Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): El Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P) habló ampliamente sobre la importancia del conocimiento. Exhortó a los musulmanes a buscarlo, pues constituye el primer pilar del que dependen las vidas de las naciones y los pueblos. Él (P) alabó la virtud de los sabios, pues son la fuente de cultura y guía para la comunidad. A continuación, se recogen algunas de las tradiciones transmitidas en su nombre al respecto:
- La virtud del conocimiento
El Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P) glorificó el conocimiento. Invitó a los musulmanes a adherirse a él. Los exhortó a buscarlo. Alabó a quienes lo perseguían.
Dijo: «Aprended, pues el aprendizaje es una protección. Buscar el conocimiento es adoración, estudiarlo es glorificación (de Dios), investigarlo es yihad, enseñarlo (a otros) es limosna, y transmitirlo a quienes son dignos de él es acercamiento (a Dios).
El conocimiento es el indicador del Paraíso. Es un compañero en la soledad, un amigo en el exilio, un íntimo en la extrañeza, una guía hacia la prosperidad, un auxilio contra la aflicción, un adorno ante los amigos y un arma contra los enemigos. Con él, Dios eleva a algunos pueblos para hacerlos imames (líderes) para el bien. Así, (las personas) siguen su ejemplo y transmiten sus obras. Todas las cosas húmedas y secas, las ballenas y los vermes del mar, y los animales y ganados de la tierra piden (a Dios) que los bendiga». (Ibn Hamadun, al-Tadhkira, p. 26)
Ningunas palabras glorifican el conocimiento, alaban a los sabios y abarcan sus frutos y ventajas como estas palabras áureas. Por ello, merecen ser inscritas en los institutos y universidades del saber.
- La virtud del sabio
El Imam al-Báqir (P) alabó la virtud del sabio. Explicó su rango social y la abundante recompensa que Dios ha preparado para él. A continuación, algunas de las frases transmitidas en su nombre:
A. Él (P) dijo: «El sabio cuyo conocimiento (las personas) aprovechan es mejor que setenta mil adoradores». (Ŷami’ Bayan al-’Ilm wa Fadlihi, vol. 1, p. 32)
B. Él (P) dijo: «Quien enseña una puerta de guía tendrá la misma recompensa que quienes la ponen en práctica. Nada de las recompensas de aquellos (que ponen la guía en práctica) será disminuido. Quien enseña una puerta de error tendrá las mismas cargas que quienes la ponen en efecto. Nada de las cargas de aquellos (que ponen el error en efecto) será disminuido». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 34)
C. Él (P) dijo: «El siervo que sale temprano por la mañana a buscar conocimiento entra plenamente en la misericordia». (Nasij al-Tawarij, vol. 2, p. 205)
- Asociarse con sabios y piadosos
El Imam al-Báqir (P) exhortó a los musulmanes a asociarse con sabios y piadosos para aprovechar su guía y comportamiento. Él (P) dijo: «En verdad, asociarse con aquel en quien confío es más fiable para mí que el trabajo de un año». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 34)
- Discutir el conocimiento
El Imam al-Báqir (P) invitó a los musulmanes a discutir el conocimiento entre sí, pues ello abre nuevas puertas al saber y a la ciencia. Él (P) dijo: «Discutir el conocimiento es estudio, y el estudio es una buena oración». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 41)
- Normas para el estudiante
El Imam al-Báqir (P) propuso normas maravillosas para el estudiante. Él (P) dijo: «Cuando te sientes con un sabio, escúchalo más que hablarle. Aprende la buena escucha como aprendes la buena habla. No lo interrumpas mientras está ocupado hablando». (Nasij al-Tawarij, vol. 2, p. 205)
- Proclamar el conocimiento
El Imam al-Báqir (P) invitó a los sabios a proclamar y difundir el conocimiento, para que nadie permanezca en la ignorancia. Él (P) dijo: «La zakat (limosna) del conocimiento es que lo enseñes a los siervos de Dios». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 41)
Él (P) también dijo: «Quien aprende conocimiento tendrá la misma recompensa que quien lo enseña, y será superior a él. Aprended el conocimiento de los sabios. Luego enseñadlo a vuestros hermanos como los sabios os lo han enseñado a vosotros». (Nasij al-Tawarij, vol. 2, p. 205)
- El Imam exhortó a los musulmanes a aprender
El Imam al-Báqir (P) exhortó a los musulmanes a aprender (el conocimiento) y a preguntar sobre él a los sabios. Él (P) dijo:
«El conocimiento es un tesoro y la llave es la pregunta. Que Dios tenga misericordia de vosotros, preguntad (a los sabios). En verdad, cuatro personas serán recompensadas por el conocimiento: el preguntador, el hablante, el oyente y quien los ama». (Al-Jisal, p. 223)
- Comprender profundamente la religión
El Imam al-Báqir (P) invitó a los musulmanes a comprender profundamente la religión y a conocer lo lícito y lo ilícito.
