Como de costumbre, Imam Alí (P)) inició su discurso con alabanzas a Dios, resaltando su sincero deseo de alabarle, y explicó los efectos de las alabanzas a Dios cuando se pronuncian sinceramente teniendo en mente tanto el entorno de la presente vida como la vida en el más allá. Inmediatamente después, enumera algunos atributos de Dios, enfatizando la eternidad de Su Existencia, Su Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia. Comenta Su Habilidad de crearlo todo sin ningún trabajo de cuerpo y mente -atributos y características que no le son necesarios- y sin la ayuda de ningún modelo o compañero de trabajo y menciona también Su Benevolencia y Misericordia hacia Sus criaturas.
El Imam Alí (P) describe brevemente algunas maravillas de la naturaleza, sugiriendo la creación de las galaxias, los espacios vacíos entre ellas y dentro de cada una de las mismas, el curso de la luz y otras formas de energía que atraviesan las galaxias.
También aconseja a los seres humanos a comprender y darse cuenta de la importancia de la mente e inteligencia que Dios les ha Otorgado y a agradecerle por ello.
Describiendo los Atributos de Dios, dice que el Ser Supremo de Dios, no puede ser comprendido y que las limitaciones de la mente humana serán siempre tales que ninguna persona podrá visualizarle y por supuesto alguna otra de Sus criaturas.
El Imam Alí (P) a continuación alaba al Sagrado Corán y exalta la condición del Santo Profeta (Bpd) y habla extensivamente de la mortalidad del ser humano y de todo lo que éste último desea adquirir; igualmente, explica la tendencia humana a desperdiciar, estropear y hacer mal uso de las enseñanzas de la Religión y a introducir innovaciones en sus doctrinas a fin de hacerlas caer dentro del marco de sus propios fines (a conveniencia) y cómo, el Islam, estaba siendo penosamente afectado pro esas tendencias y sugiere cómo los auténticos musulmanes deberían intentar el proteger su Religión.
Finalmente, Imam Alí (P) habló acerca del Doceavo Imam del Islam que ha de venir y ha de formar un Estado Mundial; cómo se defenderá a sí mismo y su Estado con la ayuda de la ciencia, asegurándose de no usarla para dañar a la humanidad; cómo iniciará como una persona indefensa, cuál será la condición del Islam en el tiempo de su aparición y cómo su Gobierno traerá paz y justicia a la humanidad. El discurso inicia a continuación:
Toda alabanza sea dada al Señor, hacia Quién es el fin de todo y a Quien todo volverá. Le alabamos por Su Suprema Bondad, por la explicación clara y manifiesta de la Verdad del Islam, y por la continuidad de Sus Dones y Bendiciones para el ser humano. Es la clase de alabanzas que harán justicia a las obligaciones bajo las que existimos y que se alzarán al nivel que Su Misericordia y Benevolencia merecen. Este género de alabanzas nos llevará cerca de las recompensas celestiales y nos harán merecer el Gran Favor del Señor.
Busco Su Ayuda como alguien que espera sinceramente Su Misericordia y Bondad, espera Su Benevolencia y Generosidad, tiene fe en Su Refugio y Protección y Le obedece fielmente en sus pensamientos, palabras y acciones. Tengo verdadera fe en Él y honesta esperanza en Su Benevolencia y una genuina convicción de Su Omnipotencia y Omnisciencia. Le rezo con la humildad y sumisión que Su Grandeza y Gloria imponen. Creo de todo corazón que no hay Dios Todopoderoso sino sólo él. Hago lo que me es posible por buscar Su Protección y Cobijo.
Él es el Dios Único. No tiene padre que comparta Su Grandeza y Gloria, ni hijos que hereden Su Poderoso Dominio si alguna vez pudiera dejar de existir. Él era antes de que existiera el espacio y el tiempo, ningún aumento o pérdida de Su Fuerza y Poder ha tenido ni podrá tener lugar. Por el contrario, el bien diseñado y bien controlado sistema de la naturaleza organizado por Él, está dispuesto tan hermosamente y dirigido tan maravillosamente que su propia existencia es una indicación clara y fuerte de Su Supremo Conocimiento, Fuerza y Poder.
