Los comentarios se pronunciaron durante una reunión celebrada el sábado en Qom, centrada en el alcance evolutivo de los estudios coránicos y las ciencias interpretativas en las instituciones religiosas iraníes, con una serie de profesores y académicos.
Al reflexionar sobre los avances en la interpretación coránica, el Ayatolá Arafi destacó el trabajo de notables académicos como Allameh Tabatabai, cuyo texto seminal, Al-Mizan, sentó las bases para interpretaciones posteriores.
Después de sus contribuciones, otros académicos, incluidos el Ayatolá Javadi Amoli y el Ayatolá Makarem Shirazi, continuaron desarrollando exégesis integrales, ampliando significativamente la disciplina, dijo Arafi, y agregó: “Hoy, somos testigos de un alcance más amplio de las interpretaciones coránicas en áreas como las humanidades y las ciencias sociales, con numerosas publicaciones producidas para apoyar estos campos”.
Enfatizando la necesidad de ampliar las traducciones del Corán, señaló que si bien la Biblia ha sido traducida a más de mil idiomas y dialectos, el Corán actualmente existe en aproximadamente 100 idiomas.
“Hay mucho espacio para crecer en este aspecto, y aún quedan preguntas sobre la precisión de estas traducciones”, dijo. Al hablar sobre las estructuras académicas dentro de los seminarios, Arafi mencionó que se han establecido casi 400 campos especializados en 17 áreas de conocimiento, incluidas más de 30 ramas específicas dentro de la interpretación coránica. Los seminarios ahora ofrecen 266 cursos avanzados sobre estudios coránicos, lo que refleja el creciente énfasis en este campo.
Arafi abordó además las nuevas fronteras en la investigación coránica, incluidos los enfoques interpretativos centrados en el análisis comparativo con otros textos religiosos y el empleo de tecnología moderna. “Se debe considerar el tema de la inteligencia artificial y su aplicación a los estudios coránicos”, agregó.
En cuanto a los valores tradicionales de los seminarios, Arafi elogió el rigor académico que mantienen los clérigos de mayor edad, que siguen produciendo investigaciones significativas incluso en la vejez.
“Muchos de nuestros eruditos mayores siguen participando activamente en la escritura y la investigación, y sirven de modelo para todos nosotros”, añadió.
El clérigo de mayor edad abogó por un plan educativo de cinco años dedicado a estudios especializados de interpretación coránica, junto con el apoyo a los mejores eruditos y a las artes coránicas.