El mahdismo es una creencia basada en el fitrat (la naturaleza profunda del hombre), la razón, el Corán, los hadices y una visión monoteísta. En un seminario sobre Mahdismo, el iraní Farayollah Mirarab, profesor de la Academia de Ciencias y Cultura Islámicas, abordó la cuestión informando y profundizando en el pensamiento del Ayatolá Safi Golpaygani (1919-2022) al respecto. A continuación se muestra un resumen de sus observaciones:
El Ayatollah Safi escribió un libro titulado “Orígenes del Mahdismo”, explicando sus pensamientos sobre el tema. La primera razón por la que la persona religiosa acepta el Mahdismo es porque esta doctrina es compatible con la razón.
“¿Pensaste que te creamos para divertirte y que no volverías con Nosotros?” (Sura Al-Mu'minun, versículo 115) Si sobre la base de este versículo del Corán somos llevados a excluir la inutilidad de la creación, entonces debemos reconocer que hay un plan y debe haber un intermediario entre Dios y Su criaturas. Es racionalmente posible probar la existencia de tal persona. Mulla Sadra (1572-1641) demostró que en el sistema de creación debe existir una entidad que tenga la competencia de tener relaciones especiales con Dios y esta entidad debe ser superior a todos los humanos y criaturas. Por lo tanto, un Imam viviente siempre debe estar presente en todo momento. Otra razón dada por el ayatolá Golpaygani como prueba del mahdismo es que esta creencia es compatible con el fitrat de los hombres que luchan por aceptar que la creación es inútil y sin propósito y, en cambio, cree que Dios no deja solos a los seres humanos sin ayudarlos y apoyarlos. Según el ayatolá Golpaygani, otra razón del mahdismo es la existencia de numerosos hadices y narraciones sobre el tema.
Hay hadices del profeta Muhammad (que Dios lo bendiga a él y a su familia) y de Ahl al-Bayt (la paz sea con ellos) que hablan del Imam Mahdi (que Dios acelere su advenimiento) años antes de su nacimiento. Hay que decir que la autenticidad de estos hadices ha sido verificada tanto por eruditos shiítas como sunitas. Cuando creemos en la Unidad de Dios, lógicamente también debemos creer que Su plan único existe.
Dios, como Supervisor, debe administrar el sistema de la creación y esto debe hacerse a través de una de Sus criaturas. Puesto que no hay ningún profeta en nuestro tiempo y la función profética terminó con el último mensajero de Dios, Muhammad, alguien más debería, por orden de Dios, gobernar y juzgar entre los hombres. El Ayatolá Safi Golpayegani creía que esta persona no era otra que el Imam Mahdi.