Él (P) dijo: «Toda perfección está en comprender profundamente la religión, en la paciencia ante la desgracia y en medir el sustento». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 32)
Ciertamente, comprender profundamente la religión mantiene el equilibrio y el comportamiento del hombre. Impide al hombre cometer actos feos. Al mismo tiempo, lo protege de desviarse de la religión.
- Poner el conocimiento en práctica
El Imam al-Báqir (P) exhortó a los sabios a poner en práctica su conocimiento. Él (P) dijo: «Cuando oigáis el conocimiento, ponedlo en efecto. Que vuestros corazones sean amplios. Pues la persona cuyo corazón no abarca su abundante conocimiento hace poderoso a Satán sobre él. Si Satán disputa contigo, disputa con él mediante lo que sabes.
Ciertamente, el engaño de Satán es débil». Ibn Abu Layla le preguntó: «¿Qué es lo que sabemos?». Él (P) respondió: «Disputa con Satán mediante la fuerza manifiesta de Dios, el Grande y Altísimo».
- La acción unida al conocimiento de Dios es aceptada
Conocer a Dios es condición para que una acción sea aceptada. Así, quien actúa sin conocer a Dios ni conocer el deber que realiza, su acción es inútil. El Imam al-Báqir (P) dijo: «Ninguna acción es aceptada sino mediante el conocimiento (de Dios). Ningún conocimiento (de Dios) es aceptado sino mediante una acción. Quien conoce (a Dios), su conocimiento lo lleva a la acción. Quien no conoce (a Dios), su acción es inválida». (Tuhaf al-’Uqul, p. 294)
- El Imam reprobó el alarde en la búsqueda del conocimiento
El Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P) reprobó a quienes alardeaban de buscar conocimiento. Exhortó a los sabios a esforzarse por acercarse a Dios y desear el más allá mediante la búsqueda del conocimiento. Él (P) dijo: «Quien busca conocimiento para competir en gloria con los sabios, o disputar con los necios, o atraer a las figuras prominentes, que ocupe su lugar en el Fuego. En verdad, el liderazgo no conviene sino a quienes son aptos para él». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 47)
Ciertamente, estas ambiciones corruptas invalidan la recompensa que Dios ha preparado para el sabio religioso, que es el propagador de Dios en la tierra. Por tanto, si el sabio religioso desea el éxito en este mundo y la felicidad en el próximo, debe buscar el conocimiento para complacer a Dios.
