Las recientes incursiones aéreas y terrestres del ejército israelí en el norte de la ocupada Ribera occidental, que han dejado más de una veintena de muertos y la guerra genocida israelí en la Franja de Gaza, han provocado una escalada en toda la Ribera occidental. Las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de HAMAS, ha aplaudido las operaciones antisraelíes en la Palestina ocupada.
El viernes, a las 23:35 hora local, un vehículo explotó en una gasolinera en el cruce de Gush Etzion —localidad compuesta por 18 asentamientos ilegales israelíes— entre Al-Quds (Jerusalén) y Al-Jalil (Hebrón) en la Ribera occidental.
Después del estallido, los militares israelíes que fueron convocados al lugar asesinaron a tiros al conductor palestino durante un intercambio de disparos. Al menos tres israelíes, incluido un alto mando castrense, resultaron heridos en la explosión.
Momentos después, otro palestino llegó a la entrada de la comunidad de Carmei Tzur, donde intentó atropellar al guardia de seguridad que estaba apostado en la entrada y también abrió fuego.
Según medios israelíes, al menos una persona resultó herida en esta operación y el conductor fue asesinado a tiros por los militares.
El brazo militar del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) saludó el doble ataque antisraelí en un breve comunicado, y advirtió que el régimen israelí no puede escapar de la venganza del pueblo palestino.
Las Brigadas Al-Qassam dijeron que “el régimen ocupante, que se ilusionaba con derrotar la Resistencia en el norte de la Ribera occidental, de repente se enfrentó a la muerte y la venganza desde el sur y el centro de la Ribera occidental y las áreas ocupadas en 1948”.
Tras estas dos operaciones antisraelíes, las tropas sionistas han incrementado los controles en Hebrón ante el temor por otros posibles ataques palestinos.
Las brutales agresiones israelíes al norte de la Ribera occidental han desatado una ola de condenas a nivel mundial. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, se mostró profundamente preocupado por las incursiones de Israel en la Ribera occidental y pidió un rápido fin a la agresión en el territorio palestino. Asimismo, condenó enérgicamente la pérdida de vidas, incluidas las de niños, e instó a Tel Aviv a proteger a los civiles y garantizar su seguridad.