Tomad, por ejemplo, la creación de todas las diferentes galaxias que existen sin ningún apoyo ni soporte. Les ordenó que fueran y espontáneamente comenzaron a existir. Si no hubieran aceptado Su Señorío y no hubieran obedecido inmediatamente Sus Mandamientos, no les hubiera concedido un lugar en su espacio, no hubiera hecho de las mismas la morada de Sus ángeles y no hubiesen sido destinadas a ser lugares de exhibición de Su Gloria y como puertos de bendiciones hacia aquellos que fiel y sinceramente Le obedecen.
De hecho, no hubieran llegado a existir y no les era físicamente posible desobedecer Sus Mandamientos, a Una orden Suya, comenzaron a existir y ocuparon por consiguiente lo lugares que Les había asignado. Hizo de las estrellas en los cielos para que fueran señales y manifestaciones claras y luminosas y también para aquellos que desean comprender cómo los Universos y espacios intermedios llegaron a existir. Tales estrellas despejan la oscuridad en el espacio el que no puede impedir la luminosidad que irradian como tampoco puede detener la luz de las lunas y planetas. Glorificado Sea Dios a cuyo conocimiento no están ocultas aquellas partes del espacio que están cubiertas de oscuridad ni las caras de los planetas cuando la oscuridad se extiende sobre ellos cubriéndoles completamente desde lo profundo de sus valles hasta los elevados picos de sus altivas montañas; tampoco el sonido del trueno en las nubes -homenaje a Su Gloria- ni aquellas cosas que al caer el rayo golpea o destruye, ni siquiera todas las hojas que caen de los árboles y son desparramadas por el viento y la lluvia en diferentes direcciones.
Él, conoce todo acerca de los movimientos y morada de cada hormiga que existe, cuanto alimento necesita un pequeño mosquito y cómo y cuando lo consigue, y si el niño dentro del vientre de su madre, sabe si es varón o hembra; Su Conocimiento es absolutamente preponderante y alcanza hasta los más pequeños detalles de la existencia y las necesidades de cada una de Sus criaturas.
Toda alabanza Sea para el Señor que Era incluso cuando no había espacio o tiempo, ni galaxias o Universos, ni sistemas solares o la tierra que se encuentra llena de vida, ni seres humanos o genios. Él es el Señor que está muy por encima de la comprensión y el entendimiento. La concesión de honores a los que anhelan Su Benevolencia no Le mantiene Apartado de otro trabajo ni conceder dones ilimitados reducen Sus Recursos. Ningún ojo puede verle, ningún espacio puede encerrarle dentro de sus límites, ni se puede sugerir un paralelo a Él. No creó nada con la ayuda de alguien o algún instrumento, ni Comprende nada con la ayuda de los sentidos.
De hecho, nadie puede comprender es base a los atributos, facultades, propiedades y poderes de Sus criaturas.
Él es el Señor que habló a Moisés (P) y le mostró una de Sus Grandes Maravillas, sin la ayuda de ninguna parte del cuerpo o de algún instrumento.
¡Oh vosotros que intentáis todo lo que podéis para comprenderle y describirle! Intentad daros cuenta si es posible traer a vuestra mente imágenes mentales claras de los dos Arcángeles Gabriel y Miguel (P) o de los otros ángeles en lugares divinos y sagrados; están constantemente rezándole y rindiéndole homenaje. No podréis describirlos y ellos a su vez son incapaces de definir o describir al Gran Creador de los Universos. Recordad que sólo podéis definir y describir una cosa que posea cuerpo, ocupe un lugar, esté dotada de atributos, propiedades y facultades y cuya existencia llegará a su fin alguna vez. Recordad que no hay divinidad sino Dios que pueda iluminar todo rincón del oscuro espacio o que pueda oscurecer todo lugar iluminado.
