Según la Agencia de Noticias Abna, el sábado 19 de julio de 2025, cientos de palestinos hambrientos se congregaron en el área de Teina, cerca de un centro de distribución de ayuda alimentaria de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) en Jan Yunis. Esta fundación, respaldada por Estados Unidos e Israel y que ha reemplazado el sistema de distribución de ayuda de la ONU, desató una escena aterradora al disparar gases lacrimógenos y spray de pimienta contra la multitud, según testigos presenciales.
Haizam al-Batniji, un joven palestino de 28 años, relató: “El gas lacrimógeno era como fuego, era imposible respirar y la gente fue aplastada bajo los pies de otros. Mi primo Wael murió en la estampida”. En esta tragedia, al menos 21 personas fallecieron por asfixia debido al gas y la aglomeración, mientras que otras 15 murieron por disparos directos de las fuerzas israelíes en el camino hacia el centro.
El doctor Marwan al-Hams, director de los hospitales de campaña en Gaza, confirmó que se encontraron rastros de intoxicación por gas, enrojecimiento en los ojos y pupilas dilatadas en los cuerpos de las víctimas. Calificó el incidente como “prueba contundente de envenenamiento por gas y asfixia”. El Ministerio de Salud de Gaza denominó estos centros como “trampas mortales” y señaló que, desde finales de mayo de 2025, más de 870 palestinos han muerto en incidentes similares.
Mohammed al-Nams, otro testigo, afirmó: “Los guardias de la GHF no abrieron la puerta y estuvimos aplastados durante 15 o 20 minutos, sin poder respirar. Luego dispararon gas contra nosotros, como si quisieran asfixiarnos”. La Fundación Humanitaria de Gaza, sin presentar pruebas, atribuyó la tragedia a “agitadores” y afirmó que los disparos ocurrieron lejos de los centros de distribución. Sin embargo, Mohammed al-Khalidi, otro testigo, aseguró que no recibieron ninguna advertencia antes de que las fuerzas israelíes abrieran fuego.
El Ministerio de Salud de Gaza declaró en un comunicado: “Las sirenas de las ambulancias resonaron hoy en todas las provincias para dar voz a los hambrientos y heridos que han sido abandonados a la muerte sin ninguna posibilidad de salvación”. Eyad Amawi, representante del Comité de Ayuda a Gaza, advirtió: “El hambre se ha convertido en un asesino silencioso que acecha a los palestinos en los callejones y refugios”.
Según France 24, la ONU ha calificado este sistema de distribución como “inseguro” y “una violación de los principios de neutralidad humanitaria”. Esta tragedia ocurre mientras las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás en Qatar siguen sin avances, y la crisis humanitaria en Gaza alcanza niveles sin precedentes.
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