Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): El Ejército israelí ha anunciado el inicio de su repliegue hacia la “línea amarilla” en Gaza, mostrando así las primeras señales del colapso de su política de ocupación, como resultado de dos años de resistencia inquebrantable liderada por Hamás y sus aliados. Este avance se produce tras intensas negociaciones en Sharm el-Sheikh, bajo la mediación internacional, incluido Estados Unidos, y permite a la resistencia acceder a zonas estratégicas para localizar a los rehenes israelíes. Aunque Israel insiste en presentar este movimiento como un “paso militar”, la realidad es que se trata de una victoria de la resistencia y un debilitamiento de su bloqueo y guerra prolongada.
El núcleo de este acuerdo radica en la liberación de cerca de 2.000 presos palestinos, incluidos 250 con cadena perpetua, símbolos de la resistencia contra décadas de ocupación. Este logro es fruto de dos años de lucha, durante los cuales más de 67.200 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, sacrificaron sus vidas para abrir el camino hacia la libertad y la justicia. Según lo acordado, al menos 20 rehenes israelíes podrían ser liberados el 13 de octubre, aunque el verdadero triunfo palestino reside en el retorno de combatientes y líderes de la resistencia a su pueblo.
En las calles de Jan Yunis y Rafah, la población celebra este logro con orgullo y emoción contenida. “Es la victoria de la resistencia; el fin del asedio y el inicio de una nueva etapa de libertad para nuestro pueblo”, declaró un residente a la agencia de noticias palestina. Eyad Amawi, coordinador de ayuda de la resistencia, afirmó: “Hoy recuperamos nuestra dignidad y honramos la sangre de nuestros mártires. Nuestra prioridad es reconstruir Gaza y devolver a los desplazados a sus hogares.”
La ONU ha anunciado que 170.000 toneladas de ayuda humanitaria —incluyendo alimentos, medicinas y refugios— están listas para entrar en Gaza, con 600 camiones diarios destinados a aliviar la crisis provocada por el asedio. La OMS se prepara para intensificar la asistencia médica y restaurar un sistema sanitario devastado por los ataques israelíes. Expertos internacionales describen este avance como “un momento histórico de esperanza para el pueblo palestino”, aunque advierten que sin el fin completo de la ocupación no habrá paz duradera.
El gabinete del régimen israelí votará hoy sobre esta retirada, mientras facciones extremistas internas se oponen. Sin embargo, líderes mundiales como el presidente egipcio Al-Sisi y el presidente turco Erdogan han calificado este paso como “un momento histórico de justicia” y han instado a su cumplimiento íntegro. A pesar de reportes de ataques aéreos posteriores al anuncio, este repliegue simboliza la rendición de Israel ante la voluntad del pueblo palestino y su resistencia. Para Palestina, es un paso decisivo hacia la libertad, la reconstrucción y un futuro soberano, una prueba palpable de que la resistencia y la diplomacia pueden vencer la ocupación.
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