Agencia de Noticias AhlulBayt (ABNA): Kabul, Afganistán – En la noche del jueves, potentes explosiones estremecieron la capital afgana y la provincia oriental de Paktika, según informó el Ministerio de Defensa talibán en un comunicado emitido el viernes. Inicialmente, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid describió el suceso en Kabul como un "incidente bajo investigación" sin daños ni víctimas confirmadas. Sin embargo, el viernes, las autoridades afganas señalaron directamente a Pakistán, denunciando un "acto provocador, violento y sin precedentes" en la historia de las relaciones bilaterales.
Pakistán no ha confirmado ni desmentido su implicación en los ataques. No obstante, durante una conferencia de prensa en Peshawar, el general Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz militar, afirmó que Afganistán sirve como "base de operaciones para el terrorismo contra Pakistán" y subrayó que se adoptarán "todas las medidas necesarias" para salvaguardar la seguridad nacional. Fuentes de seguridad paquistaníes sugirieron que un vehículo ligado a Noor Wali Mehsud, líder del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), fue el objetivo en Kabul, aunque un audio no verificado atribuido a Mehsud asegura que se encuentra a salvo en territorio paquistaní.
Estos episodios se producen en un momento de creciente fricción entre ambos países. Pakistán acusa al gobierno talibán, en el poder desde agosto de 2021, de dar refugio a militantes del TTP, responsables de una oleada de ataques en su frontera noroeste, donde el viernes murieron al menos 11 soldados paquistaníes en enfrentamientos cerca de la frontera. Kabul, por su parte, niega estas acusaciones y ha advertido que cualquier escalada tendrá "consecuencias" imputables al ejército paquistaní.
En paralelo, el ministro de Exteriores talibán, Amir Khan Muttaqi, inició el jueves una visita oficial a India, la primera desde la toma de poder talibán, donde se anunció la reapertura de la embajada india en Kabul, un paso hacia la normalización de relaciones diplomáticas sin reconocimiento formal del régimen. Según Pearl Pandya, analista del Armed Conflict Location & Event Data Project, la intensificación de la violencia, con más de 600 enfrentamientos atribuidos al TTP en el último año, complica los esfuerzos de cooperación regional.
Pese a intentos previos de distensión, como la visita del viceprimer ministro paquistaní Ishaq Dar a Kabul en abril, mediada por China, la violencia fronteriza no ha cesado. Pakistán reportó más de 2.500 muertes en 2024, con un número comparable en los primeros tres trimestres de 2025, según el Instituto de Estudios de Conflicto y Seguridad de Islamabad.
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