Ya que goza de una eterna impunidad avalada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y toda entidad servil a la hipocresía del Gobierno de los Estados Unidos, que hasta ahora no ha cortado el suministro de armas y no ha congelado los miles de millones de dólares que se le entrega como “asistencia militar” al régimen sionista.
Son más de 75 años ante los ojos de la comunidad internacional, quienes implícitamente se han convertido en cómplices de esta injusticia, al seguir socapando la impunidad a Israel, al que no sancionan, ni bloquean, ni censuran, ante la catástrofe del pueblo palestino, arrestos, ejecuciones sumarias, el genocidio, el infanticidio, la violación constante al Derecho Internacional, la matanza diaria a sangre fría de niños, mujeres, gente civil como la reciente masacre realizada en la Franja de Gaza, la cárcel al aire libre más grande del mundo que desde 2007 sigue bloqueada por todos lados, en donde ya fueron asesinados al momento de escribir estas líneas más de 800 personas –entre ellas 149 niños y 150 mujeres–, y más de cinco mil palestinos heridos, según el nuevo balance del Ministerio de Salud palestino.
Las agresiones israelíes continúan, no solo cortando el suministro de agua, y de luz a la Franja de Gaza, sino ya se han destruido edificios, casas, automóviles, parques, plazas, escuelas, hospitales, hogares e instalaciones esenciales que han resultado dañadas o destruidas como consecuencia de los ataques aéreos de Israel, lo que ha exacerbado la crisis humanitaria en el asediado enclave costero. Así también ha destruido la oficina de la cadena de noticias Al-Alam en Gaza, en un intento de impedir la cobertura de la agresión sionista, pues también 10 periodistas palestinos han sido asesinados en la nueva espiral de violencia.
Ese siempre es el propósito del régimen sionista israelí, que bajo la capa de los Estados Unidos, los países europeos y sus gendarmes que le apoyan, no solo con la financiación para el envío de armas, sino en su encubrimiento respecto a las leyes violadas y el armamento mediático, pues el control de las grandes multinacionales de comunicación es también sionista, de acuerdo con Jesús González Pazos en su libro Medios de comunicación, ¿al servicio de quién?
Este lobby sionista hace que los medios hegemónicos no cubran las masacres y los asesinatos también a periodistas palestinos, evidenciando la impunidad que tiene Israel en callar la realidad del pueblo palestino, ya que son más de 30 periodistas asesinados desde 2002, según el informe del Comité para la Protección de los Periodistas, al cumplirse un año de la muerte de la periodista palestina de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, por un disparo en la cara de un soldado israelí mientras ella cubría, con equipo de protección e identificada como prensa, una redada del Ejército en Yenín, Cisjordania ocupada.
Una catástrofe continua, por más de 75 años, la cual quiere borrar del mapa a un Estado que tiene derecho a su autodefensa. En ese sentido, el movimiento histórico y de sorpresa lanzado desde el 7 de octubre de 2023, denominado “Tormenta de Al-Aqsa”, por los combatientes palestinos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), las Brigadas Al-Qassam y la Yihad Islámica Palestina, con el disparo de varios millares de cohetes desde Gaza hacia los asentamientos y ciudades israelíes, que, en paralelo, inició la infiltración por aire, mar y tierra de decenas de combatientes palestinos en zonas pobladas por israelíes, puso de relieve el inminente colapso de Israel y destruyó el mito de invencibilidad del régimen.
Hoy Palestina vuelve a escribir en la historia una página muy especial, la de la dignidad y el coraje de quienes no quieren vivir de rodillas y están dispuestos a luchar por ello, pues la Resistencia Palestina continuará más firme que nunca, en su objetivo por la liberación de Palestina, ante lo que se avecine.
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Sdenka Saavedra Alfaro Boliviana, periodista, docente e investigadora