Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Leandro Hassan Bracamonte
jueves

13 abril 2023

0:22:36
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Rubén Calderón Bouchet y el Islam

BUENOS AIRES. (ABNA) - La República Argentina hoy en el año 2023 es aclamada mundialmente en su fama deportiva por haberse coronado campeona de la copa del mundo del pasado año 2022 en el Estado de Qatar, corona deportiva que no es más que la cosecha de una pléyade de futbolistas que surgen del país más austral del mundo y que el mundo entero reconoce a esta nación por ello.

 Mario Kempes, Diego Armando Maradona y Lionel Messi son sólo las estrellas más brillantes entre miles. No obstante la nación Argentina no solo goza de un espectacular desarrollo deportivo, sino también de una larga tradición intelectual que la llevó a brillar en todo el mundo y más aún en este continente. Seguramente quienes lean estas líneas habrán oído de Jorge Luis Borges o de Julio Cortázar pero difícilmente del sacerdote Leonardo Castellani o de quien nos compete dedicar unas líneas hoy: Rubén Calderón Bouchet. 

“El honor de todo argentino es la Argentina” decía hace poco el Dr. Dardo Juan Calderón, hijo de Rubén Calderón Bouchet en una charla en homenaje a su padre y afirmamos que esta frase  puede sintetizar el ethos de los exponentes de la corriente intelectual del  tradicionalismo católico argentino, comúnmente conocido como “nacionalismo católico”, pero probablemente esta definición política le haga poca justicia a como bien dijimos una corriente intelectual argentina que ha influido en la sociedad de este austral país durante sus más de dos siglos de existencia. Sin ir más lejos, el mismo Rubén Calderón Bouchet gustaba de llamarse así mismo “integrista”, tal como justamente su hijo comentaría hace poco en el homenaje citado líneas arriba. El integrismo o tradicionalismo católico, sea en su forma intelectual o en su forma política ha tenido un peso a tener en cuenta en los siglos pasados de la República Argentina, que si bien siempre tuvo un carácter elitista (a contracorriente de estos se forjó el justicialismo de Juan Domingo Perón, a quien muchos de los nacionalistas católicos lo configuraron como un enemigo ideológico y político) supo influir en sectores muy importantes de la sociedad argentina, tal como un sector considerable de la grey católica, los hombres de leyes y el ejército. A lo largo de los años y sobre todo en el siglo XX, el tradicionalismo católico ha logrado su propia pléyade de intelectuales, entre los que contamos a los sacerdotes Julio Ramón Meinvielle y Leonardo Castellani, constelación de intelectuales influyentes donde Rubén Calderón Bouchet logró ganarse un lugar muy digno y el respeto de todo un ambiente, que le rinde homenaje y le brinda respetos diez años después de que este distinguido profesor universitario haya abandonado este mundo. 

Rubén Calderón Bouchet (1918 – 2012) nació en la localidad bonaerense de Chivilcoy y desde su juventud demostró una impactante inquietud y vocación para las cuestiones intelectuales, nació en una familia alejada de la Iglesia Católica, pero justamente ese contexto y sus inquietudes intelectuales lo llevarían a adoptar la religión de la Iglesia Católica Apostólica Romana como propia, religión que además es la fundacional de la República Argentina, que posee rango constitucional y la más popular del país al menos hasta nuestros días. Como suele suceder con muchos conversos, adoptó su nueva fe con un característico entusiasmo que lo llevó a dedicarle muchísimas horas al estudio y otras tantas a la producción de textos que se editan hasta el día de hoy, su prolífica obra tuvo como ventaja su longevidad. Como es común en esta corriente intelectual adoptó el tomismo como su centro filosófico y defendió ideas tradicionalistas, se dedicó al estudio del legado civilizatorio clásico grecolatino, como así también al de la civilización cristiana (véanse los libros: “La ciudad griega”, “pax romana” y “la ciudad cristiana”), como así también al estudio de la historia del pensamiento político y la metafísica en general.

Como es de fácil suponer entre las obras intelectuales y la labor docente de Rubén Calderón Bouchet se destaca el ahínco en la defensa apologética de la Iglesia Católica y en ese ámbito de su vida intelectual tocó un tema que nos compete comentar que es el del Islam. Entre los distintos autores vinculados a la Iglesia Católica a lo largo de la historia existieron distintos juicios y en particular juicios teológicos de los más variopintos sobre el Islam, pero el juicio  de Rubén Calderón Bouchet sobre el Islam se distinguió del de otros autores que se habían expedido anteriormente sobre el mismo tema en la República Argentina. En la década de 1990, este autor radicado en la provincia cuyana de Mendoza escribió un folleto (tal como él mismo lo tituló en una de sus clases) sobre el Islam a pedido de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), quien luego por primera vez editaría esta obra en el año 1994 en el servicio editorial de esta fraternidad que tiene su sede a pocas calles de ahí en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A pocos años de la primera edición del Sagrado Corán y de la fundación de las primeras mezquitas en la República Argentina, este folleto titulado “El Islam una ideología religiosa” sentaría el antecedente de una apologética anti-islámica que lamentablemente crecería en números astronómicos luego del fatídico año 2001. 

