Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : HISPANTV
martes

1 octubre 2024

21:13:09
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Sayyed Hassan Nasralá: La columna vertebral del “Eje de la Resistencia”

BEIRUT. (ABNA) - El asesinato de Nasralá, en un ataque aéreo israelí, no solo es un acto vil e inhumano, sino también representa el inicio de una nueva fase de resistencia.

El asesinato del Secretario General de Hezbolá, el mártir Seyed Hassan Nasralá, columna vertebral del Eje de la Resistencia, el viernes 27 de septiembre, en un ataque aéreo por el régimen israelí, en el sur de Beirut, utilizando bombas antibúnkeres suministradas por Estados Unidos, no solo es un acto vil e inhumano, en su derrota al no lograr sus objetivos de aniquilar a los Movimientos de Resistencia de Palestina; sino también representa el comienzo de una nueva fase de resistencia, pues la sangre derramada de Nasralá, fortalecerá aún más la lucha, y la defensa del Líbano, de Palestina y toda la región.

El mártir líder Seyed Hasan Nasralá, quien estuvo 32 años al frente del Movimiento de Resistencia Libanés, se caracterizó por numerosos triunfos contra el régimen de ocupación israelí, destacando su liderazgo durante la Guerra del Líbano de 33 días en 2006, que lo catapultó como “líder de la Resistencia” tanto dentro de Líbano como en el resto del mundo árabe e islámico; así como por su apoyo férreo a la Resistencia palestina.

El asesinato del símbolo de la Resistencia, por la entidad sionista israelí, marca un punto de inflexión en estos casi 12 meses de genocidio, en la Franja de Gaza, desde la operación Tormenta de Al-Aqsa, donde recrudeció la aniquilación, llevando hasta el presente más de 42.000 asesinados donde más de la mitad son niños y mujeres; y en el fracaso del —perseguido criminal, por la CPI— Benjamín Netanyahu, en su internacionalización de su supuesta “guerra”, perpetrando sus ataques al Líbano donde más de mil personas, incluidos niños han muerto, y más de un millón de personas han sido desplazadas.

La agresión israelí está llevando a una escalada de tensión en la región, incluso a una tercera guerra mundial; pues EE.UU. y Europa son cómplices de estos crímenes, porque no es casualidad que los dos viajes de Benjamín Netanyahu a EE.UU. hayan coincidido con los asesinatos de Israel a los líderes de HAMAS en Irán y Hezbolá en el Líbano.

El pasado 25 de julio, Netanyahu acudió al Congreso estadounidense, donde recibió numerosas ovaciones, y pocas horas después de su regreso a Tel Aviv, el ejército de Israel lanzó un ataque contra la capital de Irán, en el que asesinó al líder de HAMAS, el mártir palestino Ismail Haniya.

 

El viernes 27 de septiembre Benjamín Netanyahu se encontraba de nuevo en EE.UU., en Nueva York, y en señal de protesta representaciones diplomáticas de varios países salieron de la sala, cuando iba a iniciar su discurso en la sede de Naciones Unidas, donde calificó a la ONU de “pantano antisemita” y también acusó de “puro antisemitismo” al fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, y después desde la misma ciudad de Nueva York ordenó el gran bombardeo contra Beirut que asesinó al líder de Hezbolá, el mártir Seyed Hasan Nasralá, donde el ejército israelí utilizó al menos 80 bombas antibunkeres, de acuerdo a The New York Times.

Estados Unidos y los partidarios del régimen sionista han demostrado al mundo cómo se violan los derechos humanos, la dignidad humana y las leyes internacionales, ya que Israel bombardea objetivos civiles de modo indiscriminado y sin que los organismos internacionales, la ONU, la OEA, el Consejo de Seguridad, hagan el menor esfuerzo para detener esa masacre en Gaza y ahora en el Líbano, y llaman a los defensores de la justicia y la opresión “terroristas”, cuando el mundo es testigo de su verdadera monstruosidad en bombardear bebés y niños.

Para nadie es desconocido que Estados Unidos es no solo el gendarme del régimen de Israel; sino también su protegido y representa un peligro para el mundo al continuar armando al ejército israelí; pues cuando se va a cumplir un año de la masacre contra la población en Gaza, EE.UU. ha seguido enviando armamento al ejército israelí, otro paquete de ayuda militar estadounidense a Tel Aviv, por valor de 8700 millones de dólares de acuerdo a Reuters, dando pie y normalizando el genocidio.

El martirio de Nasralá, el que ha sido condenado por el mundo entero, desde Europa, EE.UU., Asia, y Latinoamérica, no solo dará más fuerza a la unidad islámica, sino a todos los hombres y mujeres del orbe que luchan a favor de los pueblos libres, en contra la tiranía y la opresión del imperialismo y el sionismo; así como grandes líderes mundiales se levantaron contra la ocupación internacional, contra el apartheid, como el Imam Jomeini, Nelson Mandela, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Hugo Chávez, y otros, dando su vida, así también el legado del mártir Seyed Hasan Nasralá es eterno.

Seyed Hasan Nasralá, no solo es una persona, simboliza una ideología de resistencia, al igual que el general Qasem Soleimani, vivos en toda la lucha y defensa por la liberación del pueblo de Palestina; pues así como el Imam Hussein luchaba contra las órdenes de Yazid, un gobierno tirano como el de Benjamín Netanyahu, no estaba solo y nunca lo estará, porque esa lucha está latente y presente, cuando millones de personas seguidores de Karbala, unidas en contra la arrogancia mundial, a favor de los oprimidos, del pueblo de Palestina, gritan a una sola voz Labaika ya Nasralá.

Así como el Imam Husein (P), fue martirizado en la batalla de Karbala, enfrentándose a un ejército de 40 000 hombres, mientras siendo ellos solo 72, esa fuerza ese coraje continúa en su revolución, en esa resistencia, que en pleno siglo XXI sigue, en los martirios de los defensores de la Resistencia de Palestina, y son ellos los que tendrán la victoria; ya él decía: “Morir con dignidad es mejor que vivir bajo humillación”. 


Por Sdenka Saavedra Alfaro

Escritora, corresponsal de HispanTV