En declaraciones a IQNA, Hojat-ol-Islam Morteza Daneshmand, investigador de la Academia de Ciencias y Cultura Islámicas de Qom, explicó que el término coránico Kawthar —mencionado en la Sura al-Kawthar— se refiere a «la fuente de la abundancia».
Añadió: «Se han propuesto más de veinte interpretaciones para Kawthar, pero dado su contraste con abtar y el tono consolador de la Sura hacia el Profeta (la paz sea con él), el ejemplo más claro de Kawthar es Fátima al-Zahra (la paz sea con ella)».
Daneshmand señaló que, lingüísticamente, Kawthar está vinculado a la idea de flujo constante y generosidad: «La palabra alude a algo cuya naturaleza es la abundancia. Como un manantial que fluye y da vida, Fátima (la paz sea con ella) era una fuente de vitalidad espiritual, intelectual y moral».
Contrastó el Kawthar con el takathur —la búsqueda mundana de la acumulación— explicando que mientras el Kawthar genera crecimiento y generosidad, el takathur conduce al despilfarro y la avaricia. «Una persona bendecida con Kawthar aprovecha al máximo incluso los recursos limitados», afirmó.
Refiriéndose a los roles sociales e intelectuales de Fátima, Daneshmand la describió como «un modelo de liderazgo multidimensional». Si bien sus roles familiares como hija, esposa y madre son bien conocidos, enfatizó que «también desempeñó profundos roles intelectuales, sociales y políticos que aún no se han estudiado a fondo».
Daneshmand añadió que Fátima (P) fue también «una perspicaz intérprete del Corán», capaz de desentrañar sus capas ocultas y aplicarlas a las realidades sociales de su época.
Citó un sermón suyo en el que cuestionaba la negación de su herencia: «¡Oh, hijo de Abu Quhafah! ¿Acaso Dios te ha ordenado heredar de tu padre mientras a mí se me niega la herencia del mío? ¿Has abandonado deliberadamente el Libro de Dios?».
La describió además como “una gran crítica de la decadencia social”, que se pronunció tanto contra el sistema gobernante como contra la complacencia del pueblo. “Su legado”, concluyó, “es la viva expresión del dicho del Profeta: ‘Mi hija Fátima es la guía de las mujeres del mundo’”.
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