- Emitir opiniones religiosas sin conocimiento
Varias tradiciones sobre emitir opiniones religiosas sin conocimiento fueron transmitidas en nombre del Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P), pues tales opiniones extravían a las personas. A continuación, algunas de ellas:
A. El Imam al-Báqir (P) dijo: «Quien emite a las personas opiniones religiosas sin tener conocimiento ni guía, los ángeles del Misericordioso (Dios) y los ángeles del tormento lo maldecirán, y cargará con los pecados de quienes ponen en efecto sus opiniones religiosas». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 42)
B. Él dijo: «Decid lo que sabéis. Cuando no sepáis, decid: Dios sabe más. Si la persona selecciona un versículo del Corán (para interpretarlo erróneamente), cae tan lejos como la distancia entre el cielo y la tierra». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 42)
C. Zurara preguntó al Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P): «¿Cuál es el derecho de Dios sobre los siervos?». El Imam (P) respondió: «Que digan lo que saben y se abstengan de decir lo que no saben». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 42)
D. Él dijo: «Si al sabio le preguntan sobre algo y no lo sabe, debe decir: Dios sabe más. Otro que el sabio no tiene derecho a decir eso». (Tuhaf al-’Uqul, p. 297)
- Las cualidades del sabio
En muchas de sus tradiciones, el Imam Abu Ya’far (al-Báqir) (P) habló sobre las cualidades de los sabios. A continuación, algunas de ellas:
A. Él (P) dijo: «El siervo que envidia a quienes son superiores a él y desprecia a quienes son inferiores a él no es un sabio». (Tuhaf al-’Uqul, p. 294)
En verdad, el siervo es sabio cuando su alma está libre de envidia, que es una de las mayores catástrofes psicológicas. Es la envidia la que arroja a las personas a la tribulación, pues trae desgracias. Sin embargo, el siervo no es sabio cuando desprecia a quienes son inferiores a él.
Esto significa que no aprovecha el conocimiento, que lo invita a respetar a las personas y tratarlas con altas morales. Ciertamente, el Santo Profeta (la paz sea con él y su familia) fue enviado para completar las altas normas morales. Así, cuando el sabio sigue malas maneras, se aparta de las leyes y morales del Santo Profeta (la paz sea con él y su familia).
B. Él (P) dijo: «El verdadero jurista es quien renuncia a este mundo, desea el más allá y se adhiere a la sunna (prácticas) del Santo Profeta (la paz sea con él y su familia)». (Usul al-Kafi, vol. 1, p. 70)
C. Él (P) dijo: «Si ves al sabio amar a los ricos, entonces ama (la vida en) el mundo. Si lo ves asociarse con el sultán (gobernante) sin necesidad, entonces es un ladrón». (Abu Zahra, al-Imam al-Sadiq, p. 24)
Cuando el sabio ama a los ricos, desea sus propiedades y aprovecharlas. Esto no forma parte de las morales de los sabios a quienes Dios ha ordenado desear lo que Él tiene, no lo que tienen los demás. En cuanto a asociarse con el sultán sin necesidad, prueba que el sabio no es verdadero y que es un ladrón, como dijo el Imam. Mahmud al-Warraq satirizó a los sabios religiosos que se amistaban con el sultán, diciendo:
Montaron sus caballos y fueron en grupos a la casa del califa.
Llegaron allí temprano por la mañana y permanecieron hasta la tarde para obtener altos rangos.
Cuando obtuvieron la buena condición que pedían,
(Cuando) el califa se alegró con lo que contenía la hoja,
(Cuando) dañaron a quienes eran inferiores a ellos mediante opresión y conducta violenta,
rompieron la promesa del califa mediante
la opresión de caminos temerosos.
Vendieron la veracidad por traición y compraron carroña por seguridad.
Acumulan grasa y debilitaron esos depósitos absurdos.
Las tumbas de las personas se estrecharon. Y sus altos palacios se ensancharon.
De los poseedores de cortesía, conocimiento y opiniones sabias
a la analogía de Abu Hanifa están de acuerdo en la reunión de la tradición.
Cuando el fascinante mundo encanta a una persona, la persona no aprovecha el conocimiento. (Ŷami’ Bayan al-’Ilm wa Fadla, vol. 1, p. 201)
Olvida a Dios y se refugia en el mundo mediante medios débiles.
Abu al-’Atahiya también los satirizó:
Buscaron las vanidades del mundo
y olvidaron al nieto del Profeta. (Ŷami’ Bayan al-’Ilm wa Fadla, vol. 1, p. 201)
Con esto concluimos nuestro relato sobre las tradiciones transmitidas en nombre del Imam (P). Concernientes a la virtud del conocimiento. Alaban a los sabios. Además, tratan de las altas normas morales que los sabios deben seguir para ser un ejemplo para la comunidad.
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