Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - Yemen, a la espera de unos verdaderos diálogos de paz. El país árabe, sumido en una sangrienta guerra y crisis alimentaria debido a la ofensiva saudí, observa los avances hacia una posible conversación auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De hecho, el enviado especial del organismo, Martin Griffiths, viajó este lunes a Sanaá, la capital yemení, con el propósito de impulsar el diálogo.
Poco después de su llegada, un grupo de combatientes heridos del movimiento popular yemení Ansarolá fue evacuado en un vuelo de la ONU rumbo a Omán, cumpliendo así una de las exigencias de Ansarolá para acudir a una nueva ronda de contactos de paz.
La iniciativa debería acelerar la celebración de las negociaciones, ya que la cuestión de la evacuación de los combatientes heridos fue uno de los detonantes del fracaso de los diálogos de septiembre en Ginebra (Suiza).
Ahora, se espera que la nueva ronda de las conversaciones de paz comience este miércoles en Suecia. Pero los ciudadanos difieren sobre su destino final: algunos tienen esperanzas, mientras que otros no.
Arabia Saudí se encuentra, actualmente, bajo una mayor presión internacional. Primero, por el asesinato de Yamal Jashoggi; segundo, por la grave situación humanitaria que vive en los últimos meses Yemen, donde millones de civiles están amenazados por la hambruna.
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