Según informó la Agencia de Noticias Ahlul-Bayt (ABNA), mientras el régimen sionista ha movilizado a miles de reservistas tanto del interior como del exterior de los territorios ocupados para participar en la agresión militar contra Gaza, el hijo del primer ministro, Yair Netanyahu, no solo se ha desentendido totalmente de su responsabilidad en esta situación, sino que además disfruta tranquilamente de una vida lujosa y despreocupada en las playas de Miami, EE.UU.
Más de 360.000 reservistas, incluidos aquellos que abandonaron sus hogares y trabajos en el extranjero, han sido llamados a las filas del ejército para participar en la represión y masacre del pueblo oprimido palestino. Sin embargo, Yair, que ha eludido toda obligación militar, se ha convertido en símbolo de la falta de identidad y la decadencia ética de la clase dirigente sionista.
La indignación y el enfado entre los militares israelíes por esta actitud irresponsable se han intensificado. Muchos de ellos recuerdan a Yair con desprecio y consideran su comportamiento una afrenta a los soldados israelíes caídos. Uno de los militares declaró: “Nosotros estamos en el frente y hemos dejado a nuestras familias atrás, pero Yair se divierte en las playas de Florida.” Esta profunda fractura en la estructura del poder vuelve a evidenciar la hipocresía fundamental del régimen sionista; un régimen que sacrifica a los hijos del pueblo común, personas que fueron engañadas por las promesas vacías y mentiras de los extremistas judíos, abandonando su bienestar y comodidad con la esperanza de una "tierra prometida", solo para ver sus vidas convertidas en herramientas de destrucción contra miles de palestinos. Hoy comprenden que solo han sido peones, mientras que los hijos de los dirigentes permanecen a salvo del peligro.

Lo más lamentable es que, mientras el gobierno de Netanyahu impone políticas draconianas para impedir que miles de sionistas salgan de los territorios ocupados, su propio hijo sigue tranquilamente con los trámites para obtener una visa de trabajo y residencia permanente en Estados Unidos.
En este contexto, el movimiento de resistencia palestina (Hamás) ha publicado una imagen de Yair Netanyahu disfrutando en las playas de Miami, comparándola con las imágenes de prisioneros y soldados israelíes, para mostrar la indiferencia y la traición de la familia Netanyahu respecto a sus propios cautivos y al pueblo implicado en la guerra. Esta acción es una advertencia clara a los habitantes de los territorios ocupados: un gobierno que ni siquiera envía a sus propios hijos al frente, ¿cómo podría preocuparse por sus prisioneros de guerra o por su pueblo?
Además, Yair Netanyahu no solo ha evitado el servicio militar, sino que ha contribuido activamente a la polarización del ambiente político en Israel mediante publicaciones provocadoras en redes sociales. Sus declaraciones incendiarias han causado en diversas ocasiones crisis internas y tensiones diplomáticas con otros países.
Todos estos acontecimientos sacan a la luz el abismo existente entre las vacías consignas patrióticas del régimen sionista y la cruda realidad de su gobernanza injusta; un abismo que revela con claridad la corrupción, la discriminación y la hipocresía profundamente enraizadas en la estructura de poder del régimen israelí.
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