El 21 de agosto de 1969 un judío-sionista radical perpetró un ataque terrorista incendiario contra la Mezquita Al-Aqsa. 47 años después, los palestinos continúan recordando uno de los mayores atentados en la historia de la ilegal ocupación israelí, y han organizado actividades y marchas en Palestina ocupada como también en la diáspora.
En el incendio de la Mezquita Al-Aqsa quedó dañado el histórico púlpito de Saladino (Salahuddin al-Ayyubi) y gran parte del ala sudeste de la mezquita. Los activistas y manifestantes palestinos han denunciado los continuos ataques israelíes que todavía hoy sufren los musulmanes que acuden Al-Aqsa, así como la política de judaización del régimen del apartheid judeo-sionista de Tel Aviv.
La Mezquita Al-Aqsa es una de los tres lugares más sagrados para los musulmanes de todo el mundo, mezquita a la que millones de palestinos no pueden acceder debido a la segregación racial y fuertes restricciones del ente sionista de Israel.
Marcando 47 años del ataque sionista contra la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds, los palestinos aseguran que seguirán luchando contra la judaización de su capital eterna e indivisible.
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