Según informó la Agencia Internacional de Noticias Ahl al-Bayt (ABNA), el Gran Ayatolá Abdulá Yawadí Amolí, uno de los grandes eruditos islámicos chiíes, en ocasión del aniversario del nacimiento de la excelencia Fátima al-Ma‘ṣūma (la paz sea con ella), afirmó: “El santuario de la Noble Dama de la Generosidad es un lugar de misericordia divina y virtud. Nuestros sabios siempre nos han recomendado que, al llegar a Qom, primero acudamos con devoción y súplica a la presencia espiritual de la excelencia Fátima al-Ma‘ṣūma (p).”
Durante su clase de fiqh (jurisprudencia islámica) este martes, el Ayatolá Yawadí Amolí subrayó, al explicar la posición de la mujer en la cultura islámica: “La mujer en el islam no es simplemente un ser humano ordinario. No todas las mujeres son iguales, ni todos los hombres lo son. Observen a esta noble dama de Ahl al-Bayt (p); al menos tres Imames Ma‘ṣūmīn (infalibles) han manifestado una veneración particular hacia ella.”
Añadió: “El rango espiritual de esta señora es tan elevado que un Imam Ma‘ṣūm recomendó una ziyāra específica para ella; una súplica que incluye expresiones de afecto en varios niveles: ‘Salam a la hija del Imam, salam a la hermana del Imam, salam a la tía del Imam’. Estas relaciones familiares son testimonio de su nobleza espiritual.”
El Gran Ayatolá destacó las bendiciones del entorno del santuario de Fátima al-Ma‘ṣūma (p): “Esta gran dama es de una altísima posición espiritual, y prueba de ello es que el sagrado centro de estudios religiosos de Qom surgió junto a su luminosa tumba. Muchas ciencias religiosas, incluyendo el fiqh, florecieron en este bendito entorno.”
Continuó: “Nuestros sabios siempre nos han aconsejado que, al llegar a Qom, nos dirijamos primero a la excelencia Fátima al-Ma‘ṣūma (p); una dama que alcanzó el máximo grado de cercanía a Allah, tal como lo atestiguan los saludos dedicados por tres Imames Ma‘ṣūmīn. Junto a su santuario reposan grandes sabios y marāŷi‘ (autoridades religiosas) cuya presencia ha sido fuente de innumerables bendiciones. Por eso, no celebramos esta fecha como una mera celebración externa o una alegría superficial, sino que siempre mantenemos el respeto, la devoción y la conexión espiritual con su sagrada presencia.”
En alusión a las dificultades actuales en Irán, el Ayatolá señaló: “Aunque Irán está afligido en estos días, la Wilāya de Ahl al-Bayt (p), su grandeza y rango espiritual, alivia todos los sufrimientos. El vínculo con estas personalidades sagradas lleva a los fallecidos a alcanzar los más altos grados y la absolución, y a los vivos les concede paciencia y recompensa.”
Enfatizando la naturaleza espiritual de esta festividad, añadió: “Este gozo es un gozo espiritual, vinculado a la Wilāya, no una simple alegría mundana. Por eso, los difuntos alcanzan los más altos grados y la absolución, los vivos hallan consuelo, y quienes conmemoran este día son merecedores de la guía especial de Ahl al-Bayt (p).”
Al finalizar su sesión, el Gran Ayatolá oró por la Umma islámica, y expresó su esperanza de que, por la bendición de esta dama (p), el sistema islámico, la sociedad islámica, la Umma islámica, Irán islámico y los seminarios religiosos permanezcan bajo el amparo y la guía de Ahl al-Bayt (p).
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