En un informe publicado el viernes, el instituto de investigación militar del régimen de Israel Alma señaló que dicha cifra no incluye los misiles que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) ha adquirido durante el año en curso.
Anteriormente, el exasesor financiero del estado mayor conjunto del ejército israelí, Ram Aminach, admitió que Hezbolá es una de las cinco mayores potencias misilísticas del mundo en términos del volumen de sus reservas de misiles.
El funcionario sionista aseveró que los israelíes no comprenden “el nivel de las amenazas provenientes de Hezbolá”
Desde la entrada en vigor de la frágil tregua en noviembre de 2024, el régimen israelí ha llevado a cabo más de 10 000 incursiones, tanto aéreas como terrestres, en el territorio libanés, afirmando que las ofensivas se dirigen a las posiciones e infraestructuras de Hezbolá.
El pasado noviembre, el ministro de asuntos militares de Israel, Israel Katz, advirtió que Tel Aviv estaba preparada para lanzar una nueva guerra contra el Líbano, si Hezbolá no entregaba sus armas hasta finales de 2025.
Ante esta coyuntura, el secretario general de Hezbolá, Naim Qasem, calificó la exigencia de desarme de Resistencia como un plan israelí-estadounidense, subrayando que no se logrará ni siquiera si todo el mundo se une a una guerra contra el Líbano.
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