En una larga exposición, para muchos congresistas ilustrada y minuciosa, respondió anoche a 31 preguntas de una interpelación opositora, originada en el disgusto de un sector del Congreso, por las posiciones anticolonialistas expresadas por el presidente Pedro Castillo, en agosto pasado, en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Las respuestas, que agotaban cada tema de las interrogantes, encontraron pocas críticas de los legisladores de oposición, en especial de extrema derecha, que prefirieron cuestionar a Landa por su gestión en la búsqueda de apoyo externo para distender la crisis agudizada por un nuevo intento de destituir a Castillo.