Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Iqna
martes

22 octubre 2024

8:44:13
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En el Islam está estrictamente prohibido utilizar palabras ofensivas como palabrotas

QOM. (ABNA) – Significa atribuir una cualidad inapropiada a alguien por ira u odio.

El Islam desaprueba totalmente esto, hasta el punto de que el Corán instruye a los musulmanes a no maldecir ni siquiera a las deidades de los incrédulos.

 Según la intención de la persona que los usa, los insultos se pueden dividir en diferentes tipos. En ocasiones se utilizan para molestar a alguien o por diversión, sin ninguna intención de molestar a la otra persona. Y en algunos casos, este comportamiento inadecuado se convierte en un hábito para algunas personas y luego insultan a otras por costumbre y sin ninguna intención concreta. 

Cualquiera que sea la intención, esta acción ha sido advertida en el Islam, hasta el punto de que el Corán incluso prohíbe maldecir a los dioses de los infieles: "Creyentes, no habléis malas palabras contra los ídolos, no sea que ellos (los paganos), en su hostilidad e ignorancia, no decir tales palabras contra Dios." (Verso 108 de la Sura al-Anaam)

 Fue narrado por el Santo Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) quien dijo que los insultos y las maldiciones no tienen lugar en el Islam. 

Siembran semillas de enemistad y odio en los corazones de los demás. Una persona que maldice a los demás sólo aumenta sus enemigos en lugar de difundir la amistad. El Santo Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: “No maldigas a otros para no ganarte su enemistad”. Otras consecuencias de las maldiciones incluyen reducción del sustento, oraciones sin respuesta, pérdida del cielo y entrada al infierno. Se ha narrado del Santo Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) que entrar al cielo es Haram (prohibido) para aquellos que maldicen. 

Para deshacerse de esta enfermedad moral, uno debe tratar de abordar sus causas fundamentales, como la ira. Esforzarse por hablar un buen lenguaje con palabras apropiadas es una forma útil de sanar.

 Acostumbrarse a palabras bonitas ayuda a eliminar la tendencia a utilizar malas palabras.