Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Por lo informado por la agencia de noticias Anadolu, un alto responsable de la ONU instó el viernes a Arabia Saudí a no deportar a los miembros de la perseguida comunidad rohinya a Bangladesh, sino en lugar de ello otorgarles el estatus de refugiado.
“Estoy consternado por la reciente deportación por parte de Arabia Saudí de 13 personas de la etnia rohinya a Bangladesh”, ha señalado en una rueda de prensa ofrecida en Daca, la capital de Bangladés, el relator especial de la ONU para la situación de los derechos humanos en Birmania, Yanghee Lee.
Lee informó a la prensa sobre los pormenores de su visita de una semana a los campamentos de refugiados rohinyas en los distritos de Bazar, Cox, y en la isla de Bhasan Char, en el sur del país.
Asimismo, expresó su honda preocupación por los arrestos de refugiados rohinyas a manos de las autoridades saudíes, explicando que “estas personas han huido de la persecución en Birmani y deben ser tratadas adecuadamente”.
Los rohinyas, miembros de una etnia descrita por la ONU como la más perseguida del mundo, siguen enfrentándose en Birmania al temor de ser atacados, desde que decenas de personas murieran en actos de violencia sectaria en 2012.
Según Amnistía Internacional, más de 750.000 refugiados rohinyas, en su mayoría mujeres y niños, huyeron de Birmania y han llegado a Bangladesh después de que el ejército y grupos paramilitares de Birmania iniciaran una feroz campaña represiva contra esta comunidad en agosto de 2017. Se debe recordar que la comunidad rohinya, de religión musulmana es minoritaria en Birmania.
Según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA), casi 24.000 musulmanes rohinyas fueron asesinados por las fuerzas militares estatales de Birmania desde el 25 de agosto de 2017.
Según este informe de OIDA, titulado “Migración forzada de rohinyas: La experiencia no contada”, más de 34.000 rohinyas fueron arrojados a hogueras, y otros 114.000 fueron golpeados.
Unas 18.000 mujeres y niñas rohinyas fueron además violadas por el ejército y la policía de Birmania, más de 115.000 casas de esta comunidad fueron incendiadas, y otras 113.000 sufrieron diversos actos de vandalismo, agrega el informe.
La ONU también ha documentado violaciones masivas, asesinatos, incluso de bebés y niños pequeños, brutales palizas y desapariciones forzosas cometidas por las fuerzas militares del estado de Birmania.
En un informe, los investigadores de la ONU afirmar que estas violaciones de los Derechos Humanos de esta comunidad pueden considerarse crímenes contra la humanidad.
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