¡Oh gente! Os aconsejo que asumáis la piedad por causa de Dios Todopoderoso, Benevolente y Misericordioso, que os enseñó cómo proteger vuestro cuerpo con la ayuda de ropas y vestidos, y que os abrió los caminos, y os dio medios de tener control sobre las cosas de esta tierra.
Si alguno tuvo mayor posibilidad de vida inmortal y de escapar a la muerte, ese fue Salomón hijo de David (P) Fue tan Gran Profeta que Dios le había otorgado completo control sobre los hombres al igual que los genios, junto al predominio que poseía sobre otras cosas terrenales, que era mayor al que tenían otros seres humanos. Pero cuando el periodo de vida que le había Otorgado, llegó a su fin, hubo de hacer frente a la muerte como cualquier otro mortal. Su ciudad favorita y su poderoso imperio fueron heredados por otros.
Ciertamente la historia del hombre guarda lecciones y advertencias para vosotros: ¿En dónde están los Samariquitas y sus descendientes? ¿Dónde están los Faraones y sus cortes? ¿Dónde están esos poderosos gobernantes que fundaron un Imperio en el país Russ? Mataron a los Profetas y Mensajeros de Dios, hicieron lo que pudieron para pisotear las Religiones y tuvieron un impío y tiránico dominio sobre los hombres. ¿Dónde están los enormes ejércitos que movieron de país en país, derrotando y conquistando nación tras nación, matando a miles y miles de seres humanos, arrasando ciudad tras ciudad y erigiendo otras nuevas en su lugar?
Lo que sigue, es parte del discurso. Habla acerca del último Imam que vendrá a Gobernar el Mundo, el defensor prometido a la humanidad y Gobernador benevolente del Estado Mundial:
Se protegerá y defenderá con los recursos de la ciencia y supremo conocimiento. Su control sobre estos recursos será completo; sabrá cuan superiores son y cuan cuidadosamente habrán de ser utilizados; su mente estará libre de deseos de causar mal o de perjudicar a la humanidad. Tal conocimiento para él será una propiedad que fue obtenida equivocadamente por otros y que estuvo esperando permiso para volver a usar y poseer. Al comienzo será como un pobre extranjero, desconocido y del que nadie se preocupa; el Islam se encontrará desamparado y desahuciado, como un camello agotado que ha bajado su cabeza y está moviendo su cola. Con tal comienzo, establecerá el Imperio de Dios en este mundo. Será la prueba final para mostrar el Misericordioso deseo de Dios para familiarizar al hombre con las correctas formas de vida.
El Imam Alí (P) continuó el discurso con las siguientes palabras:
¡Oh gente! Os he aconsejado e instruido en la forma en que los Profetas (P) han aconsejado e instruido a sus seguidores y os he entregado todo lo que me fue confiado, exactamente igual que todos aquellos Profetas (P) que fueron confiados con las explicaciones de Dios tal y como lo hicieron. He intentado enseñaros disciplina en la vida, pero protestasteis poca atención a mis enseñanzas; después intenté conduciros firmemente hacia la vida islámica, pero no os preocupasteis de aceptarlo. Que Dios os ayude. ¿Estáis esperando que algún otro guía -Imam- os enseñe estas divinas formas de vida y os conduzca hacia el camino celestial?
Tened cuidado, ya que habéis abandonado las ventajas de la guía divina y las ideologías pre-islámicas han tomado posesión de vuestras mentes de nueva cuenta. Personas santas entre vosotros, han decidido dejar este mundo, han cambiado los mortales y bajos placeres de esta vida a cambio de la bendición perpetua en la próxima. ¿Podéis señalarme el daño que les acaeció a aquellos de nuestros hermanos que recibieron el martirio en el campo de batalla de Siffin? No están hoy entre nosotros, pero son más felices que nosotros. Si hubieran estado vivos hoy, tendrían que hacer frente a las mismas contrariedades, humillaciones, sufrimientos y pruebas que nosotros estamos experimentando.
