estrategias después de las protestas de 2019 y marginar a Hezbolá de la arena política. Sin embargo, los líderes del movimiento de resistencia han enfatizado que la formación de un gobierno tecnocrático o especializado sin la participación de las facciones políticas victoriosas en las elecciones parlamentarias está destinada al fracaso.

 

Si bien muchas facciones palestinas y analistas políticos perciben el establecimiento de un gobierno nacional como un medio potencial para reconciliar las diferencias entre los palestinos, el historial de las últimas dos décadas indica que la mediación regional e internacional se esfuerza por resolver el cisma político entre Gaza y la Ribera occidental. se han quedado cortos. La Autoridad Palestina aspira a afirmar el control sobre todos los asuntos políticos y de seguridad en Palestina, pero la población y las facciones de la resistencia están extremadamente en contra de tales eventos.

 

La esencia del conflicto de Gaza y las acciones genocidas del régimen sionista, que han despertado la conciencia mundial, subrayan la resistencia duradera del movimiento de resistencia, sin indicios de su desaparición. A pesar de los continuos esfuerzos de la democracia basada en el frente árabe-occidental, no puede disuadir a la resistencia del camino de luchar contra los ocupantes.

Traducido por ABNA24 redacción española