Abu Safiya advirtió en una conferencia de prensa que el cierre del hospital privaría a cientos de miles de personas de su derecho a acceder a los servicios médicos, garantizados por las leyes internacionales. Explicó que la administración del hospital, con recursos y suministros limitados, logró reabrir el hospital después de que fuera blanco de ataques israelíes anteriores. La administración hizo un llamamiento a las instituciones internacionales para que proporcionaran al hospital el combustible y los medicamentos necesarios, pero no recibió respuesta.
Abu Safiya instó a todas las instituciones internacionales a intervenir urgentemente y proporcionar el combustible y los suministros médicos necesarios para salvar las vidas de los pacientes y heridos. Hizo hincapié en que el hospital es el único salvavidas para la población del norte de Gaza, especialmente después de que el Hospital Al-Awda anunciara su cierre ayer martes.
El Ministerio de Salud palestino describió la situación sanitaria en el norte de la Franja de Gaza como “extremadamente catastrófica” e indescriptible, dado el bloqueo israelí en curso desde el 7 de octubre del año pasado. El ministerio explicó que los hospitales se encuentran sin combustible y los refrigeradores de medicamentos sin electricidad, lo que representa una amenaza para los medicamentos sensibles. Además, decenas de ambulancias, vehículos de protección civil y servicios médicos están fuera de servicio por falta de combustible.
Estos acontecimientos se producen en medio de un asedio severo y asfixiante impuesto por el ejército de ocupación israelí en el norte de la Franja de Gaza, impidiendo los medios de vida y las necesidades esenciales a unos 700.000 palestinos que permanecen firmes en sus hogares y han rechazado las amenazas y órdenes israelíes de evacuar al sur.
Traducido por ABNA24 redacción española