Jusuma es una palabra árabe que significa enemistad y hostilidad.
En la ética islámica se refiere a discutir con otros sobre algo. Así, el propósito del Jusuma puede ser lograr una meta financiera o un derecho, mientras que a veces la disputa se debe al deseo de hacer valer la propia opinión.
Jusuma es una enfermedad del alma que se extiende a la lengua y puede provocar enemistad y desintegración de la sociedad. Por lo tanto, jusuma no siempre se considera un vicio moral.
Los especialistas en ética dividen a los Jusuma en dos tipos: encomiables e inaceptables. El intelecto y la religión islámicos elogian algunos tipos de Jusuma mientras desaprueban otros.
Jusuma es aceptable sólo si una persona está segura de la legitimidad de su posición y no encuentra otra manera de recuperar su derecho. Dado que la injusticia es inapropiada, el intelecto humano considera inapropiado aceptarla, por lo que el intelecto elogia luchar y oponerse a la injusticia.
Entonces, si no hay otra manera que Jusuma de recuperar un derecho, el intelecto humano acepta ese paso. Por supuesto, todo lo que el intelecto aprueba, la religión también lo aprueba. Por el contrario, cuando la persona sabe que no tiene razón o tiene dudas al respecto, la religión advierte contra el recurso a Jusuma.
El Profeta Muhammad (que Dios lo bendiga a él y a su familia) dijo que la persona más odiada a los ojos de Allah es la más testaruda y pendenciera. El Profeta también dijo que si una persona muestra terquedad en un Jusuma sin estar seguro de que tiene razón, enfrentará la ira divina mientras esté en ese estado.
Las raíces del Jusuma negativo se encuentran en características como el desprecio por los demás, los celos y el amor excesivo por la riqueza o la posición social. Una forma práctica de curar esta enfermedad es recurrir a su opuesto, es decir, kalam tayyeba (la buena palabra).
Usar kalam tayyeba significa usar palabras positivas y corteses al dirigirse a los demás. Para evitar los efectos negativos de jusuma, la gente debe esforzarse por tener kalam tayyeba, es decir, hay que intentar ser cortés y utilizar palabras apropiadas y positivas al hablar con otra persona.
Así como jusuma, maraa y mujadilah crean enemistad, su opuesto, kalam tayyeba, crea amistad y afecto. Cuando los demás ven que una persona tiene cuidado con lo que dice y cómo lo dice, se sienten atraídos. Si este rasgo prevalece en la sociedad, conducirá a la unidad y el acuerdo, a diferencia de jusuma que causa discordia y conflicto.