La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, ha dicho esta semana que hay presencia de combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay y Chile.
Las declaraciones de Bullrich provocaron la reacción inmediata del Gobierno de Chile, presidido por Gabriel Boric, quien ha exigido este miércoles a la titular argentina que presente pruebas y ha pedido respeto a su país.
“Yo le exijo a la ministra de Seguridad de Argentina que si tiene antecedentes que los entregue y que colabore, pero que no haga antecedentes así al ‘tuntún’ y a la rápida sin probar absolutamente nada”, ha planteado el mandatario chileno.
Bullrich pide perdón
Poco después de que Santiago remitiera su protesta a Buenos Aires, Bullrich ha llamado para disculparse y expresó “sus excusas por la forma en que esto se planteó”, con lo que desde Santiago dan ya por “superado y resuelto” este asunto, según dio a conocer la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá.
El Gobierno del presidente argentino, Javier Milei, impulsa un discurso proccidental y proisraelí en su política exterior.
En este marco, Milei se ha posicionado, desde llegar al poder, contra los movimientos de la Resistencia en Asia Occidental y se ha puesto del lado del régimen israelí, que ha matado a cerca de 34 000 palestinos en Gaza desde el pasado 7 de octubre.