Según la Agencia Internacional de Noticias Ahlul Bait (ABNA), un informe del portal Declassified UK revela que la BBC, financiada con fondos públicos británicos, ha ocultado de manera sistemática las amplias dimensiones del apoyo militar y político del gobierno del Reino Unido al régimen sionista en el marco de la devastadora guerra en Gaza. Esta censura, calificada por analistas de medios como un “escándalo nacional”, no solo ha distorsionado la verdad, sino que ha contribuido a la perpetuación de los crímenes contra los palestinos.
El análisis demuestra que este medio ha cubierto de forma mínima las colaboraciones militares del Reino Unido con Israel desde octubre de 2023. Por ejemplo, solo ha mencionado en cuatro ocasiones en los últimos 15 meses los vuelos de reconocimiento de la Real Fuerza Aérea (RAF) sobre Gaza, a pesar de que se han llevado a cabo cientos de misiones de espionaje casi diarias en apoyo a las operaciones de inteligencia israelíes. El Ministerio de Defensa británico sostiene que estos vuelos tienen como único propósito facilitar la liberación de rehenes en manos de Hamás, pero el medio no ha investigado la posible entrega de información de objetivos o el traslado de armamento a Israel.
Un caso destacado de ocultamiento es la falta de cobertura sobre la presencia del general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del ejército israelí, en una reunión militar en Londres en noviembre pasado. Este oficial, duramente criticado por liderar operaciones militares devastadoras en Gaza y acusado de crímenes contra la humanidad por la Corte Penal Internacional, no ha aparecido en los reportajes de este medio. Asimismo, no se ha informado sobre el entrenamiento de fuerzas militares israelíes por parte del ejército británico en territorio del Reino Unido, a pesar de que el Ministerio de Defensa confirmó en febrero de 2024 la presencia de seis oficiales militares israelíes en el país.
El medio también ha evitado cubrir acuerdos militares y comerciales clave entre el Reino Unido e Israel, como el “Mapa de Ruta” firmado antes de los ataques de octubre de 2023 y un acuerdo militar confidencial de diciembre de 2020. Estos documentos, que hacen referencia a la cooperación estratégica y la lucha contra “amenazas comunes”, han sido mantenidos en secreto por el gobierno británico, y el medio no ha hecho ningún esfuerzo por revelarlos.
En cuanto a las exportaciones de armas, aunque en ocasiones se ha aludido a las preocupaciones de grupos de derechos humanos sobre la venta de armamento a Israel, los titulares de las noticias rara vez han sido críticos. Por ejemplo, titulares como “El Reino Unido defiende la sanción limitada de armas a Israel” o “Boris Johnson: Es vergonzoso pedir que el Reino Unido detenga la venta de armas a Israel” reflejan un enfoque sesgado. Además, la acción jurídica destacada del Centro Internacional de Justicia para los Palestinos, la Red Global de Acción Legal y Al-Haq contra las exportaciones de armas británicas a Israel ha sido completamente ignorada.
Asimismo, no se ha cubierto el posible papel de la agencia de inteligencia GCHQ ni de las fuerzas especiales SAS en el apoyo a las operaciones militares israelíes, pese a las evidencias de actividades de inteligencia británicas en Chipre para respaldar a Israel. La represión de activistas y periodistas propalestinos, como el arresto del reconocido periodista Asa Winstanley bajo la ley antiterrorista, también ha sido pasada por alto por este medio.
Las presiones del lobby sionista en el Reino Unido, incluidos los grupos “Amigos de Israel” en los partidos Conservador y Laborista, que proporcionan fondos significativos a parlamentarios y miembros del gabinete, incluido el actual primer ministro Keir Starmer, son otro tema que ha sido ignorado. Las investigaciones indican que un tercio de los miembros del gabinete de Starmer y una cuarta parte de los parlamentarios británicos han recibido financiación de estos grupos.
Des Freedman, profesor de medios y comunicación de la Universidad Goldsmiths de Londres, ha declarado: “Este medio ha fracasado completamente en informar sobre el papel militar y político del Reino Unido en las atrocidades de Gaza. Este escándalo nacional demuestra cuán lejos está esta institución de su misión como medio público.” Añadió: “La incapacidad para reportar con precisión el genocidio en Gaza tiene tanto que ver con lo que no se informa como con lo que sí se informa.”
Internamente, el descontento también ha crecido. Más de cien empleados han firmado una carta abierta al director general, acusando al medio de “convertirse en portavoz del gobierno israelí”. Han criticado la censura de reportajes, el uso selectivo de términos para minimizar los crímenes de Israel y la falta de cobertura del contexto histórico, como la prolongada ocupación de Palestina.
El medio ha respondido afirmando que “sus equipos de noticias son editorialmente independientes y deciden por sí mismos qué cubrir y cómo hacerlo.” Sin embargo, las crecientes evidencias, incluidas las investigaciones de Declassified y las declaraciones de los empleados, señalan una profunda influencia del lobby sionista y las presiones políticas en la línea editorial, convirtiendo a este medio en una herramienta para justificar los crímenes de Israel y ocultar el papel del Reino Unido en estas tragedias.
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