“La expansión de los asentamientos, las demoliciones y los desalojos son ilegales según el derecho internacional”, dijo la Unión Europea en un comunicado publicado el jueves.
“Exacerban las tensiones, amenazan la viabilidad de la solución de dos estados y disminuyen las perspectivas de una paz duradera”, agregó.
La policía de ocupación israelí demolió dos casas palestinas pertenecientes a la familia Salhia en Al Quds el miércoles, dejando a los miembros de la familia sin hogar.
Más temprano el lunes, las autoridades de ocupación israelíes avanzaron planes para 1.450 viviendas para colonos sionistas en la zona ocupada de Al Quds.
Francia, Alemania, España e Italia emitieron simultáneamente una declaración por separado. Por separado, Francia también publicó una declaración conjunta con Irlanda y Estonia sobre el asunto.
“Las nuevas viviendas (para colonos) desconectarán aún más Cisjordania de Jerusalén Este y constituirán un obstáculo adicional para la solución de dos estados. Instamos a las autoridades israelíes a revertir esta decisión”, declararon los cuatro países.
Francia e Irlanda son los dos miembros de la UE del Consejo de Seguridad de la ONU y Estonia es un ex miembro.
El trío advirtió que el proyecto “socavará aún más la contigüidad territorial de un futuro Estado palestino”.
Ambos temas también surgieron cuando el Consejo de Seguridad de la ONU celebró su debate mensual sobre el conflicto palestino-israelí en Nueva York el miércoles.
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