¿Es el Islam una ideología religiosa?

Lo primero que nos llama la atención del líbelo escrito por Rubén Calderón Bouchet es que el mismo autor desadvierte de su falta de capacidad para poder estudiar el Islam en sus fuentes primarias, capacidad que sí tenía y de sobra para sus otras áreas de estudio que hemos citado más arriba. En definitiva Rubén Calderón Bouchet no poesía conocimientos ni del árabe clásico ni del persa o del turco, ergo tecnologías lingüísticas que le podrían haber abierto un mundo de bibliografía de suma importancia para el tema, pero la falta de categoría de este folleto de Rubén Calderón Bouchet se manifiesta aún más cuando vemos que ninguno de los autores citados (tal como Maxime Rodinson o Gabriel Thery) es musulmán, por lo tanto no se puede concluir nunca que una investigación puede ser categorizada como seria al basarse en elementos tan sesgados. De hecho Rubén Calderón Bouchet tenía en su poder una gran herramienta que era la lengua francesa, la que tranquilamente podría haber utilizado para estudiar la obra de Henry Corbin o Rene Guenon (del cual hay alguna que otra muy pormenorizada mención) autores que en mayor profundidad han podido estudiar el Islam y generar un vínculo de dialogo más objetivo entre el mundo islámico y la modernidad cristiana. Por lo tanto si entendemos a la ideología como un encierro intelectual que reduce nuestro entendimiento del ser y la existencia a sólo ciertos factores, entonces lo que podemos concluír es que, paradójicamente, el juicio de Rubén Calderón Bouchet sobre el Islam es en realidad ideológico. 

Por otro lado cabe observar la insistencia de vincular cualquier posible competencia que tenga o haya tenido la Iglesia Católica con el judaísmo. En el sector intelectual donde se movía Rubén Calderón Bouchet, se insiste a veces en juzgar, por ejemplo, al marxismo como una expresión del judaísmo por el hecho de que Karl H. Marx venía de una familia judía, aunque su sistema filosófico fue materialista y ateo (ergo incompatible con el monoteísmo judío), por el hecho de que las corrientes políticas derivadas del marxismo antagonizaron con la Iglesia Católica (aunque más adelante y sobre todo después de la segunda guerra mundial y el concilio vaticano segundo hayan surgido corrientes eclécticas entre ambos sistemas) ya fue suficiente para ellos en forzar el vínculo entre judaísmo y marxismo. En esa tónica es que Rubén Calderón Bouchet forzadamente intentó en su líbelo vincular al Judaísmo con el Islam dado que esta última tradición espiritual negó explícitamente los dogmas cristológicos de los primeros concilios de la Iglesia Católica, que lógicamente son los más importantes para la edificación de la cosmovisión cristiana. Este alegato no puede abrevar bajo ningún punto de vista a la conclusión que arribó Rubén Calderón Bouchet, dado que si bien es cierto que la revelación que le ha sido otorgada por Dios al Profeta Muhammad niega los dogmas anteriormente citados, también el Sagrado Corán contiene reiteradas amonestaciones y acusaciones a los judíos. Por último, cabe destacar que Rubén Calderón Bouchet alega que los dos familiares más influyentes (según él) en la misión profética de Muhammad habrían sido judíos: Jadiya, su primera esposa y Waraka, uno de sus primos. El autor infiere que habría sido el mismo Waraka quien le dictó el Corán a Muhammad para arrastrar así a los árabes politeístas a una forma ideológica de judaísmo (sic), mas lo cierto es que el discurso coránico presenta al judaísmo como una otredad y no como un “nosotros”, como así también lamentamos tener que indicar algo que es obvio a esta altura; no existe ninguna fuente histórica o literaria que pueda vincular al profeta del Islam y su familia (en especial a sus dos familiares citados anteriormente) con la práctica del judaísmo o de algún tipo de judaísmo (corriente que nunca fue ni monolítica ni monocromática como algunos suelen creer), por el contrario, las fuentes que nos iluminan acerca de cómo era el mundo socio-cultural de la Arabia pre-islámica nos muestran que la familia del Profeta de Muhammad no estaba vinculada ni étnicamente ni religiosamente a los elementos que le circundaban: idólatras, judíos, cristianos y mazdeísta, aunque lógicamente tenían contacto con ellos como se indica también en esas mismas fuentes. El monoteísmo puro e innato ya existía en la familia del Profeta Muhammad como así también en su ascendencia y familiares (en esta forma primigenia de monoteísmo abrahámico estarían también contenidos Jadiya y Waraka), en las fuentes islámicas, este tipo de monoteísmo primordial es conocido como “hanif” y este monoteísmo fue heredado a la familia del Profeta Muhammad desde el mismo Abraham a través de Ismael y es por eso que justamente no eran ni judíos ni cristianos.

Leandro Bracamonte

12/04/2023

Día 21 del bendito mes de Ramadán del año 1444 de la hégira lunar, coincidente con el aniversario del martirio del Imam Ali.