Juro por Dios que el suyo fue un destino feliz, están frente a Su Señor. Han recibido recompensas celestiales y después de una vida de persecuciones, pruebas y peligros, están en paz consigo mismos en sus lugares celestiales.
Pero nos apenó perderles, les echamos de menos y sentimos la pérdida
de su presencia. Oh, ¿Dónde están mis hermanos que llevaron una vida
piadosa y murieron en olor de santidad? ¡Oh! ¿Dónde está Ammar, el hijo de Yasy? ¿Dónde está Ibn Thehan? ¿O en dónde esta Jazima el ZulShahatathain? El Santo Profeta (Bpd) había ordenado que su testimonio debiera tener el valor de dos personas justas y piadosas; por consiguiente, se le llamó “Zul-Shahatathain” esto es: igual a dos testigos.
¿En dónde están aquellas otras personas que estuvieron conmigo alguna vez, que habían prometido vivir y morir por el Islam, y que se mantuvieron en la primera línea de defensa contra los ataques de los transgresores y pecadores?
Nauf, el narrador de este discurso, dice que cuando el Imam Alí (P) repitió los nombres de estos seguidores y amigos, sus recuerdos entristecieron su corazón, una película apareció en aquellos brillantes ojos como de águila, se convirtió en lágrimas y fluyeron sobre su blanca barba. Y enfrente de miles de personas allí reunidas para escucharle, no tuvo vergüenza de gemir por ellos y de lamentar su pérdida. El Gran soldado y orador, no pudo continuar su discurso y lloró como una mujer acongojada, mostrando lo tierno que era su corazón y que amada y querida era su memoria. Después de unos pocos momentos, el Imam Alí (P) pudo continuar su discurso:
Cuán tristemente siento la pérdida de aquellos hermanos míos que leyeron el Corán y lo comprendieron, que meditaron profundamente sobre sus obligaciones y cumplieron con sus deberes, que mantuvieron vivas las del Santo Profeta (Bpd) y que combatieron tenazmente contra las innovaciones y que, cuando se le llamó a defender el Islam, se adelantaron voluntariosamente y tuvieron completa fe en su Imam y le siguieron fielmente.
Entonces, el Imam Alí (P) proclamó en voz alta:
¡Jiha, Jiha, Jiha! ¡Oh criaturas de Dios! Enteraos y precaveros de que hoy estoy movi lizando un ejército de voluntarios para defender el Islam. Quienquiera que desee conseguir el favor de Dios puede dar un paso al frente.
Nauf, el narrador de este discurso, dice que más de 40.000 personas se reunieron alrededor del Imam Alí (P) quien hizo dos divisiones. La primera, de 10.000 soldados fue puesta bajo las órdenes del Imam Husein (P) otra división del mismo número fue puesta bajo el mando de Quais bin Abbada, una unidad similar a las anteriores bajo las órdenes de Ayub Amsari, un compañero del Santo Profeta (Bpd) y muchas otras unidades menores bajo otros oficiales de menor rango.
Estaba así organizando una gran fuerza militar y había resuelto marchar hacia Siria otra vez. La respuesta a su llamada fue maravillosa, la gente se reunió por miles bajo su bandera, cuando al cabo de una semana de haber dado el discurso, el Imam Alí (P) recibió el mortífero golpe de espada de las manos de Ibn Mulyam, mientras se encontraba arrodillado en oración dentro de la Mezquita de Kufa. Era el mes de Ramadán. Tras su muerte, los ejércitos que se habían congregado para la lucha, se dispersaron y la suerte de la comunidad se convirtió en la de un rebaño de cabras que no tiene pastor y que son atacadas por todas partes por los lobos.
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